Cambios

Cabecera de la tumba

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:''cuando necesitado te veas.''
Sobre la puerta del cementerio de Markinez (A) se lee «Año de 1850. Cristiano piensa en la muerte / si quieres tener feliz suerte»<ref name="ftn25">IbidemJuan ESNAOLA. “Pueblo de Markiniz (Marquínez). Los establecimientos humanos y las condiciones naturales” in AEF, VI (1926) p. 111. </ref>. En el de Elosua (G): ''«Akordatu zaitezte guzaz» ''(Acordaos de nosotros).
== Cruces. Gurutzeak ==
Las cruces son los ornamentos más habituales, destacando en las tumbas de tierra, sepulturas con losa o pequeños panteones, ya que suelen ser el único constituyente del monumento funerario. Además de en el cementerio no es raro encontrar cruces fuera de este recinto, en el borde de carreteras o en el monte, cuya función es la de indicar el lugar donde alguien perdió la vida.
El más sencillo de los monumentos que se ha colocado en la cabecera del túmulo consiste en una cruz que en tiempos pasados era de madera, ''zurezko gurutzea, ''sobre todo entre gente de condición modesta. Esta costumbre ha sido re- cogida recogida en muchas localidades: Artziniega, Berganzo, Laguardia, Pipaón, Salcedo, San Román de San Millán (A), Amorebieta-Etxano, Carranza, Gorozika, Lezama, Orozko '''(B), '''Aoiz, Artajona, Goizueta, Monreal, Sangüesa, Viana (N), Hazparne, Sara (L), Oragarre (BN) y Urdiñarbe (Z).
En Berganzo (A), los palos con los que se llevaba el ataúd se solían utilizar luego para poner la cruz en el cementerio. A veces se cogía el crucifijo que iba sobre el ataúd y se colocaba a modo de cruz. En otras ocasiones la pintaban y le ponían las iniciales '''R.I.P. '''A partir de los años cuarenta se comenzó a incluir el nombre del difunto escrito sobre ella. Esta inscripción es conocida como ''idaztia ''en Goizueta (N).
En Oragarre (BN) antaño había cruces de madera hechas por el carpintero pero casi ninguna en hierro forjado. En ellas se prefería poner el nombre de la casa a la que pertenecía el muerto ya que éste perduraba más que aquél.
En Orozko (B) a principios de siglo las más comunes fueron las de madera, hechas con dos tablas ensambladas y pintadas de negro para los adultos y de blanco para los niños. No tenían inscripción alguna ni tallas y eran muy sencillas, ''olezko kurtziak egoten ziran, figura andi barik, unen barik''. En Carranza (B) algunas cruces de madera, de las que apenas quedan algunos ejemplares, presentan una inscripción sobre una pequeña placa de porcelana. En Aoiz (N) en la época de la guerra las cruces eran de este material por la falta de recursos, posteriormente se cambiaron por otras nuevas, de moda en ese momento.
{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:9.858cm;"|- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:4.928cm;padding-right:4.891cm;"|| LUGARES Y MODOS DE ENTERRAMIENTO |-|}En Orozko '''(B) '''a principios de siglo las más comunes fueron las de madera, hechas con dos tablas ensambladas y pintadas de negro para los adultos y de blanco para los niños. No tenían inscripción alguna ni tallas y eran muy sencillas, ''olezko kurtziak egoten ziran, figura andi barik, unen barik. ''En Carranza (B) algunas cruces de made- ra, de las que apenas quedan algunos ejemplares, presentan una inscripción sobre una pequeña placa de porcelana. En Aoiz (N) en la época de la guerra las cruces eran de este material por la falta de recursos, posteriormente se cambiaron por otras nuevas, de moda en ese momento.  Con el paso del tiempo se comenzaron a generalizar las cruces de hierro o hierro colado, ''burdinezko gurutzea. ''. Se constatan en Apodaca, Artziniega, Berganzo, Bernedo, Gamboa, Laguardia, Narvaja, Pipaón, Salcedo, Salvatierra, San Román de Campezo, Ribera Alta, Valdegovía (A), Amorebieta-Etxano, Bermeo, Lezama, Portugalete (B), Elgoibar (G), Allo, Aoiz, Artajona, Garde, Monreal, Murchante, Sangüesa, Viana (N), Hazparne, Sara (L), Ezpeize-Undüreiñe, Urdiñarbe y Santa-Grazi (Z).
En Artziniega (A) dicen que las cruces de hierro las traían los indianos. En Berganzo (A) y Orozko (B) se generalizaron tras la guerra civil las de hierro de forja con brazos afiligranados. Tenían una placa redonda u ovalada de porcelana blanca y en ocasiones ribete plateado o negro en la que se indicaba la identidad y fechas de nacimiento y muerte del fallecido, además de las inscripciones R.I.P. o D.E.P. y a veces también otras del tipo «Recuerdo de su esposo/a, hijo/as». Algunas llevaban motivos ornamentales como la reproducción de la fotografía del fallecido o de carácter religioso como el símbolo de la cruz, el rostro de Cristo Crucificado, la imagen de la Virgen y con frecuencia el Corazón de Jesús o un angelito. Otras tenían motivos vegetales.
El siglo pasado en Viana y Sangüesa (N) las familias con medios económicos colocaban en sus panteones cruces artesanales de varilla de hierro enroscada fabricadas por los artesanos locales. A principios de siglo en las localidades del sur de Navarra se generalizó un tipo de cruz de hierro colado que era adquirida en la vecina ciudad Logroño. En una placa de metal con superficie blanca figuraba el nombre del difunto y la fecha de nacimiento y defunción, a veces llevaba el retrato del muerto.
En Aria (N) las cruces más antiguas son las de caliza del cementerio viejo. Tienen forma de cruz aspada que se prolonga en forma de rectángulo. En el centro de la misma se halla un círculo de fondo blanco en el que figura la imagen de la Virgen o de Jesucristo. En ocasiones esta cruz se apoya en un pequeño podio. En el cuerpo rectangular se inserta la inscripción con el nombre del difunto, la fecha de defunción y/ o de nacimiento, los años, la fórmula funeraria y, a veces, una dedicatoria. Además de las cruces en piedra caliza hay otras de factura más reciente realizadas en mármol, la mayoría blanco. La cruz suele incluir una imagen de Jesús Crucificado, unos ropajes (figura metafórica de Cristo) o dibujos florales.  En Urdiñarbe (Z) la mayoría de las cruces eran de piedra, ''harriz kürütxiak. ''. En Santa Grazi (Z) se denominaban ''harkhürütziak. ''. También se hacían cruces de cemento: se tamizaba la tierra con un cedazo para separar las piedrillas, se mezclaban con cemento, y se echaba en los moldes. Estas cruces carecían de decoración y tampoco tenían ningún nombre, ni siguiera pintado.
En Carranza (B) se encuentran asimismo diversos tipos de cruces hechas con cemento, arena y marmolina (mármol molido) o en otros casos con cemento, arena y pedazos de mármol. En el centro de la misma lleva la inscripción sobre placa de mármol o porcelana.
== Estelas. Hilarriak == Las estelas discoidales<ref name="ftn26">Ó Las estelas vascas han sido ampliamente estudiadas y existe abundante bibliograña sobre el tema. Destacamos aquí por su importancia la siguiente: Eugeniusz FiANxowsxl. ''Estelas discoideas de la Península Ibérica. ''Madrid, 1920; L. Cocas. ''La Tombe Basque. ''
Las estelas discoidales<ref>Las estelas vascas han sido ampliamente estudiadas y existe abundante bibliografía sobre el tema. Destacamos aquí por su importancia la siguiente: Eugeniusz FRANKOWSKI. ''Estelas discoideas de la Península Ibérica''. Madrid, 1920; L. COLAS. ''La Tombe Basque''. Bayonne, 1923 y José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco. ''. San Sebastián, 1970. Cabe mencionar aquí a los investigadores Antxon Aguirre, Michel Duvert, Juan Cruz Labeaga y Francisco Javier Zubiaur, colaboradores en este volumen del Atlas Etnográfico. Cada uno de ellos cuenta con numerosos artículos sobre el tema. Con periodicidad anual se celebran congresos sobre la estela funeraria europea. En el apartado de bibliografía señalamos las actas correspondientes a los Congresos de Bayona, San Sebastián y Pamplona. </ref>0 </sup>estuvieron ampliamente extendidas por todo el territorio de Vascofia en tiempos pasados y son numerosas las que aún se conservan. A lo largo de este siglo y más en los últimos años han experimentado cierto resurgir, volviéndose a incluir en los monumentos funerarios.
En euskera recibe los nombres de ''hilarria, '', piedra de difuntos, y en algunos sitios ''ilargia, '', luz de los muertos o luna. Colas recogió también los nombres de ''gizona, '', hombre, y ''kurutze burubeltza, '', la cruz de cabeza negra<sup>5<ref name="ftn27">L. COLAS, . ''La tombe bosque, Tombe Basque''op. cit.Bayonne, 1923, p. 7 (nota a pie de página). </ref>, y Lafitte el de ''harri gizona, '', el hombre de piedra<ref name="ftn28">LarZPierre LAFITTE.E «Atlantika“Atlantika-Pirene-etako...», citsinheste zaharrak” in ''Gure Herria'', XXXVII (1965) p. 108. </ref> </sup><sub>. </sub>
En Azkaine y Sara (L) llaman a la estela discoidal ''gurutze biribila ''y en Urdiñarbe (Z) igual que a la cruz ''kürütxia. ''.
Aunque no sabemos dónde tuvo su origen, algunas son tan antiguas como las que hasta ahora han sido señaladas en otros países. Estas no tienen inscrita ninguna fecha. Entre las que sí la tienen, figura una de Isturitze (BN) que es del año 1501, según Colás<ref name="ftn29">Cotas, L. COLAS. ''La Tombe Basque, ''op. cit.Bayonne, 1923, p. 144. </ref>. En el cementerio de Heleta (BN) existen estelas que datan de 1609 y 1619, entre otras más recientes<ref name="ftn30">José Miguel de BAsc aDIARANBARANDIARAN. «Notas “Notas para un estudio de la vida en Heleta» Heleta” in AEF, XXXIV (1987) p. 70. </ref> </sup>.
Figura y símbolo de antepasados, la estela es durante los tiempos antiguos el monumento que señala una tumba y representa un hogar. Más tarde se empieza a consignar su pertenencia a una persona y a una familia. Tras una época de florecimiento, siglo XVII, su uso ha decaído hasta el punto de que, a finales del siglo pasado, nadie colocaba una estela discoidal sobre su tumba<ref name="ftn31">Idem, José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco, ''op. cit.San Sebastián, 1970, pp. 81 y -82. </ref> </sup>.
En varias localidades de Zuberoa se han recogido y conservado algunas estelas antiguas aunque no son utilizadas como monumento funerario sino ornamental. En el cementerio de Barkoxe (Z), en tiempos lejanos, debió de haber bastantes ya que algunas se rescataron de un muro de contención y se han colocado a lo largo del muro de la iglesia. En Ezpeize-Ündüreiñe (Z) también hay varias estelas discoidales utilizadas para decoración.
En San Martín de Unx (N) hay estelas discoideas que dejaron de usarse entre los siglos XIV  y XVI. En Sangüesa (N) han aparecido varias que proceden en su mayor parte de los cementerios antiguos de las iglesias de Santa María de Rocaforte, de la desaparecida de San Andrés y del convento de San Francisco. Una pequeña parte aparecieron en el despoblado de El Real ''y ''en una ermita. Se conocen en total 22 ejemplares. En una de sus caras, la dedicada a la vida eterna, representan la cruz de diversas maneras, abundando la ancorada. La otra cara representa la vida terrena del difunto: dos de ellas llevan figura humana, otra armas heráldicas como signo de nobleza y varias diversas herramientas del oficio del difunto.
En Viana (N) constituyen los tres monumentos funerarios más antiguos que se conocen en la localidad. Dos de ellos aparecieron en 1979 al desmontarse, por ruina, la torre parroquial de San Pedro; servían como material reaprovechado en un cuerpo de la torre, construido durante el siglo XVI sobre otro del siglo XIII.
La estela ha sido sustituida en la mayoría de las poblaciones por la cruz latina y aunque aún quedan restos de algunas antiguas, muchas de  [[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:5.761cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0cm;padding-right:0.012cm;" || LUGARES Y MODOS DE ENTERRAMIENTO |- |}]]Fig. 247. ''Hilarriak. ''Irulegi (BN).  ellas han sido reaprovechadas, como ya se ha visto, en la construcción de muros. La mayoría de las referencias recogidas sobre estelas en uso se refieren a monumentos de nueva creación.  Durante el presente siglo XX la estela ha reaparecido de nuevo en muchas tumbas como  una reacción ante el afán iconoclasta de las últimas décadas del siglo XIX<sup>56</sup>. Algunos cementerios que han sido remodelados han tomado este monumento como patrón formando conjuntos homogéneos, tal es el caso de Apozaga (Eskoriatza G), Auritz (N) y Mañuas (Bermeo-B). Este último, construido en el año 1925, fue reestructurado en los años sesenta colocando estelas funerarias en la cabecera de todas las tumbas familiares. En el de Apozaga las estelas dispuestas en círculo reflejan el oficio del difunto en una de las caras; también en el de Mañuas.  En Aramaio (A), concretamente en el cementerio del pueblo de Ibarra, a partir de las últi-  
Durante el presente siglo XX la estela ha reaparecido de nuevo en muchas tumbas como una reacción ante el afán iconoclasta de las últimas décadas del siglo XIX<supref>ss José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 83.</supref>Ibidem. Algunos cementerios que han sido remodelados han tomado este monumento como patrón formando conjuntos homogéneos, tal es el caso de Apozaga (Eskoriatza G), Auritz (N) y Mañuas (Bermeo-B). Este último, pconstruido en el año 1925, fue reestructurado en los años sesenta colocando estelas funerarias en la cabecera de todas las tumbas familiares. 83En el de Apozaga las estelas dispuestas en círculo reflejan el oficio del difunto en una de las caras; también en el de Mañuas.
mas En Aramaio (A), concretamente en el cementerio del pueblo de Ibarra, a partir de las últimas reformas sólo se colocan estelas, iguales entre sí pero variando la ornamentación.
También en Berastegi y Elosua (G) aunque muchas tumbas están presididas por una sencilla cruz de piedra o también de hierro fundido, en los últimos 15 ó 20 años se aprecia una tendencia a colocar estelas discoidales así como rotulación y epitafios en euskera.
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