Cambios

Cabecera de la tumba

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En Berganzo (A), los palos con los que se llevaba el ataúd se solían utilizar luego para poner la cruz en el cementerio. A veces se cogía el crucifijo que iba sobre el ataúd y se colocaba a modo de cruz. En otras ocasiones la pintaban y le ponían las iniciales R.I.P. A partir de los años cuarenta se comenzó a incluir el nombre del difunto escrito sobre ella. Esta inscripción es conocida como ''idaztia ''en Goizueta (N).
En Oragarre (BN) antaño había cruces de madera hechas por el carpintero pero casi ninguna en hierro forjado. En ellas se prefería poner el nombre de la casa a la que pertenecía el muerto ya que éste perduraba más que aquél.  [[File:7.242 Enterramientos en tumulo. Arhane (Z) 1987.jpg|frame|Enterramientos en túmulo. Arhane (Z), 1987. Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Orozko (B) a principios de siglo las más comunes fueron las de madera, hechas con dos tablas ensambladas y pintadas de negro para los adultos y de blanco para los niños. No tenían inscripción alguna ni tallas y eran muy sencillas, ''olezko kurtziak egoten ziran, figura andi barik, unen barik''. En Carranza (B) algunas cruces de madera, de las que apenas quedan algunos ejemplares, presentan una inscripción sobre una pequeña placa de porcelana. En Aoiz (N) en la época de la guerra las cruces eran de este material por la falta de recursos, posteriormente se cambiaron por otras nuevas, de moda en ese momento.
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