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Adornos vegetales

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Para adornar las fachadas también se ha recurrido a elementos que no formen parte de la construcción en sí. Han estado bastante extendidos las parras y los tiestos con flores. El recurso a los tiestos está ampliamente generalizado y su atención es una práctica mayoritariamente femenina. No es infrecuente que exista una competición soterrada entre vecinas por mostrar más y mejores flores. Pero su cultivo no es reciente, aunque sí en tiestos. En épocas pasadas se cultivaban en un trocito de la huerta, algunas con una finalidad práctica como los crisantemos que se dedicaban a adornar las sepulturas y otras con un fin meramente ornamental como margaritas, claveles, hortensias, calas o azucenas. También han sido frecuentes los rosales.
[[File:2.269 Casa engalanada con tiestos. Elizondo (N) 2010.JPG|framecenter|600px|Casa engalanada con tiestos. Elizondo (N), 2010. Fuente: Archivo particular Miren Ibarluzea.|class=nofilter]]
Sí que es más reciente el cultivo de hiedras que trepan por las paredes y muestran bellos colores rojizos días antes de perder las hojas. Sin embargo se ha evitado que crezca la hiedra común por considerarse que con el tiempo es capaz de derribar los muros. De hecho una pared cubierta de esta última es un inequívoco indicio de abandono.
En muchos caseríos de Abadiño (B) hay en la fachada piedras salientes con un agujero central cuya función fue la de sujetar las parras de vid.
[[File:2.270 Mahats-parrentzako harriak anillos de piedra para sujetar la parra. Abadiño (B) 2005.JPG|framecenter|600px|Mahats-parrentzako harriak, anillos de piedra para sujetar la parra. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Abezia (A) las parras o las hiedras suelen estar presentes en buena parte de las fachadas de las casas, a menudo sobre la puerta y extendiéndose en línea horizontal, al igual que algunas macetas. En Berganzo y Valle de Zuia (A) las fachadas se adornan igualmente con parras de uva, hiedras y macetas. En Ezkio-Itsaso (G) era frecuente ver en la fachada o por la parte de las habitaciones parras que defendían la casa de los calores del verano. En Kortezubi (B) en algunos caseríos existía un emparrado de uva que protegía el portal contra el viento y el sol del estío.
En Aria (N) las galerías se decoran en primavera y en verano con numerosos tiestos con flores.
[[File:2.271 Apartamentos adornados con surfinias. Mundaka (B) 2010.jpg|framecenter|600px|Apartamentos adornados con surfinias. Mundaka (B), 2010. Fuente: Segundo Oar-Arteta (Begoña Esponera), Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Apellániz (A) son abundantes las flores que aparecen por todas partes plantadas en toda clase de recipientes: tiestos puestos en anillos de hierro sujetos a la pared, pequeñas parcelas enmarcadas entre trozos de trillo o baldosas viejas, cubiertas de coches, cajones de madera, pucheros usados de barro o de hierro, cazuelas, baldes, pozales, latas y cuanta vasija estropeada pueda contener tierra.
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