Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Ofrendas de luces en el periodo de luto

189 bytes añadidos, 09:06 29 ene 2019
sin resumen de edición
En Ataun (G), en la Parroquia de San Gregorio, en la década de los años veinte, durante el año de luto ardían en la sepultura, al igual que el día del funeral, además de las candelillas arrolladas a una madera, ''argizai-kajak, ''varios manojos de candelilla, ''eskuiloak, ''bien de la familia del difunto, bien de otras personas de la parroquia que de ese modo correspondían a los afectos de amistad y parentesco. Las hachas que el día del funeral se encendían al lado del féretro pasaban durante este tiempo a la sepultura y en ningún caso eran más de dos. El domingo en que se celebraba el «cabo de año», la serora llevaba sesenta y seis manojos de candelilla que distribuía entre las sepulturas de la iglesia, cuando el funeral era de «cofradía entera». Siendo de «media cofradía», el número era de cuarenta y seis que colocaba en otras tantas sepulturas<ref>AEF, III (1923) pp. 120-121.</ref>.
En Arrasate (G), los parientes y vecinos contribuían a alumbrar la sepultura durante un año, bien con una vela o un rollo de cerilla, ''argizari-txirrindola, ''arrollada en la ''argizaiola''. Algunas familias se limitaban a colocar la candela, desde que tenía lugar la ceremonia de ''«argia» ''(luz) hasta que finalizaba el luto con otra ceremonia denominada ''«ogistia» ''(dejar el pan). Otras dejaban sus velas sobre la sepultura hasta que se consumiesen. Había quienes, por estar muy vinculados a la familia del difunto, hacían su aportación de ''kandela ''a lo largo del año.  [[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Aduna (G), transcurrido el funeral, se mantenía en la sepultura durante un par de años por lo común y otras veces por más tiempo, el hacha o las dos hachas, además de la cera ordinaria, ''librako eskubildua, ''que habían ardido en las exequias. También en Deba (G), tras los funerales, la cerilla arrollada, ''pilimuna, ''que había alumbrado en el funeral en la sepultura, 3o continuaba haciéndolo en el mismo lugar<ref>AEF, III (1923) pp. 75 y 71 respectivamente.</ref>.
En Hondarribia (G), las familias colocaban un rollito de cerilla durante el año por cada uno de los muertos. Los mantenían encendidos en las misas dominicales y en aquéllas que se ofrecían en memoria de los difuntos.
En Zerain (G) se alumbraba la sepultura siempre que hubiera algún oficio religioso. La costumbre era llevar durante el tiempo de duelo, ''oial beltza daon bitarten, ''cuatro cerillas enrolladas en tablillas de madera, ''argizaiolak. ''Se ponía una libra de cera por ''argizaiola, ''cantidad que se reponía antes de que se consumiera totalmente, siendo la dueña de la casa la responsable de cumplimentar esta obligación. Debido a que la iglesia se llenaba de humo y se ennegrecían los muros y bóvedas, el sacerdote pidió que se rebajara el número de ''argizaiolak, ''que, a partir del año sesenta, pasó de cuatro a dos por casa; luego fueron dos candelabros hasta 1980.  [[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
== Navarra ==
En Garde (N), para las misas del novenario aportaban cera los familiares y allegados. Durante todo el año en la sepultura se encendía una cera en las misas de los lunes y los miércoles.
En Améscoa (N), los domingos y días de fiesta se encendían durante la misa mayor todas las velas y hachas del añal ''y ''los días de labor solamente tres velas, durante el año de luto<ref>Luciano LAPUENTE. “Estudio etnografico de Améscoa” in CEEN, III (1971) p. 82.</ref>.
En Aoiz (N) no era excesiva la cantidad de cera que se ponía en el añal, generalmente dos cerillas y dos velitas. Contribuían los parientes del difunto con el dinero necesario para mantener el alumbrado.  [[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Zugarramurdi (N), todas las casas matrices encendían luces en sus sepulturas, ''jarlekuak, ''durante la misa mayor y canto de vísperas en los días festivos. Había quienes las encendían a diario durante la misa<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “De la población de Zugarramurdi y de sus tradiciones” in OO.CC. Tomo XXI. Bilbao, 1983, p. 331.</ref>.
En Amézaga de Zuya (A), las hachas colocadas para el funeral se mantenían en la sepultura mientras durara el tiempo de duelo, dos años generalmente. Si se consumían, ya que cuando de mitades se trataba se extinguían en el primer ano, no solían reponerse para el segundo porque su compra resultaba costosa. En este periodo de luto, además de las hachas, se encendían velas procurando que fueran numerosas, normalmente unas diez, de menor grosor que las del día del entierro.
En Bernedo (A), la familia ponía la cera en la sepultura, como minímo durante un año, a veces dos. Mientras los domingos y festividades se encendían las velas y hachas, los laborables sólo las velas y las tablillas. A los ocho días del funeral los familiares venían a ofrendar con sendas velas cada uno.  [[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Berganzo (A), en las sepulturas domésticas, los domingos durante el periodo de luto se encendían dos o tres velas.
Durante el periodo de duelo se ha constatado que se encendían las luces de la sepultura diariamente en Bernedo, Lagrán, Ribera Alta, Valdegovía (A); Elgoibar (G); Améscoa, Ezkurra, Monreal, Obanos, San Martín de Unx (N); Donoztiri, Landibarre (BN); Sara (L) y Altzai-Lakani (Z). En Amézaga de Zuya (A), las velas a diario durante dos años tanto en las misas como en los rosarios, mientras las hachas sólo en las misas en el primer año; similar costumbre se recogió en los años veinte en Ziga Baztan (N). En Bernedo velas y tablillas diariamente, velas y hachas los domingos y festivos.
Mientras estuvo vigente la costumbre de las vísperas también se encendían las velas de las sepulturas durante el rezo de las mismas.  [[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
Se ha recogido la costumbre de iluminar la sepultura en la misa parroquial de los domingos ''y ''festivos en Aramaio, Berganzo, Gamboa, Llodio, Mendiola, Moreda (A); Abadiano, Busturia, Ca rranza, Gorozika, Lemoiz, Orozko, Plentzia, Portugalete, Zeanuri (B); Alzola-Elgoibar, Amezketa, Beasain, Berastegi, Bidegoian, Hondarribia, Telleriarte-Legazpia, Urnieta (G); Zugarramurdi (N); Arberatze-Zilhekoa, Armendaritze, Ezterentzubi, Heleta, Izpura (BN) y Urdiñarbe (Z).
127 728
ediciones