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Sitio que ocupa el hogar

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En Amorebieta-Etxano, Zeanuri y Zeberio (B), en los caseríos más antiguos, el hogar se encontraba en el centro de la cocina sin chimenea para la salida de humos por lo que éstos se colaban por entre la entablación; en Zeberio algunas casas disponían de chimenea con campana en el centro de la cocina. En Busturia (B) todavía existe un caserío con este tipo de hogar y carece de chimenea. En Beasain (G) antiguamente el fuego bajo solía estar en el centro de la estancia y no disponía de chimenea. También en Elosua (G) se ha constatado otro tanto y el humo salía por el desván al carecer de chimenea. En Orexa (G), algunas casas disponían de gran fuego bajo, situado en medio de la cocina, provisto de gran chimenea redonda. En Zerain (G) en otro tiempo, la cocina era central con una enorme campana suspendida del techo que recogía el humo y lo dirigía al desván puesto que no había chimenea exterior.
[[File:2.289 Erdiko beko sua fogon central. Beasain (G).jpg|center|600px450px|Erdiko beko sua, fogón central. Beasain (G). Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Améscoa (N), a principios del siglo XX, sólo una casa que era propiedad del Concejo contaba con fogón central. Éste se encontraba a ras de suelo y sobre losas de piedra. El techo de la cocina en forma de embudo hacía de campana de recogida de humos que escapaban luego por la chimenea. En el Valle de Zuia (A), en los Castros de Oro, en la ermita de Jugatxi era famosa la cocina central de la Cofradía.
== Hogar lateral ==
Ha sido más común el hogar situado en una pared lateral de la cocina, generalmente contra el muro exterior de la casa. Así se ha constatado en Andagoia, Apodaca, Bernedo, Bajauri, Obécuri y Urturi, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía, Valle de Zuia (A); Abadiño, Amorebieta-Etxano, Bermeo, Busturia, Durango, Gorozika, Ereño, Valle de Carranza, Zeanuri (B); Berastegi, Elosua, Hondarribia, Oñati, Orexa, Zerain (G); Ain- tzioa Aintzioa y Orondritz, Améscoa, Aoiz, Goizueta, Izal, Izurdiaga, Mélida, Monreal, Obanos, Romanzado y Urraúl Bajo, Valle de Urraúl Bajo, Valle de Roncal, Sangüesa, Viana (N); Donoztiri, Heleta, Iholdi (BN); Sara (L) y Liginaga (Z).
[[File:2.290 Fuego bajo con campana. Carranza (B) 1980.jpg|center|600px450px|Fuego bajo con campana. Carranza (B), 1980. Fuente: Miguel Sabino Díaz, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En algunas localidades puntualizan que se ubicaba en la pared más ancha de la cocina (Astigarraga-G); centrado o ligeramente ladeado (Beasain-G), junto a un muro que no fuera el de la puerta de entrada (Ataun-G), en la pared situada frente a la puerta de entrada de la cocina (Eugi, Mélida, Viana-N, Garazi (Saint Michel)-BN). También se señala que solía estar junto a una pared maestra (Allo, Lezaun, Artajona, Luzaide/Valcarlos-N). En Luzaide/Valcarlos precisan que se apoyaba en una de las paredes maestras, bastante cerca del sector angular, de modo que permitiera la inclusión de un banco o asiento corrido en el rincón, ''su bazterra''. Similar dato se ha recogido en Valtierra (N) donde el hogar con la chimenea abombada, en forma de campana, ocupaba gran parte de la cocina. El fuego bajo adosado a dos paredes de la cocina aprovechando un rincón se ha conocido asimismo en otras localidades (Moreda, Valdegovía-A; Amorebieta-Etxano-B; Monreal-N).
En Améscoa (N) señalan que la puerta tenía que permanecer siempre abierta. Paralela a la puerta o perpendicular a ella, según la posición del fogón, se levantaba un tabique que cortaba la corriente de aire que se establecía entre la puerta de la cocina y la chimenea. Este tabique encuadraba el rincón de la cocina que era el lugar más apacible de la casa. La cocina solía tener el suelo enladrillado y el techo de vigas y yeso, estaba provista de una ventana pequeña y con barrotes de hierro.
[[File:2.292 Supazterra. Zuberoa 2000.JPG|center|600px450px|Supazterra. Zuberoa, 2000. Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Monreal (N) han consignado que la mayor parte de las veces permanecía abierta la puerta de la cocina para evitar la excesiva concentración de humo y en Obanos (N) dicen que el hogar estaba siempre situado de forma que se evitaran las corrientes de aire. En Viana (N) dicen que para favorecer la ventilación y la salida de los humos, la puerta de la cocina siempre debía estar abierta y así “te calentabas por delante y te enfriabas por detrás”.
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