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=== Osabedarra y uztabedarra ===
En Bermeo (B) se ha recogido un preparado denominado ''Kantarako botikea '' o ''Sabinaneko botikea ''(el ungüento del caserío Kantara o el ungüento de Sabina, que era la mujer que lo elaboraba). El ingrediente principal es la planta llamada ''osabedarra'', probablemente la hierba callera[[#ftn17|[17]]] <ref>Se trata de una planta esponjosa, sin fibras, con hojas gruesas de abundante carnosidad que nacen por parejas del tallo, de desarrollo rápido, que alcanza fácilmente de medio a un metro de altura.</ref> (''Sedum telephium''). La fórmula exacta del remedio se compone de un sebo de riñón de vaca, 400 g de manteca de cerdo, 500 g de resina y otros tantos de cera virgen, un litro de aceite de oliva y tres libras de ''osabedarra''. Todos los ingredientes se cortan en pequeños trozos, hojas y tallos incluidos en el caso de las plantas, y se ponen en una olla al fuego, una vez alcanzado el punto de ebullición a fuego lento hasta que se derritan totalmente. Luego se filtra y exprime a través de un trapo blanqueado con lejía y se deposita en un recipiente. Se cubre la boca de éste con papel plastificado que se anuda con un cordel. Una vez frío adquiere una consistencia dura y aceitosa presentando un color marronáceo.
En las localidades labortanas de Azkaine y Senpere, en los años treinta, se utilizaba un ungüento denominado ''tirakolon'', resultado de calentar los siguientes elementos: jabón ne- gronegro, ''xalboin beltza''; cera, ''etxe-ezkoa''; manteca sin sal, ''urin gatz garbia''; vino; grasa de gallina, ''oilo-gantza''; ajo machacado, aceite y nueve gotas de agua bendita. En Azkaine (L), también en este decenio, se recurría a la hoja de la planta llamada ''pika-belarra'', una hierba abultada y aceitosa, ''oliotsua'', que tras calentarla un poco al fuego se aplicaba sobre el divieso. En Lapurdi y Baja Navarra, según se constató en los años cincuenta del s. XX, para sanar forúnculos yabscesos la pomada casera más empleada era la llamada ''tiranta''. Se elaboraba mezclando los siguientes ingredientes: resina de pino, aceite, sebo, jabón corriente, ajo machacado y la planta denominada ''usubelharra ''(agrimonia)<ref>DIEUDONNÉ. “Medécine populaire au Pays Basque” in ''Gure Herria''. Tomo XXVI. Bayonne: 1954, pp. 195 y 197.</ref>.
En Zeanuri (B) contra los diviesos se aplicaba la hierba llamada ''uztaia ''y para hacerlos reventar, ''lapatxa'', bardana<ref>Recogido por Eulogio GOROSTIAGA: LEF. (ADEL). ''Uztai-bedarra ''era una yerba que servía para curar sarna y diviesos. Vide “Vegetales: Hierbas, plantas y flores” in ''Euzkerea. ''Núm. 11 (1932) p. 34.</ref>. En Ataun (G) se calentaba al fuego ''uztaua'', se untaba en aceite y se colocaba sobre el divieso que estuviera sin secar, cuando éste empezaba a supurar, ''zornatu ''o ''irauzti'', se ataba con una hoja de ''uztaua''. Si el divieso estaba ya seco, se ponía el emplasto y sobre él, ''uztaua''. En Busturia (B) y Arraioz (N) se calentaba en la chapa la hoja de la planta llamada ''bearri-belarra'', ombligo de Venus (''Umbilicus rupestris'') que es muy carnosa. Se le desprendía la piel y se ponía sobre el divieso que de esa forma se abría y extraía la porquería. En Gorozika y Amorebieta-Etxano (B) se aplica ''zanbedarra'', llantén. Se calienta una hoja de esta hierba y tras desprenderle la membrana, se coloca sobre el divieso durante largo rato hasta que se logre sacar el pus, ''materia''.
En Sangüesa (N) se aplicaba el ungüento casero consistente en freír en aceite, malvavisco, hierba amarilla, flor de saúco, manzanilla y cera virgen para que ligara. Según señalan los informantes “dejaba la pupa limpia, hacía carne y cerraba”. En Ataun (G) se ha recurrido a golpear una hoja de saúco, ''intsusa-ostoa'', y ponerla sobre la hinchazón.
En Zeanuri (B), según se registró a comienzos del s. XX, para quitar el ántrax, ''zuldarra'', había que arrancar la corteza al saúco, ''intsusa'', y meterla en orina de muchacho y frotar con ella la piel o el cuero afectado de ese grano; en Olaeta (A) decían que se quitaba bebiendo orina[[#ftn20|[20]]]<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 265.</ref>.
En Ribera Alta (A) una vez que estuviera el divieso a punto de reventar o ya reventado, se lavaba con agua hervida y se cubría con hoja de ''tuera'', conocida también como ''chupapús ''y una tela con objeto de que quedara limpio de pus y de residuos. En Amézaga de Zuya (A) aplican la ''chupamateria ''que se ha calentado previamente para que elimine la tez, también las hojas de las materias o lenguas de perro o cardo borriquero (''Dipsacus fullonum''), calentados de antemano. En esta localidad se ha constatado también que frotan con la savia de la “planta de yodo” que crece en las paredes (podría tratarse del ''Plantago major'', plantaina). En Abadiano y Carranza (B) se empleaba el látex exudado por la ''flor del yodo ''o celidonia (''Chelidonium majus''). En Agurain (A) pican el cardo (''Eryngium campestre'') y su líquido o una cataplasma hecha con él y lo ponen sobre el grano.
En Obanos y Sangüesa (N) se hacía un emplasto de malvas que se aplicaba directamente caliente para que madurase y sacase el pus. En Ataun (G) se cocía malva, ''malmea'', y cuando estaba bien reblandecida se untaba con manteca y se colocaba sobre el divieso; también se ha conocido aplicar leche cocida con malva y un emplasto hecho con malva, miga de pan y aceite frito. En Aiala[[#ftn21|[21]]]<ref>Andrés de AGUIRRE. “Medicina popular. Ayala” in ''Anuario de Eusko-Folklore''. Tomo I. Vitoria: 1921, p. 119.</ref>, Bernedo y Valdegovía (A) se ponía en los diviesos una hoja de malva (''Malva sylvestris'') con aceite y manteca.
En Busturia (B) para curar diviesos se utilizaba la planta denominada ''epai-bedarra'', sobre todo sus hojas que, desprendidas de las nervaduras, se untaban con manteca de cerdo y se introducían en el horno. Cuando estuvieran calientes se colocaban sobre el divieso para que lo abriera y supurara, expulsando toda la porquería. La utilización de la yerba llamada ''ebai-bedarra ''o ''zaldar-bedarra ''pasada en aceite se ha constatado también en Amorebieta-Etxano (B). En Zeanuri (B) al divieso, ''zaldarra'', se le aplicaba un emplasto hecho con yerbas de San Juan, ''San Juan bedarrak'', que se tenía sobre él durante veinticuatro horas[[#ftn22|[22]]]<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 262.</ref>. En Cripán (A) se empleaban las hojas llamadas “de Mata” para absorber el pus. En Bera (N) para los diviesos usaban la planta llamada ''Ama Birjiñ belarra ''(hierba de la Virgen) y contra el pus, ''balsamo belarra ''(''Calendula officinalis'')[[#ftn23|[23]]]<ref>Julio CARO BAROJA. ''La vida rural en Vera de Bidasoa''. Madrid: CSIC, 1944, pp. 166-167.</ref>.
En Pipaón y Amézaga de Zuya (A) aplicaban ''cerato'', que es cera virgen macerada después de calentarla, que ahueca el grano y elimina el pus. En esta última localidad se untaba con aceite calentado a fuego lento y una vez que se hubiera ablandado, se colocaba una gasa encima para que limpiara; en Elgoibar (G) se ponía al fuego la mezcla de resina y sebo y una vez elaborado el emplasto se colocaba sobre el divieso para que extrajera el pus, ''zornea''; en Aoiz (N) se ponían paños de cera derretida mezclada con resina; en Ribera Alta (A), en Allo y en San Martín de Unx (N) se cubría el divieso con cataplasma de mostaza o de mostaza con linaza.
En Nabarniz (B) se mezclaban bien aceite, cera amarilla y albayalde ''(orioa, argizari oria, ta albaialdea) ''y la emulsión resultante se ponía a cocer hasta que tomara color. Se aplicaba con una gasa o un paño al divieso y se dejaba sobre él, sujetado con esparadrapo, durante un tiempo. En Telleriarte (G) si la inflamación tenía ojo, ''begiduna'', se aplicaba un ungüento de aceite y jabón para reblandecerla, luego se apretaba para expulsar el pus, ''zornea''. Si la inflamación no tenía ojo, ''itxua[[#ftn24|[24]]]''<ref>AZKUE en su ''Diccionario Vasco-Español-Francés ''recoge en varias comarcas vizcainas la voz ''zaldar-itsua ''como equivalente a divieso sin orificio.</ref>, sólo el aplicarle calor podía ser suficiente para que se resumiera, ''izkutatu''. En Urzainki (N) se elaboraba una pomada fina con la hiel de cerdo, azúcar y manteca; la guardaban en un puchero de barro y se ponía en los granos con pus para que maduraran[[#ftn25|[25]]].
En Urzainki (N) se elaboraba una pomada fina con la hiel de cerdo, azúcar y manteca; la guardaban en un puchero de barro y se ponía en los granos con pus para que maduraran<ref>Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Tomás URZAINQUI. “Aplicación de la encuesta etnológica en la Villa de Urzainqui (II)” in CEEN, VII (1975) pp. 183-222.</ref>. También en Apellániz y Peñacerrada (A) se aplicaba hiel de cerdo. En Amorebieta-Etxano (B) se ha utilizado grasa de macho cabrío para que el divieso madure y cuando está blanco si se le revienta el ojo hasta sacar una gota de sangre, en dicho lugar no volverá a salir un divieso. En Bedarona (B) se frotaban las inflamaciones con un trozo derretido de grasa o de manteca.
En Aoiz (N) se calentaba en una sartén aceite puro de oliva y cuando estuviera bien caliente se agregaba cera virgen. Derretida ésta se echaban unos paños de algodón recortados en forma de cuadrados que absorbían la cera líquida con algo de aceite que quedaba en la parte de arriba. Una vez hubieran chupado lo suficiente, se sacaban, se dejaban enfriar y cuando se endurecían se ponían sobre el divieso. Era eficaz pues extraía el pus originado por la infección. En Izurdiaga (N) se aplicaba una pomada utilizando la siguiente fórmula: en una cazuela se calentaba aceite, azufre y cera virgen. Cuando se deshacían los componentes se introducía un paño en el líquido y se dejaba enfriar de forma que los ingredientes cuajaran en el paño que luego se cortaba en trozos para utilizarlos en función de las necesidades.
En el territorio de Navarra en las primeras décadas del s. XX, según recogió el P. Donostia, como remedio para curar el forúnculo se aplicaba una pomada que se obtenía de la cocción de los siguientes componentes: mantequilla, ''urina'', sin sal, sebo de candela seco y entero, cinco gotas de cera bendecida, siete gotas de agua bendita y nueve trocitos de ramo de laurel bendecido[[#ftn26|[26]]]<ref>APD. CARACOLES Y ARCILLA En Pipaón (A) aplicaban un emplasto de jabón con azúcarCuad. 5, de caracol machacado o cagaza de gallina caliente; ficha 517. También en Sangüesa (N) excremento José Antonio de paloma; en Berganzo DONOSTIA. “Quelques notes au sujet des médecins et médecines populaires au Pays Basque” in ''Gure Herria'', XXXIII (A1961) el emplasto de excremento de gallina lo empleaban contra los bultos en las rodillasp. 28.</ref>. En Arran-
En Amézaga de Zuya (A) aplican arcilla cocida con agua. Cuando está “caldosa”, se introduce en una bolsa y se coloca en la zona afectada. Sobre ella, un plástico, encima una lana y se mantiene así durante veinte minutos. En Elgoibar (G) se ha practicado un remedio que consiste en cocer la hierba denominada ''azeri-buztana ''(''Equisetum telmateia''), espadaña o cola de caballo y el líquido resultante mezclarlo con arcilla para que forme una masa que se aplica a la zona afectada.
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Se conoce un pequeño tumor denominado “barro” (del lat. ''varus'') que sale al ganado mular y vacuno, pero que ocasionalmente se da también en personas. Así en Ataun (G) se ha constatado que el divieso seco, ''itsu leorra ''o ''plamenkoa'', al originar el gusano es muy doloroso. Para curarlo se machacaban ajos, ''bara txuria'', y se elaboraba un emplasto con harina sin cerner, levadura, ''orrantza'', vinagre, aceite y los ajos fritos. Cuando comenzaba a curarse, se limpiaba bien con el agua de la cocción de la hierba llamada ''karmungo-belarra''. También se decía que para curar el divieso seco era bueno ponerse un emplasto hecho con ''lirio-belarra ''y harina, ''ogiriña''. En la encuesta de Izal (N) también se ha constatado una enfermedad denominada ''varos ''que hace un bulto del que sale un gusano.