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Otros juegos con chapas

5 bytes eliminados, 08:17 16 may 2019
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En Valdegovía (A) practican una modalidad similar a las canicas. Se hace un ''bocho'' y se realizan varios lanzamientos, en primer lugar de aproximación y después tratando de meter las chapas en el agujero. Se permite desplazar las de los contrarios y el primero en introducir la suya gana.
En Allo (N) la práctica de los juegos de lanzamiento de ''platillos ''data de hace unos cuarenta años pero desde hace doce o quince ya no se juega. Como resulta que las chapas tienen poco peso, para darles mayor estabilidad los chicos las rellenaban con jabón rascándolo de una pastilla, o también con brea que recogían en las cunetas de la carretera. De este modo, al tirar los ''platillos ''desde cierta distancia, quedaban fijos en el suelo.
Para proveerse de chapas, con las cuales se pagaba en las distintas modalidades del juego, los chicos rebuscaban en los lugares donde habitualmente solía tirarse la basura de los bares. Pero no todas las chapas tenían el mismo valor, éste dependía de la frecuencia con que se consumía determinada marca o producto y por ende de la abundancia con que se encontraban: cuanto más raras fuesen más se valoraban.
cuanto más raras fuesen más En esta localidad se valoraban. conocían varias modalidades del juego de los ''platillos'':
En esta localidad «A la raya». Se trazaba en el suelo una línea y desde una distancia de seis u ocho metros tiraban los jugadores su ''platillo'' procurando dejarlo lo más próximo a ella. Luego, el que más se conocían varias modalidades del juego de aproximaba tenía opción a tirar contra los demás hasta hacerles tocar la raya. Cada vez que lo conseguía con uno, su propietario le pagaba un ''platillos : platillo. ''Si fallaba pasaba a tirar el siguiente.
«A la raya»«Al triángulo». Jugaban generalmente dos chicos. Se trazaba Dibujaban con tiza un triángulo equilátero en el suelo una línea y desde una distancia de seis u ocho metros tiraban los jugadores su colocaban un ''platillo ''procurando dejarlo lo más próximo a ellaen cada uno de sus vértices. LuegoLos jugadores, por orden, el que más se aproximaba tenía opción iban lanzando los suyos intentando dar a tirar contra los demás hasta hacerles tocar del triángulo y dirigirlos hacia el centro de la rayafigura. Cada vez que lo un niño conseguía con unometer una chapa, su propietario le pagaba un ''platillo. ''Si fallaba pasaba adversario estaba obligado a tirar reponerla ya que la otra quedaba como premio para el siguienteprimero.
«Al triángulo»monto». Jugaban generalmente también dos chicos. Dibujaban con tiza un triángulo equilátero y consistía en el suelo y colocaban tirar un ''platillo ''en cada uno de sus vértices. Los jugadores, por orden, iban lanzando los suyos intentando dar a los del triángulo y dirigirlos hacia contra el centro otro tratando de la figura. Cada vez que un niño conseguía meter una chapa, su adversario estaba obligado a reponerla ya que la otra quedaba como premio para el primeromontarlo sobre él.
«Al monto»En Monreal (N), para jugar «A chapas», utilizaron hasta los años sesenta ''ochenas''. Cuando no disponían de dinero empleaban ''chapones'', que resultaban de encajar cuatro ''cartetas''. Jugaban también dos chicos y consistía en tirar un Más tarde se sustituyeron por las ''chapas'' de cerveza que se rellenaban con ''platillo jabón de trozo''contra fabricado en casa o comprado. Se lanzaban éstas y había que tratar de que quedasen sobre las que ya había en el otro tratando suelo. El que conseguía montar la suya sobre otra se adueñaba de montarlo sobre élella.
En Monreal (N), para jugar «A chapas», utilizaron hasta los años sesenta ''ochenas. ''Cuando no disponían de dinero empleaban ''chapones, ''que resultaban de encajar cuatro ''cartetas. ''Más tarde se sustituyeron por las ''chapas ''de cerveza que se rellenaban con ''jabón de trozo ''fabricado en casa o comprado. Se lanzaban éstas y había que tratar de que quedasen sobre las que ya había en el suelo. El que conseguía montar la suya sobre otra se adueñaba de ella.  También en Moreda (A) se juega lanzándolas hacia lo alto y dejando que caigan al suelo. El jugador que consigue montar un ''platillo ''encima del de otro compañero se lo gana.
En Elosua (G) el juego consistía en tirar las chapas de las botellas de limonada contra una pared desde una raya trazada en el suelo. El que más se aproximaba a la misma ganaba. La distancia de las chapas a la pared se medía por palmos. Al igual que en San Martín de Unx (N), se llevaban colgadas de la ropa sujetándolas con el corcho.
En Moreda (A), como en Elosua, las chapas previamente aplastadas se tiran contra una pared al objeto de ver quién consigue acercarlas más. El que logra dejar la suya más próxima gana las restantes.
En San Martín de Unx (N) los niños nacidos entre mediados de los cincuenta y 1965-70 utilizaron tanto las ''chapas ''como las ''cartetas ''para practicar lo que en realidad era el mismo juego y que por sus características era además igual al ya descrito bajo la denominación de «Al palmo», sólo que en vez de emplear un palo normalizado efectuaban las mediciones con la mano. Aplanaban cuidadosamente las chapas, una vez desprovistas de su lámina de corcho, para que volaran mejor hacia el suelo. La estimación del valor de las mismas era subjetiva, si bien las más apreciadas solían coincidir con las raras o de marcas poco frecuentes. Las chapas se buscaban en los basureros, a donde iban a parar los desperdicios de los bares envueltos en aserrín.  Por eso no era raro encontrar además monedas.
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