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La relacion de la casa con el clima

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Las condiciones climáticas han afectado a prácticamente todos los elementos que forman parte de la estructura de una casa, especialmente los exteriores, que son los que aislan el habitáculo ocupado por las personas y a menudo también por los animales.
Además fue habitual en tiempos pasados que alrededor de las casas aisladas se plantasen árboles que las protegiesen, sobre todo altejado, de la acción del viento, y que proporcionasen sombra durante el verano. Dos informantes expresan bien esta idea al afirmar que los árboles en torno a la casa la resguardan del viento: ''“arboleak haizea hartu egiten dau eta etxea jabon” ''(Ajuria-B) y ''“arboleak haizea zaintzen dau” ''(Nabarniz-B). Con este fin las especies más valoradas han sido de hoja perenne como la encina y también el laurel.
2 Idem. “Establecimientos humanos. Pueblo de Kortezubi”, cit., p. 45. 3 Idem. “Pueblo de Ataun...”, cit., p. 7.  {| style="border-spacing:0;width:15.63cm;"|-| style="border:none;padding:0cm;" | Fig. 34. Encinas protegiendo una casa de Muxika (B), 2011.| align=center style="border:none;padding:0cm;" | [[Image:Irudia6.png|top]]|-|}tejado, de la acción del viento, y que proporcionasen sombra durante el verano. Dos informantes expresan bien esta idea al afirmar que los árboles en torno a la casa la resguardan del viento: ''“arboleak haizea hartu egiten dau eta etxea jabon” ''(Ajuria-B) y ''“arboleak haizea zaintzen dau” ''(Nabarniz-B). Con este fin las especies más valoradas han sido de hoja perenne como la encina y también el laurel. ''Los muros, los huecos y la orientación''==
Es general que allí donde el invierno es frío y húmedo e incluso cuando se dan pronunciados contrastes entre el frío invernal y los calores del estío, los muros sean gruesos para así reforzar su capacidad de aislamiento. Otras estrategias comunes consisten en abrir ventanas pequeñas, presentar fachadas orientadas al sur o al este y que escaseen los huecos en la pared que mira al norte.
En Goizueta (N) los inviernos son suaves. El grosor de los muros de las casas del pueblo es reducido; sin embargo, en los caseríos las paredes orientadas al norte suelen ser más gruesas que las restantes para así defender mejor el interior contra el frío.
En Ataun (G), en muchas casas, los muros laterales rebasan el plano de la fachada, avanzando casi medio metro o algo más. Tal saliente se llama ''arrortz''. La fachada queda así protegida contra los vientos que soplan a ambos costados. En esta población a mediados del segundo decenio del siglo XX eran contadas las casas que presentaban sus portales orientados al norte, la mayoría los tenían dispuestos hacia el sur y el este, y también el oeste. Eran  {| style="border-spacing:0;width:15.63cm;"|-| align=center style="border:none;padding:0cm;" | [[Image:Irudia7.png|top]]| style="border:none;padding:0cm;" | Fig. 35. Muro norte carente de huecos. Mendata (B), 2011.|-|}igualmente escasas las ventanas abiertas al norte lo que contribuía a proteger la casa contra los fríos del invierno. En este sentido, sobre todo en las paredes de la cuadra, había una estrecha ventanilla a modo de saetera que llamaban ''zizkillu zulo''<supref>4Ibidem, p. 8.</supref>.
El clima de Moreda (A) se caracteriza por sus inviernos fríos lo que ha influido a la hora de construir las casas. Las paredes que dan al norte apenas poseen ventanas o si las tienen son estrechas con el fin de evitar que penetre el viento frío. Las fachadas principales están orientadas hacia el este o sur.
En Berastegi (G) todos los caseríos tienen su fachada principal orientada al sol. Por contra la pared que da al norte aparece prácticamente cegada, con huecos o ventanas muy pequeños a fin de que el interior no se enfríe.
En Hondarribia (G) al ser el este la zona menos expuesta, los muros norte, sur y oeste se hacían de piedra, mientras que el este se construía de piedra en la primera planta y en la parte superior se finalizaba de igual forma o empleando tabla o ladrillo. Consideran aquí que no se debe olvidar que el viento que sopla de la mar en invierno es fuerte y frío. Por esa razón, la puerta principal solía estar en el este 4 Ibidem, p. 8. o en el sudeste, ya que al oeste queda la mar. En la pared que da al oeste no hay ventanas, a lo sumo una aspillera. Por esta misma razón las casas están muy agrupadas al objeto de lograr una mejor protección durante el rudo invierno y sombra en el verano.
En Orexa (G) el norte y el sur son consideradas orientaciones malas porque sopla muy fuerte el viento. Cuando la casa tiene esa disposición, las puertas obligatoriamente deben estar cerradas; sin embargo al este pueden quedar abiertas puesto que se trata de una orientación muy buena.
En Lesaka (N) los caseríos están casi siempre en las partes más resguardadas de los vientos y para defenderse de ellos plantan castaños y otras clases de árboles, así como para tener sombra. La fachada se orienta al sur y al este, la dirección de donde menos soplan, aunque esto no sea general. La distribución de los huecos corresponde asimismo a esta regla. En la planta baja hay saeteras que se cerraban en invierno con helechos y paja para resguardar el interior del frío<supref>5CARO BAROJA, “Algunas notas sobre la casa en la Villa de Lesaka”, cit., pp. 76-77.</supref>. En Goizueta (N) las casas construidas en zonas sombrías son más cerradas. Sus apertu-
5 CARO BAROJA, “Algunas notas sobre la casa En Goizueta (N) las casas construidas en la Villa de Lesaka”, citzonas sombrías son más cerradas., pp. 76-77.ras Sus aperturas son pequeñas y las paredes que dan al norte gruesas. Las situadas al oeste, sin embargo, son un poco más abiertas sobre todo en las paredes orientadas al sur. Las del núcleo urbano tienen mayor número de huecos y estos son de dimensiones superiores a los de los caseríos y bordas. Los edificios que se construyen hoy en día son prácticamente iguales sean de la calle o del monte; esto también afecta a la restauración de caseríos.
En Allo (N) la dirección de los vientos dominantes y la trayectoria del sol determinan la orientación de la casa y el número, tamaño y disposición de sus huecos o ventanas. De igual modo la pluviosidad y la frecuencia de las nieves condicionan la forma de los tejados, su grado de inclinación y el vuelo de los aleros.
Sangüesa (N) se halla situada entre las tierras resecas del Ebro y las norteñas montañosas de clima oceánico con abundantes y regulares precipitaciones. El clima es mediterráneo con cierto matiz continental. Las oscilaciones entre el día y la noche son constrastadas. Es muy frecuente el cierzo o viento norte. Estos condicionantes repercuten en la estructura de la casa de tal manera que se han construido unas junto a otras para resguardarse del frío y del calor y con unas fachadas muy estrechas con poco contacto con el ambiente exterior. La escasez de nieves ha permitido unos tejados con una inclinación de 30 grados, a veces algo más. El cierzo es el responsable de que en las fachadas orientadas hacia el norte se abran pocos huecos.
''== El tejado y las construcciones anejas''==
En el tejado también se aprecia la influencia del clima tal y como se verá en el capítulo correspondiente. Así mismo en las características del portal.
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