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:Tinter, lanter. / ¡Vete! Trae una rama / te haré un silbato. / ¿De qué? / De un renuevo de castaño. // Cantando ''txirula, mirula''. / Si estás sudando, / kris, kras, sal.
El mismo autor cita otra versión procedente de la Barranca de Navarra:
:''Txulubite-malubite''
:''Prantziaren sartu,''
:''Españaren at'ra (atera).''
:''Nere txulubite gaixoa,''
:''oxorik, bixirik atera;''
:''oxorik, bixirik atera.''
:''Ttittu bien; ttittu bien;''
:''urik eztau iturrien.''
:''Ttittu bien; ttittu bien;''
:''urik eztau iturrien''<ref>José Antonio de DONOSTIA. “Apuntes musicales de folklore vasco” in ''Yakintza'', I (1933) p. 153. Partitura del mismo autor: “Tinter lanter” in ''Gure Herria'', X (1930). Anexo musical, p. 152.</ref>.
:''Txulubite-malubite'' / meterlo en Francia, / sacarlo en España. / Mi pobre silbato, / sacarlo entero, vivo. // ''Ttittu'' bien; ''ttittu'' bien; / no hay agua en la fuente. [[File:P.690 TXULUBITE-MALUBITE (La Barranca-N).JPG|thumb|TXULUBITE-MALUBITE (La Barranca-N)|800px]] En Uharte-Hiri (Ip) entonaban simplemente: «''«Xirula Xirula mirula, hauntadi», hauntadi''», silbo silbito, levántate y en Eugi (N) mientras hacían la ''chulubita ''decían esto: «''«Bai Bai txistu ez mutu», mutu''», que silbe que no sea muda.
Tras el golpeteo, para comprobar si la corteza ya se ha desprendido se cierra la mano alrededor del tallo y se trata de hacerla girar. Si ofrece resistencia se continúa golpeando hasta que por fin se logra deslizar en torno al palo central.
Se ha registrado alguna forma más para proceder al descortezado. En Galdames (B) se oprime la ''piel ''de delante hacia atrás, como si se raspase, al objeto de que ''sude ''y se separe.
Los anteriores son los pasos comunes que muestra el proceso de elaboración de los silbatos. Como es lógico, existen más elementos similares entre unas poblaciones y otras, tanto antes de desprender la piel como durante el proceso final de fabricación; pero como muestran mayor variabilidad se incluyen en las descripciones que siguen, realizadas población por población.
En Gamboa (A) se cortaba una rama de aproximadamente 15 cm de longitud y 2 de diámetro. Con la navaja se practicaba una muesca junto al extremo cortado a bisel (fig. 260a). A continuación se realizaba un corte superficial = • 1 = = Fig. 260. Silbo. Gamboa (A). {{clear}}[[Image:Picture 2003.png|none]]{{clear}}[[Image:Picture 2005.png|none]]a [[Image:Picture 2017.png|top]] Fig. 261. Pito. Murguía (A). en el centro y recorriendo toda su circunferencia. Después se descortezaba la rama (fig. 260b) y se hacía un rebaje desde la muesca hasta el extremo biselado (fig. 260c). Tras la anterior operación se introducía la corteza desprendida en su posición inicial (fig. 260d). De este modo ya estaba preparado el silbo. Para hacerlo sonar sólo había que disponer el extremo biselado entre los labios y soplar. En algunas ocasiones se introducía una ''pita ''o lengüeta hecha de madera en la ranura por la que se soplaba. Con ello se reducía el volumen de la cavidad por donde circulaba el aire consiguiendo así un sonido más agudo (fig. 260e).
En Murguía (A) uno de los extremos se corta a bisel y a unos 2 cm de él se practica una hendidura dando primero un corte perpendicular al eje longitudinal del tallo ''y ''después otro oblicuo. A otros 8 ó 10 cm se realiza un corte que abarca todo el perímetro del palo (fig. 261a). Después se golpea con la navaja para que ''sude ''y se extrae la corteza.
Una vez sacado el canuto de corteza se cercena el palo a la altura del corte vertical del escote, quedando un taquito con forma de cilindro truncado que se rebaja longitudinalmente por el lado opuesto al bisel (fig. 261b). Después se corta el extremo libre del palo y se introducen ambas piezas en el canuto de corteza, cada una por el extremo que le corresponda (fig. 261c).
Existe otra forma de realizar el ''pito ''que se representa en la figura 261d. Ambas tienen ventajas e inconvenientes. El primer silbo ofrece la ventaja de que se puede modificar el tono de la nota variando el volumen de la cámara de resonancia, para lo cual se introduce o se saca el palo a modo de émbolo; sin embargo, el taquito o ''pita ''se mueve fácilmente al estar suelto y toda la estructura resulta más endeble al constar de dos piezas.
En Carranza (B) al igual que en la anterior localidad alavesa se han construido dos clases de silbos, utilizando procedimientos y obteniendo resultados similares a los descritos.
En este valle vizcaíno, para separar la corteza, se solía hacer un par de cortes paralelos a escasa distancia uno del otro. Después, una incisión central y perpendicular a los mismos permitía introducir la punta de la navaja y arrancar un anillo de corteza (fig. 262a).
La embocadura no se cortaba a bisel sino que se rebajaba hasta que adquiriese una curvatura convexa. El corte oblicuo de la cuña superior también era convexo (fig. 262b). Las otras diferencias relacionadas con el volumen de la cámara de resonancia o la forma de crear ésta cuando la estructura interna se hacía de una única pieza se pueden apreciar en los dibujos c y d de la figura 262.
A veces estos silbos no pitaban a la primera o no lo hacían bien, por lo que nuevamente había que extraerles la corteza y retocar el núcleo. Como en todo, también para esta actividad había niños más habilidosos que otros.
Por mucho esmero que pusiese el chaval en su fabricación y por muy perfecto que fuese el resultado final, estos silbos tenían una breve duración ya que en cuanto se secaban dejaban de funcionar. DB <u>E C</u> I VO Fig. 263. Chulubita. Romanzado y Urraul Alto (N). da adecuada y después se cortaba la ''piel ''para marcar los agujeros. Para extraer la corteza se le propinaban unos golpes 'suaves y a continuación se rebajaba el palo y se volvía a colocar la ''piel '' En Galdames (B) una vez se extrae la corteza, al palo central se le corta un pedazo y se le da la forma que se muestra en la figura 264a. Luego se introduce nuevamente en la ''piel, ''a la que se le practica una muesca y en ocasiones unos agujeros en el extremo opuesto (fig. 264b).