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Frente al Santuario de Urkiola existe una gran piedra redonda a la que las muchachas daban y dan actualmente tres vueltas con el mismo fin de encontrar pareja (Durango-B).
En Apellániz (A) una eficaz manera de lograr novio consistía en acudir al Santuario de San Gregorio de Sorlada (Navarra) procurando pisar el ladrillo del templo que anteriormente hubiera pisado el muchacho preferido; o bien invocar al Santo casamentero por excelencia: San Antonio de Padua, aunque según aseguran también San Sebastián se consideraba eficaz en estas solicitudes<ref>Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU. “Apellániz, pasado y presente de un pueblo alavés” in ''Ohitura'', 0 (1981) p. 208.</ref>.
En Aoiz (N) fue costumbre hasta mediados de siglo que la joven soltera que quisiera tener novio se lavase el día de San Juan al amanecer en una fuente que brota en la orilla del río Irati y que se denomina "la fuentica de Gorriz" por hallarse cerca del pueblo de este mismo nombre. Según la tradición la moza que esa mañana se lavase la cara con el agua de la citada fuente encontraría novio antes que acabase el año. Este rito era acompañado por un desayuno que debía estar compuesto por chocolate hecho y bizcochos o galletas y para beber moscatel. No falta alguna mujer que recuerda haber realizado este rito y tuvo novio a los pocos meses.
En Erbi (A) también era costumbre que la muchacha que quisiera tener novio, al amanecer del día de San Juan se lavase la primera en la fuente del pueblo. En San Román de Campezo (A) se consideraban favorecidas todas las que lo hiciesen en un arroyo cercano<ref name="ftn9">Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU, "El . “El matrimonio en Alava", cit.Alava” in BISS, XV (1971) p. </ref><ref name="ftn10">201. </ref> </sup>. En la consecución de novio, además de la intercesión solicitada a los santos, existían otras costumbres que también favorecían el comienzo de unas relaciones. López de Guereñu recogió en Alava que se conseguía clavando un alfiler en el vestido de la novia. Otra fórmula consistía en coger el pañuelo de la persona amada; el mozo '''lo '''conservaba y ella lo devolvía después de lavarlo y plancharlo. Igual resultado daba el regalo de algunas flores del ramo que la novia llevaba en la ceremonia. Asimismo el trébol de cuatro hojas ser-