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Remedios para curar el reumatismo

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== Aplicación de calor ==
La aplicación de calor sobre la región afectada se considera conveniente ya que alivia el dolor (Oñati-G; Goizueta-N; Bedarona, Zeanuri<ref>Andoni REKAGORRI. “Medicina en la comunidad pastoril de la Sierra de Gorbea” in ''Etniker Bizkaia''. Núm. 5-6 (1992) p. 80.</ref>-B).
En Lekunberri (N) el dolor producido por el reuma se solía atenuar a base de aplicar calor seco, calentando previamente un paño. En Agurain (A) también se recomienda aplicar calor seco.
En Moreda (A) para aplicar el calor dicen que conviene ponerse ropa caliente, colocar bolsas de agua o cualquier otro medio que confiera calor a la parte afectada. En casa se colocan junto al radiador de la calefacción y antiguamente cerca de la cocina económica.
Una peculiar forma de aplicar calor ha sido la recogida en las poblaciones alavesas de Bernedo y Amézaga de Zuya, donde se introdu- cían introducían las piernas en el horno después de que se hubiera cocido el pan y hubiera bajado la temperatura.
En Olaeta (A) se hacía un gran fuego en el horno, después se limpiaba con estropajo y se  introducía al enfermo en el mismo, manteniéndole allí hasta que se enfriase el horno<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 261.</ref>.
En Apodaca (A) se recogen muchas hojas de yedra y se calientan sobre la chapa de la cocina. Si se trata de una cocina baja se ponen en un caldero. Cuando están muy calientes se meten en un saco de los de arpillera. La persona que tiene reuma o lumbago se introduce dentro del saco a excepción de la cabeza y permanece un buen rato. Dicen que para el día siguiente ya está curada. En Bedarona (B) se aplicaban por la noche hojas de berza calientes.
Otra forma de aplicar calor ha sido mediante vahos.
En Zerain (G) se considera bueno tomar vahos durante nueve días seguidos de la siguiente forma: se cuecen juntas nueve hojas de nogal y cinco flores de saúco, y cuando está hirviendo el agua se coloca el recipiente en el suelo. Encima se pone una silla donde se sienta el enfermo desnudo. Con una manta se le cubre desde el cuello hasta abajo, dejando la cabeza fuera. Cuando acaba de tomar los vahos se le seca bien. Normalmente se toman por la noche antes de acostarse y se piensa que es un remedio muy eficaz. También son recomendables los vahos donde se ha cocido hiedra. En Valdegovía (A) los vahos son de saúco. En Ataun (G) cuando el reuma producía inflamación se cocían flores de saúco, ''intxusa-lorak'', y se aplicaba el vapor. También se cocía romero en vino y cuando estuviera hirviendo, con el vapor se “ablandaba” el reuma. O se cocía hiedra, ''untze'', y se aplicaba el vapor, tras lo cual se envolvía con una manta al afectado. En Hondarribia (G) bajo una silla sin asiento se ponía agua hirviendo en un brasero con hierbas varias como romero e incienso. El afectado se inclinaba sobre ello y se tapaba  con una manta resistiendo el vaho y el calor. Solía acabar completamente sudado.
En Obanos (N) se toman vahos de ortigas o ''achunes ''o de cal viva. Se pone un gran puchero con agua a hervir y se cuecen allí ortigas y a falta de ellas, cuando hierve, se echa un puñado de cal viva. Se coloca al paciente sentado en una silla con el puchero entre las piernas y se le envuelve con una manta para que reciba el vaho.
En Telleriarte (G) se aplicaba el vapor de varias plantas. El vapor de la piedra caliza, ''kare-arria'', se consideraba muy bueno por mitigar el dolor de los que padecían reuma. En Ataun (G) cuando producía rigidez se echaban piedras calizas rusientes a la leche y se aplicaban los vahos sobre la zona rígida.
En Astigarraga (G) tomaban vahos de asiento como remedio para lo que llamaban reuma gota. Pero en esta ocasión el elemento utilizado en la cocción eran pezuñas de ternero recién sacrificado, que se traían del matadero aún humeantes. En esta misma población para combatir el reuma y la artrosis se recurre a vahos de alcohol.
En Bera (N) para el reuma ponían a cocer en una caldera con agua, vino, canela y una pata de vaca. Cuando estaba hirviendo se cogía una manta o sábana grande y colocándola holgadamente sobre el cuerpo, se recibía dicho vapor<ref>Julio CARO BAROJA. ''La vida rural en Vera de Bidasoa''. Madrid: 1944, p. 167.</ref>.
En Oiartzun (G) cuando alguno sentía los dolores causados por el reuma, para aliviarlos debía tomar sahumerios de hiedra, ''untza''. Se ponía una teja curva con la parte cóncava hacia arriba y en la misma se depositaban unas cuantas brasas o tizones encendidos. Encima de los mismos se echaban hojas de esta planta y después se colocaba la parte del cuerpo dolorida, algo distante y cubierta por una manta para que no escapase el humo<ref>Recogido por Florencio PORTU: LEF. (ADEL).</ref>.
En Ataun (G) se arrojaba romero a las brasas y se aplicaba el humo resultante, o se obraba del mismo modo pero echando un poco de aceite y un ajo.
En Mendiola, Valdegovía (A) y Astigarraga (G) se ha recurrido a las friegas con alcohol de romero; en Ribera Alta (A) con alcohol normal o de romero; en San Martín de Unx (N) con alcohol normal o alcanforado y en Murchante (N) con alcohol de romero o alcanforado.
[[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image011.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.425cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Asimismo se han recopilado algunos tipos de fricciones en los que la preparación de los componentes es más elaborada o bien se ha recurrido a productos diferentes a los citados. |- |}]]En el Valle de Erro (N) cuando dolían las articulaciones se frotaban con aguarrás. También se ha recurrido a este producto en Berganzo, Pipaón (A); Améscoa y Sangüesa (N). En Ataun (G) se echaba yema de huevo a medio litro de aguarrás, mezcla que se colocaba sobre la zona dolorida durante un día completo. Después se volvía a mezclar y con ello se frotaba la parte afectada dos veces al día hasta que desaparecía el dolor. Asimismo se han recopilado algunos tipos de fricciones en los que la preparación de los componentes es más elaborada o bien se ha recurrido a productos diferentes a los citados.
En Aoiz (N) se pone un puñado de eucaliptos, dos ajos, un poco de alcohol puro y yodo en una botella con agua hasta llenarla. Se deja macerar y luego con ello se dan friegas en la zona afectada.
En Ataun (G) se machacaban las pepitas de gamón, ''irustarbiaren pipitak'', se mezclaban con alcohol y se guardaban en una botella. Este remedio se aplicaba mediante friegas.
En Gorozika (B) se recurre al agua de pita, ''pitaren ura, '', pero se dice que hay que utilizarla con cuidado ya que si no quema; también se considera bueno aplicar el jugo de bayas rojas, ''potin gorritxuen ura, '', que suele haber al lado de los arroyos''. ''En Izal (N) aconsejan igualmente frotarse con pita tras quitarle el pellejo o con ortigas. En Ataun se consideraba bueno frotar la zona con agua de ágave americana, ''erroma-'' ''-belarra''.
En Bedarona (B) se frotaban con ortigas, ''asun baltzak'', y con el líquido que se obtenía de machacar ''sasi-okanak, '', ciruelas silvestres.
En Améscoa (N) frotaban la parte afectada con ortigas o con ajos. En San Martín de Unx (N) con vino cocido con romero, con ortigas o fomentos calientes.
En Zerain (G) recogían los granos de la uva silvestre, ''txori-matsa ''o ''txori-aienaren piporrak'', y frotaban con ellos la zona dolorida. En Amorebieta-Etxano (B) recogían una planta que denominaban ''onura-bedarra'', la partían en trocitos y con el montón obtenido frotaban la zona afectada.
En Ataun se trituraban las pepitas rojas del gamón, ''irasarbiaren pipitak'', y se frotaba la zona dolorida con la masa obtenida, tras lo cual se dejaba encima sujetándola. También se cocía sauquillo, ''anduerea'', en una cazuela, se humedecía un paño y se frotaba la zona. Asimismo se cocía saúco, ''intxusea'', en aceite hirviendo y se mezclaba con estiércol de yegua, que tenía que ser recogido fuera de la cuadra; luego se colaba por un trapo y se realizaban las friegas con el líquido obtenido.
En Abadiano (B) se recurría a menudo a los baños, sobre todo la gente adinerada. Pero incluso los que contaban con economías más modestas acudían a los mismos en caso de enfermedades. Eran famosos los baños de Zestoa (G) y Arnedillo en La Rioja, y más cercanos los de Zaldibar (B). Cuando más se utilizaban era en los casos de reuma.
En Valdegovía (A) se acudía también a Arnedillo y al balneario de Fitero en Navarra. La época apropiada para asistir a los mismos era el final del verano y el principio del otoño. Se iba para el tratamiento del reuma. La asistencia a estos balnearios no sólo es propia de los [[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image057.gifImagen74.png|top]]Fig. 116. Balneario de Zestoa (G). tiempos actuales sino también de los pasados, con la salvedad de que antaño no estaban al alcance de todos los bolsillos.
En San Martín de Unx (N) quienes podían pagárselo acudían a los baños de Tiermas (Zaragoza), Fitero, Betelu (N) o Panticosa (Huesca).
Como ya se ha indicado en los párrafos anteriores uno de los balnearios al que con más frecuencia se ha acudido es al de Arnedillo, en La Rioja. Así en Amézaga de Zuya (A) acudían para aliviar sus dolores de huesos tomando baños de agua y barro, y en Lezaun (N) en los casos graves de reumatismo. En Bernedo (A) las personas mayores que por culpa del reuma quedaban torpes de las piernas e incluso padecían dolores iban dos veces al año, en primavera y otoño. En Ribera Alta (A) para sanar problemas reumáticos o de articulaciones acudían anualmente en los meses de septiembre u octubre y en Oñati (G) en agosto o septiembre.
[[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image059.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.505cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Fig. 117. Casa de baños “La Bañera” junto a la iglesia de Mundaka (B), 1984. |- |}]]En Aoiz (N) el uso de baños ha sido y es bastante frecuente, principalmente entre las personas de más edad. Los lugares a los que se acudía y se sigue acudiendo son Tiermas, que se halla cercano a esta población aragonesa, y Fitero. Se asiste a los mismos cuando se padece una enfermedad o una o dos veces al año para prevenirla. En la actualidad se va a Tiermas en verano, pues en ese momento bajan las aguas del pantano que lo cubre. También aprovechan entonces para tomar baños de lodo. En Sangüesa (N) también se acudía a Tiermas.
En Zerain (G) ha habido costumbre de ir a tomar baños contra el reuma a Fitero. Una informante de Munitibar (B) recuerda que su padre acudía todos los años andando hasta Lekeitio (B) a una casa de baños donde los tomaba durante unos diez días. Había personas que también asistían al balneario de Urberuaga, cerca de Markina (B). En Apodaca (A) antiguamente acudían al de Sobrón en Álava. En San Martín de Unx (N) se acercaban a los baños de Fitero. En Lekunberri (N) se iba a los de Betelu y algunas mujeres a los de Zestoa. En Obanos (N) los había que acudían hace más de cincuenta años a los de Belas coain y Fitero ambos en Navarra.
En la actualidad esta práctica se está generalizando mucho entre las personas mayores, que se acogen a las ayudas ofertadas por los organismos provinciales y estatales. Suelen tomar los baños en novenas, es decir, en tandas de nueve días (Allo-N).
 
 
 
 
 
 
 
En Mundaka (B) se tomaban baños de agua de mar en una casa conocida como “La bañera” que se encuentra junto a la iglesia parroquial. En Gernika (B), donde en otoño se iba a Arnedillo a los baños de barro, en primavera se acudía a la casa de baños de Mundaka a tomar baños de algas.
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