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=== Una cultura de larga tradición ===
Hace medio siglo anotaba Barandiaran que «la zona axial del Pirineo vasco (lo mismo cabe decir de todo el Pirineo) retiene en el dédalo de sus pliegues ciertos rasgos de cultura de muy larga tradición»<supref>1Vide José Miguel de BARANDIARAN. «Aspectos sociográficos de la población del Pirineo Vasco» in ''Eusko Jakintza'', VII (1953-1957) p. 7.</supref>.
Esta cultura encuentra su expresión más significativa en el modo de vida vinculado a la ganadería y al pastoreo. Por de pronto, según la información que aporta la documentación histórica, a finales de la Edad Media los rebaños de los valles vascos confluían a las mismas montañas que en nuestros días constituyen los principales puntos de concentración pastoril veraniega<supref>2Vide ''Cartulario de San Millán, Cartulaire des rôls gascons. Le livre d’or de Bayyonne, etc. ''Cit. por Haristoy. ''Recherches historiques sur le Pays Basque''. Bayonne, 1883, II, pp. 402-406, 547-551.</supref>.
Pero el modo de vida pastoril constatado en estos documentos medievales viene de tiempos muy anteriores, como nos sugiere el área de distribución de los monumentos prehistóricos de la región pirenaica.
Los ''baratz ''o ''espil'', círculos de piedra denominados por los prehistoriadores con el término bretón de cromlechs, son construcciones funerarias de la Edad del Hierro que ocupan en el Pirineo vasco mesetas y collados situados entre los pastos de las dos vertientes de montaña. Estos monumentos se hallan en la misma zona del pastoreo estival actual y nunca en sitios donde no ha sido posible este género de vida. Este hecho sugiere que sus constructores eran pastores y que la vida pastoril tradicional es un calco de la que se practicó en este país durante la Edad del Hierro.