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Matrimonios convenidos por los padres

42 bytes añadidos, 17:01 4 abr 2019
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Los testimonios recogidos muestran que hasta principios de este siglo los matrimonios convenidos no fueron extraños en el territorio de Euskalerria. En este apartado nos referimos sobre todo a los matrimonios en que los padres decidían las parejas para sus hijos atendiendo a intereses de diferente naturaleza en mayor medida que a los deseos personales de los jóvenes. Entre estos intereses destacaba la laboriosidad y sobre todo la posición económica.
''== Casamientos por intereses económicos ''==
En un buen número de ocasiones la mayor preocupación de los padres era mantener el poder económico de la casa y a ser posible acrecentarlo.
En Orozko (B) los padres deseaban como es natural lo mejor para sus hijos, pero como también había que mantener la casa intentando mejorarla, era importante que las uniones 406 INICIOS DE LA RELACION AMOROSA se establecieran entre jóvenes de condición social similar. Llegado el momento el padre solía lanzar globos sonda a los padres de los posibles futuros consortes de sus hijos, pidiendo y ofreciendo bienes materiales así como indicando sus cualidades personales. Estas ofertas solían ser comunicadas y comentadas en el seno de la familia, por lo que los hijos podían dar su parecer sobre los jóvenes que se les proponían y a quienes habitualmente ya conocían. En algunos casos la relación amorosa había surgido entre los jóvenes con anterioridad a que los padres intentaran llegar a un entendimiento.
En Lezaun (N) era muy frecuente que los padres arreglaran las bodas de los hijos procurando buscarles casa con buena hacienda. En caso de matrimonios sin hijos casaban a dos sobrinos para que siguiera la casa, aportando un sobrino de cada parte. Aunque no fuera común señalan que a veces los padres casaban a la hija heredera con el mejor postor, siendo siempre una hija la que se veía en tal circunstancia.
En las áreas donde existía la costumbre de que fuese un único hijo el que heredase la casa y las tierras para no fragmentarlas, la preocupación consistía en casarlo con un miembro de otra casa de su mismo estatus.
En Las Améscoas (N) el contexto socio-económico condicionaba la elección de pareja en la que los padres tenían una intervención decisiva. El creer un deber la conservación del patrimonio familiar y el acrecentarlo en lo posible hacía que un solo hijo encontrara acomodo en la casa paterna. Los restantes se veían abocados a emigrar a América o a ingresar en un convento. Por tanto se pensaba "que el casarse a sueltas era un acto heroico". Con el nacimiento de los hijos las familias sopesaban su futuro con dichos como "para nosotros no hay acomodo más que en la casa tal" (una de la misma posición que la de ellos) y algunos padres para enfriar el entusiasmo de sus hijos por un matrimonio únicamente por amor advertían a sus hijos que "los que se casan a sueltas lloran mucho" por las dificultades que surgían al no contar con patrimonio seguro <supref>50</sup>.   50 Luciano LAPUENTE. ''Las Anséscoas. Améscoas, Estudio Históricohistórico-Etnográfico, etnográfico. ''op. cit.1990, p. 162.</ref>.
En Obanos (N) ha sido común que en familias con medios económicos y cuando se trataba del hijo heredero fueran los padres los que prepararan la boda, aunque si no les gustaba el pretendiente no les obligaran a casarse.
En Gatzaga (G) los padres intervenían en el matrimonio de sus hijos mayorazgos, preocupándose por el porvenir del caserío. Un elevado porcentaje de estos matrimonios se realizaban gracias a la intervención de los padres y de los sacerdotes pero, salvo muy raras excepciones, nunca llegaron a tener la fuerza de una imposición<ref>Pedro Mª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX. ''San Sebastián, 1986, pp. 141-142.</ref>.
51Según Urabayen en la zona septentrional de Navarra se elegía para hacer donación del patrimonio a uno de los hijos en el momento que éste contraía matrimonio. Eran los padres los que arreglaban la boda, contando poco con la voluntad de los hijos, que muchas veces no tenían antes del matrimonio sino un trato de pocos días, que únicamente servía para apreciar las condiciones físicas de la pareja. No se pasaba adelante sin contar con la voluntad de los hijos, pero no era común que éstos se opusieran a la elección hecha por sus padres. También había casos en los cuales el hijo tomaba la iniciativa<ref>Leoncio de URABAYEN. “Otro tipo particularista. El habitante del valle de Ezcabarte” in RIEV, XIII (1922) p. 394.</ref>.
una imposición .  Según Urabayen en la zona septentrional de Navarra se elegía para hacer donación del patrimonio El interés por concertar un buen matrimonio llevaba a uno de los hijos en el momento que éste contraía matrimonio. Eran los padres los que arreglaban la boda, contando poco con la voluntad a obligar a casar a alguno de los sus hijos, que muchas veces no tenían antes del matrimonio sino un trato de pocos díasnormalmente una hija, que únicamente servía para apreciar las condiciones físicas con el heredero de la pareja. No se pasaba adelante sin contar otra casa o con la voluntad de los hijosuna persona adinerada, pero no era común que éstos se opusieran a la elección hecha por sus padresaunque ésta tuviese una edad muy superior. También había casos en los cuales el
52 hijo tomaba En Aoiz (N) era común que los padres arreglasen el casamiento de sus hijos sin contar con la iniciativavoluntad de éstos.  El interés por concertar un buen matrimonio llevaba Los encuestados recuerdan que esto fue más frecuente a principios de siglo cuando los padres obligaban a obligar los hijos, especialmente a casar las chicas, a alguno aceptar al esposo que se les imponía aunque para ello tuvieran que romper con la relación que hasta entonces mantenían. Los motivos de tales arreglos eran casi siempre de índole económica; cuando un hombre volvía de América con fortuna los padres de las mozas veían en él un medio de elevar la riqueza familiar por lo que obligaban a sus hijoshijas, normalmente una hijageneralmente más jóvenes, a casarse con el heredero de otra casa o ellos. También era usual casar al tío con una sobrina y en las familias pudientes buscaban una persona adinerada, aunque ésta tuviese una edad muy superiorde igual o mejor situación económica para aunar las fortunas.
En Aoiz (N) era común que los padres arreglasen el casamiento de sus hijos sin contar con la voluntad de éstos. Los encuestados recuerdan que esto fue más frecuente a principios de siglo cuando los padres obligaban a los hijos, especialmente a las chicas, a aceptar al esposo que se les imponía aunque para ello tuvieran que romper con la relación que hasta entonces mantenían. Los motivos de tales arreglos eran casi siempre de índole económica; cuando un hombre volvía de América con fortuna los padres de las mozas veían en él un medio de elevar la riqueza familiar por lo que obligaban a sus hijas, generalmente más jóve-
# ARANEGUI, ''Gatzaga..., ''op. cit., pp. 141-142.
# Leoncio de URABAYEN. "Otro tipo particularista. El habitante del valle de Ezcabarte" in RIEV, XIII (1922) p. 394.
nes, a casarse con ellos. También era usual casar al tío con una sobrina y en las familias pudientes buscaban una persona de igual o mejor situación económica para aunar las fortunas.
En Beasain (G) en los años treinta los padres obligaban o indicaban a la hija la persona con quien debía casarse a lo que ella accedía en la mayoría de los casos. Esta situación se daba sobre todo cuando el pretendiente era el mayorazgo de algún caserío. La misma situación se registraba en Bidegoian (G) donde fueron numerosos los matrimonios concertados por los padres hasta la década de los cincuenta.
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