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Navarra2

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En Lezaun se llevaban a la sierra vacas, yeguas y ovejas. Los ''cochos ''o cerdos permanecían prácticamente todo el año en ella, para lo cual se les hacía una ''porciga ''de palos cubierta con céspedes. Se echaban con unos seis meses y se vendían con un año o más, según los kilos que hubiesen engordado. Primero comían hierba y después aprovechaban el fruto de los espinos, llamado ''alortxiki''. Cuando éste estaba rojo, en sazón, se ''zurriaba ''o vareaba para que cayera al suelo. Finalmente comían ''pasto de haya ''o hayuco. Si nevaba se les subía algo de pienso. Aunque había ''cabrería concejil'', algunos tenían todo el año las cabras en una zona de Urbasa, por considerarla excelente para ellas. Cuando nevaba se bajaban a casa y se echaban a la cabrería.
[[File:FIGURA3.png114 Yeguas en Andia Lezaun (N) 1997.jpg|RTENOTITLE_FIGURAcenter|600px|Yeguas en Andia, Lezaun (N), 1997. Fuente: Antxon Aguirre, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Izurdiaga no se sacaba a los animales al campo hasta la primavera, a excepción de las cabras y las yeguas fuertes. Las primeras se llevaban todos los días si no hacía mal tiempo. Los cerdos vivían permanentemente en la pocilga a excepción de los tres meses de verano en que se subían al monte para que cambiasen de alimentación. En lo que se refiere a los desplazamientos a las Sierras de Urbasa-Andia, desde mayo o junio hasta septiembre u octubre se envían a estos pastos ovejas, cabras y caballos.
En Arraioz (Valle de Baztan) antiguamente se llevaban las vacas y yeguas a los pastos de los montes comunales y a Belate. Las yeguas y caballos se criaban en los montes de alrededor del Valle. Permanecían en los pastos más elevados durante el verano (de 1.300 a 1.500 m), bajando a lugares de unos 300 m cuando comenzaba el mal tiempo. Actualmente son muy pocos los que dejan las vacas en el monte Erdiz, comunal cerrado. El tiempo de estancia en los pastos altos abarca desde el primero de junio hasta últimos de septiembre. Las ovejas se llevan a los terrenos comunales del monte generalmente a partir de mayo, que es cuando se las deja de ordeñar, hasta que comienza el invierno. El dueño no se queda en este lugar si bien va a verlas de vez en cuando, pero no todos los días. Hasta hace poco tiempo estaba prohibido llevar los cerdos al pasto alto en la época de las castañas, pero actualmente ya no existe tal limitación.
[[File:FIGURA3.png115 Paridera de gorrines en la Sierra de Lokiz (N) 1968.jpg|center|600px|RTENOTITLE_FIGURAParidera de gorrines en la Sierra de Lokiz (N), 1968. Fuente: Bielza de Ory, Vicente. Tierra Estella. Estudio geográfico. Pamplona, Príncipe de Viana, 1972.]]
En Ultzama, mayo era considerado el mes apropiado para llevar el ganado al monte. En esa época las vacas que habían permanecido en la cuadra se echaban al mismo, al igual que las yeguas. Las ovejas pasaban el invierno en las bordas y si el tiempo no era muy malo todos los días las sacaban a los alrededores. Mientras pastaban en los prados altos el pastor permanecía con ellas. Tenía una pequeña cabaña cerca de la borda para pasar la noche ya que esta última sólo estaba acondicionada para los animales. En la cabaña tenía un camastro y un fogón para soportar mejor el frío de la noche. En mayo, después de haber esquilado, preparaba el viaje para ir a Aundimendi con el rebaño. De allí volvían a primeros de octubre, o si hacía buen tiempo a mediados de mes. Hacia el 15 de octubre también se bajaban las vacas y las yeguas para que comieran la hierba de las campas de los alrededores antes de que aparecieran las primeras heladas. Tras quitar el ganado mayor de las campas, se introducía el menor, para que terminasen los restos de hierba que quedaban antes de que llegase el frío del invierno. Los cerdos apenas se sacaban de casa pero algunas veces se llevaba a zonas de monte para que aprovechasen los frutos de robledales y hayedos, ya que bellotas y ''fabucos ''o hayucos se consideraban un alimento muy apropiado para estos animales. Vacas, yeguas, ovejas y cerdos llevaban un cencerro al cuello para facilitar la labor de recogida y para poder localizarlos cuando había niebla. Después de bajar el ganado, algunas de las áreas de pasto se quemaban para que la hierba creciese más abundante; esta labor se realizaba cuando el tiempo era seco.
En Roncal las ovejas y cabras se echaban a los pasturajes elevados desde mayo hasta agosto. Las vacas, por el contrario, se quedaban en los alrededores del pueblo. Hoy en día, vacas y yeguas también se llevan a los pastos de montaña desde finales de junio hasta últimos de agosto.
[[File:FIGURA3.png116 Cabras en Belabarze Isaba Valle de Roncal (N) 1997.jpg|RTENOTITLE_FIGURAcenter|600px|Cabras en Belabarze, Isaba, Valle de Roncal (N), 1997. Fuente: Arantza Arregi (Joseba Baines), Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Izal en marzo se sacaban al monte los ''cerriles'', esto es, la ''hacienda ''o ganado mayor que no había de criar. Los demás, la ''hacienda mayor'', a mediados de mayo, pasando dos meses en el monte Raja. Después bajaban a los boyerales, términos de Becea y el Chaparral. En los pastos de Irati y Remendía entraban en primer lugar las ovejas, el día 3 de mayo, y respetaban los pastos de las vacas hasta el 14 de agosto. Las vacas y yeguas el 10 de junio.
En Aoiz se echan al monte ovejas, cabras, caballos y vacas. En el caso de las primeras antes los pastores solían pasar algún día en el monte y si no, dejaban al ganado ''vacío ''pastando y ellos bajaban por la noche a casa para atender a las reses paridas. En verano, si ha- bían habían comido poco por haberles afectado el calor, también permanecían por la noche en el campo. En la actualidad la Ordenanza reguladora del disfrute y aprovechamiento de los pastos comunales de Aoiz prohibe pasturar al ganado en los de la jurisdicción una vez ha anochecido. En verano era y es habitual moverlas dos veces: se sacan por la mañana hasta el mediodía y cuando aprieta el calor se recogen en una borda (pocas veces) o debajo de unos bojes o árboles para protegerlas de éste y también de las moscas; por ello a esta acción se la denomina ''calorear ''y al lugar ''mosquera''. Cuando pasa el calor se vuelven a llevar al campo. En pleno verano, si la temperatura es muy alta, las ovejas y cabras ''vacías ''se dejan al raso, en la ''barrera''; las paridas y los corderos quedan dentro.
Los caballos se crían en Ecay y permanecen sueltos en los pastos del término municipal. Hasta el inicio de las obras del pantano de Itoiz a comienzos de la década de los noventa, se criaban yeguas propiedad de un pastor de Itoiz y otro de Burguete, que permanecían sueltas en los montes de Gorriz e Itoiz durante todo el año. En la Ordenanza Reguladora de Pastos del Valle de Lónguida se especifica la prohibición de la pasturación del ganado porcino.
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