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Puerta principal. Ateak albateak

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En Apodaca la puerta principal y la de la cuadra son anchas. La puerta principal es de roble, de una hoja, y enmarcada en ella cuenta con otra de menores dimensiones partida en dos mitades horizontales. Hay casas en las que la parte inferior de la misma siempre está cerrada mientras que la de arriba permanece abierta; es en ésta donde se localiza la llave. A un lado se sitúa la gatera, que tiene una trampilla para cerrarla por las noches. La puerta de la cuadra es de una hoja maciza y sin bisagras, con un gozne metido en la piedra de la base y el otro en la madera del marco de encima. Alguna tenía en el centro una ventana con malla y ventanuco; ésta también con gatera. El marco de la puerta principal es en la mayoría de las ocasiones de piedra, arenisca o piedra del pueblo. En algunas casas la piedra encimera del marco es toda de una pieza. Algunas puertas son de arco de medio punto. En otras casas el arco es de madera de roble, tres vigas sobre un apoyo de piedra.
[[File:2.174 Puerta principal de la casa. Apodaka (A) 1975.jpg|center|600px|Puerta principal de la casa. Apodaka (A), 1975. Fuente: Isidro Sáenz de Urturi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Abezia las puertas principales más antiguas son las formadas por un gran arco de piedra. Los vecinos recuerdan que estos arcos existían en al menos dos casas; hoy en día, sin embargo, tan sólo se conserva uno. Por ello, en la mayoría de los casos, las puertas tanto para el ganado como para las personas tienen un gran marco de piedra de sillería y, con frecuencia, los dinteles están formados por un único bloque. En lo que se refiere a la puerta de acceso a la cuadra, suele situarse en un lateral, es de madera y de una sola pieza. Las puertas principales por el contrario son grandes y construidas con tablas de roble de buenas dimensiones que se sujetan con otras colocadas transversalmente y clavadas. Tienen dos hojas, una superior y otra inferior. Además cuentan con un sobremarco, también de roble, que se abría en caso de necesidad, por ejemplo a la hora de sacar los bueyes ya uncidos. En su parte inferior suelen tener una pequeña gatera que se cierra con una trampilla cuando se considera oportuno. En otros casos cuentan con un ventanuco en la hoja superior que puede abrirse y permite ver el exterior cuando la puerta está cerrada.
La descripción anterior del sistema que permite el giro de la puerta para abrirla y cerrarla puede considerarse general en las poblaciones encuestadas, al menos para lo que hace referencia a las puertas de mayores dimensiones.
En Bernedo los huecos de las puertas son rectangulares aunque también hay algunos en forma de arco. El cabezal del hueco es de piedra de una o varias piezas en las viviendas y de una pieza de madera en las bordas y corrales. La dimensión de las puertas de entrada a la vivienda oscilaba entre 2,20 m de altura por 2 m de anchura. Las puertas exteriores son de armazón ensamblado y tabla ancha machi- hem brada machihembrada superpuesta y sujeta con clavos de amplia cabeza. Se construyen a base de grandes tablas verticales enlazadas entre sí por gruesos listones situados en su parte interior, que se fijan con clavos forjados de cabeza gruesa. Los clavos y su colocación dependían del gusto del usuario. Las puertas son de postigo, es decir, una pequeña abierta en una mayor. La madera empleada es la de roble, aunque también se ha recurrido al pino y al haya. El marco es más ancho que largo, unos veinte centímetros, lo que permitía la entrada y salida del ganado ''juncido''. Las bisagras consistían en dos placas de hierro unidas por cilindros huecos que facilitaban el giro e iban colocadas en el interior de las puertas. También se recurría a otro tipo de bisagra más alargada y dividida en dos partes por un pomo, de tal modo que la más corta se clavaba en el marco y la más larga en la puerta. Normalmente aparecen partidas por la mitad, horizontalmente, en dos hojas. La de abajo suele permanecer cerrada y en su parte inferior cuenta con una gatera. La hoja de arriba se abre o cierra dependiendo de las condiciones climáticas. Por lo tanto la puerta de la calle estaba formada por tres piezas, una grande que cerraba el hueco de acceso a la casa y las otras dos, más pequeñas, cerraban la puerta que dejaba la pieza grande. Con dos ''cestones ''de madera la puerta exterior quedaba incrustada en el suelo y en el techo, y el giro lo hacía sobre el eje de madera.
En Apellániz, Bajauri, Obécuri y Urturi la puerta se cierra con un gran portón en el que se abre a su vez una puerta más pequeña compuesta de dos mitades: una inferior que aparece cerrada normalmente y otra superior cerrada sólo durante la noche. De ésta cuelga una aldaba que suele ser de diversas formas y dibujos. Todo este portón está adornado con clavos y refuerzos de hierro. El marco, de anchas tablas de roble, permite también ser abierto.
En Añana las puertas de entrada más antiguas eran de una hoja simple con tarabilla, de madera y sin adornos. También se encuentran otras de una sola hoja muy grande y con un ventanillo. Muchas tienen gateras y adornos de hierro. Otro tipo son las de entrada con dos hojas, una de ellas partida por la mitad. Lo normal es que las puertas estén construidas en madera de roble. Las llaves para abrirlas, de hierro, suelen ser de gran tamaño.
[[File:2.175 Puerta de entrada con ventanillo y gatera. Añana (A) 1999.jpg|center|600px450px|Puerta de entrada con ventanillo y gatera. Añana (A), 1999. Fuente: Blanca Rescalvo, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Valdegovía son rectangulares y con dimensiones variadas. Habitualmente la casa suele contar con una en la fachada de la misma y en ocasiones, otra más apartada. El marco que la delimita presenta en muchas ocasiones sillares y la puerta es de madera construida con grandes tablones verticales enlazados entre sí por gruesos listones cosidos con clavos de forja. El material por excelencia es el roble. Habitualmente son de una hoja, dos o una partida. En la parte superior tienen una ventanilla o ''ventano'', protegido por barras de hierro. Presenta a menudo una ornamentación a base de clavos, aldabas, etc.
En una amplia zona de Bizkaia los caseríos presentan la puerta principal no a ras de la fachada sino retranqueada, de tal modo que ante la misma se abre una zona cubierta denominada ''etarte''. En ella se realizan muchas labores a resguardo de la lluvia pero con suficiente luz. En la zona más occidental de este territorio esta función la desempeñan los balcones corridos, cuando existen, aunque obviamente, debido a su menor profundidad, de un modo menos efectivo.
[[File:2.176 Puertas retranqueadas en el portal. Ajuria (B) 2011.jpg|center|600px|Puertas retranqueadas en el portal. Ajuria (B), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Andraka el portalón o entrada está franqueada por una gran viga de madera, buscando su apoyo en dos capiteles de madera, situados en los extremos de las paredes maestras que conforman los laterales del portalón. Otro tipo de adintelamiento de la viga del portalón viene dado por un apoyo vertical, situado en medio de la viga, que tiene un capitel compuesto por dos pequeñas plataformas y fuste de madera que transmite el empuje a una base de piedra de forma troncocónica. Estos portales están enlosados, aunque hoy día algunos se han cubierto con una placa de cemento. Se dan dos tipos de puertas de entrada: unas que tienen dos cuerpos de tal manera que la parte superior suele permanecer abierta durante el día, y otras de uno solo, que en la actualidad son más comunes. La de la cuadra, ''albate'', que se abre normalmente en el costado oriental o nororiental de la casa, es de dos hojas. En Busturia las puertas de la cuadra, de un gran tamaño, también se denominan ''albatak''.
En Orozko las puertas de entrada son amplias para facilitar el paso a la cuadra de los animales y del carro. Son de dos hojas o también partidas horizontalmente en dos lo que posibilita mantener cerrada la parte inferior y abierta la superior.
[[File:2.177 Puerta de entrada de doble hoja una de ellas partida. Orozko (B) 2006.jpg|center|600px450px|Puerta de entrada de doble hoja, una de ellas partida. Orozko (B), 2006. Fuente: Edurne Romarate, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En el Valle de Carranza lo más general es una puerta central en la fachada principal de la planta baja; sin embargo, en algunas edificaciones existen dos puertas, una de ellas abierta en el muro más modernamente, que sirve como entrada a la escalera interior mediante la cual se accede al primer piso. Algunos caseríos presentan la puerta de entrada en la planta baja para pasar a la cuadra y otra en el primer piso o vivienda a la que se llega por medio de un patín. Este elemento constructivo, minoritario en los caseríos antiguos, más bien habitual en casas de arquitectura culta, y escaso en los aislados, se ha prodigado a partir aproximadamente de los años cuarenta del siglo XX como consecuencia del ascenso de la actividad ganadera. Esto ha supuesto que el acceso a la primera planta se lleve a cabo por otra puerta que no por la habitual escalera interior situada en uno de los lados de la cuadra. El dintel es de una sola pieza; se pueden encontrar dinteles de madera con las ''agujas ''o jambas de piedra y dinteles de piedra con las agujas del mismo material, siendo este último tipo el más generalizado.
En Elosua el tamaño de las puertas de entrada a la casa varía según el uso a que se destinen; aquéllas por las que tiene que pasar el carro, ''burdixa'', y el ganado, son de mayores dimensiones que las de la personas. No hay puertas partidas.
[[File:2.178 Puerta de entrada del caserio Narbaitzagainekoa. Elosua (G) 2011.JPG|center|600px450px|Puerta de entrada del caserío Narbaitzagainekoa. Elosua (G), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Oñati la puerta de entrada es de dos hojas o sólo de una. La de dos hojas tiene una de ellas partida por la mitad horizontalmente. La de una presenta ventanilla pequeña y en la parte inferior un agujero para los gatos.
En Viana se conservan grandes puertas de acceso con dinteles monolíticos o con dovelas que forman arcos de medio punto. Estas puertas enormes de una sola hoja, giran sobre una única quicialera, pero tienen otra más pequeña, en el centro, que es la que normalmente se usa. Muestran labores de marquetería y artísticos herrajes, en especial clavos de diversas formas: cruciformes, romboidales, y artísticos aldabones sobre chapa recortada.
[[File:2.182 Puerta partida y gatera. Viana (N) 1999.jpg|center|600px450px|Puerta partida y gatera. Viana (N), 1999. Fuente: Juan Cruz Labeaga, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Aurizberri las casas tenían generalmente dos puertas por las que se comunicaban con el exterior: la principal o de la calle, ''karrikako ataria'', y la de la cuadra, ''estrabiliako ataria''. Eran puertas de arco muy rebajado, unas de piedra y otras de madera.
En Sara (L) el marco de la puerta es casi siempre rectangular siendo rara la forma en arco. La hoja de la puerta era de tabla gruesa que descansaba mediante un espigón apoyado en un quicio de hierro empotrado en el suelo junto a la jamba y en la parte superior en un gozne sujeto a la misma jamba.
[[File:2.183 Puerta de acceso y vanos de una casa de Baigorri (BN).jpg|center|600px450px|Puerta de acceso y vanos de una casa de Baigorri (BN). Fuente: La Cerda, Alexandre de. Pays Basque (entre Nive et Nivelle). Toulouse: Éditions Privat, 1996, p. 52. (Fotografía de Etienne Follet).]]
En Heleta (BN) las puertas, ''bortak'', son de madera. La de entrada o principal comprende en muchas casas tres piezas: ''bortaundia'', la puerta grande, ''azpiko borta'', puerta inferior, y ''ganeko borta'', puerta superior. Van unidas a las jambas mediante bisagras, ''partaderak''.
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