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Preparacion de las tierras de cultivo

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– Regar. Para los cultivos de regadío es necesaria una labor suplementaria consistente en la colocación de un entramado de tubos y aspersores que se lleva a cabo cuando el crecimiento de la planta todavía no está muy avanzado, allá por el mes de junio, con el fin de iniciar el riego. La época de riego abarca desde los meses de junio a septiembre en los casos de época muy seca aunque dicha necesidad dependerá de las precipitaciones naturales. Tradicionalmente se ha asegurado el riego mediante canalizaciones con compuertas, balsas, pozos o sistemas manuales.
– Recolectar con sus secuelas de limpieza, en su caso desgrane, transporte, almacenamiento, etc. Para ello se ha servido el agricultor del uso de simples herramientas de trabajo si bien se ha producido la sustitución progresiva del procedimiento manual por el mecánico, con una maquinaria cada vez más especializada y compleja.'' == El área mediterránea''==
En Abezia (A) las labores en fincas, ''raínes ''y heredades siguen estos pasos:
Abonar''. ''El abonado con estiércol de las fincas se lleva a cabo antes de ''maquinar'', en octubre y con luna menguante. En todo caso, al sembrar el trigo se echa nitrógeno para quitar el ''hondón ''(grano negro). En la huerta se vierte ceniza, estiércol y la ''basura ''que se genera en casa.
Arar o maquinar. En el caso de la avena, lo normal es arar entre octubre y la mitad de noviembre (por san Martín). Con otros cereales como el trigo o la cebada suele ararse en noviembre o diciembre. En cuanto a la cebada, lo corriente era proceder a estas labores en febrero o marzo.
Rastrear. A continuación se suele ''rastrear ''o pasar el rotavátor para dejar mullida la tierra.
Sembrar. Para sembrar a voleo es preciso ''mar-cenarmarcenar'', es decir, hacer ''marcenes''. Se trata de una operación consistente en poner marcas con paja y, más habitualmente, con ramas de avellano, para saber por dónde se ha echado la simiente a la hora de ''simentar''. Lógicamente, el tamaño de los caminos que se van marcando depende de la largura del brazo del hombre que va a sembrar; sin embargo, suelen seguir los surcos que deja el maquinado (tres metros, poco más o menos). Los niños suelen ser los encargados de colocar las marcas. Los informantes recuerdan que las consecuencias de una deficiente ''simentada ''eran muy evidentes.
Trapear. Pasar la ''trapa ''para cubrir la simiente.
''Narrear, rastrear ''o pasar el rotavátor. A veces es necesario pasar la ''nárrea'', el rotavátor o ''rastrear ''para romper ''torrones ''y dejar mullida la tierra.
En Apodaka (A) se maquinaba con los bueyes si había llovido previamente. En noviembre, dividían la ''pieza ''marcándola con montones de paja, que llaman ''márcenas''. El labrador con una cesta de castaño caminaba por medio de la ''márcena ''y esparcía la simiente y después el abono. Luego con los bueyes o la caballería lo tapaba pasando la ''narrea''.[[Image:Irudia3.png|top]] Fig. 57. Arando con brabán en Armentia (Vitoria-A), 1959. 
Si terminaban pronto de sembrar el ''temprano ''(el cereal) preparaban la tierra para el ''tardío'': remolacha, patatas, etc., así la tierra se ponía esponjosa. Antes de salir con el brabán lo hacían con el aladro. Para sembrar el cereal, primero esparcían la semilla y luego pasaban el aladro tapando la simiente. El brabán se empezó a usar a primeros del siglo XX.
En Berganzo (A) se empezaba con una primera labor que se hacía con un aladro y consistía en una roturación superficial de la tierra, en ir arañándola sin profundizar. Luego se ''maquinaba ''con una máquina de dos rejas, sin embargo muchas veces no se podía porque se ''entorcaba ''por lo que había que pasar de nuevo el aladro.
En segundo lugar se echaba en la pieza la basura bien extendida. Esta basura se sacaba de las cuadras y estaba compuesta por el estiércol producido por cerdos, vacas y bueyes más la paja. En tercer lugar se araba y se rastreaba. El siguiente paso era ya la siembra. A la vez que se sembraba se ''marcenaba ''o se hacían ''marcenas ''(especie de calles anchas). La anchura de las mismas dependía a su vez de la anchura del brazo del que extendía la semilla en forma de abanico al ir sembrando. Se sembraba ''a voleo'', es decir en una mano se llevaba una cesta con la simiente y con la otra mano se cogía esta a puñados echándola sobre la tierra describiendo un abanico. Muchas veces a falta de cesta se llevaba la simiente en un saco atado en una punta y se recogía de la boca del mismo. Las mujeres a menudo echaban la simiente en el delantal o mandil agarrándolo de las dos puntas para no dejarla caer.
En Bernedo (A) la primera operación que se lleva a cabo en la pieza es labrar el terreno. Antes esta operación se realizaba con el aladro tirado por bueyes. Posteriormente se sustituyó por la vertedera y más tarde por el brabán. Hoy los tractores arrastran máquinas provistas de varias rejas. Mientras que con las máquinas anteriores labraban un solo surco, con estas nuevas consiguen hasta cinco. En el habla de estos pueblos, en lugar de labrar se utilizaba ''maquinar''.
El trigo se sembraba de octubre a noviembre. La cebada en la ''mengua ''de marzo y la avena en la de enero o febrero. La siembra de las patatas se empezaba a mediados de abril. Para el cultivo de la patata, después de labrada la tierra, pasaban la rastra tirada por una caballería para igualarla. A continuación y tirado por la caballería se pasaba el marcador que dejaba tres surcos abiertos donde se depositaban a mano los cascos de las patatas que se sembraban y que se iban tapando con una azada y pisando. Una vez nacida la patata se pasaba con la caballería el cultivador que arrimaba tierra a la planta en forma de caballete. Hoy se realizan todas las operaciones con máquina y tractor.
La legumbre, como la patata, se sembraba en mayo depositando en cada hoyo cinco granos de simiente tapándolos y pisándolos para apel mazar apelmazar la tierra y así facilitar su germinación. Una vez nacida la alubia, como en el caso de la patata, se le pasaba el cultivador para romper las hierbas y transcurrido un tiempo se repetía esta operación para acollar o arrimar la tierra a la planta.
En Moreda (A) tras la vendimia, a finales del mes de octubre, los labradores comienzan a labrar fincas y barbechos de cara a la siembra del cereal a primeros de noviembre. La labra se realiza con brabán y posteriormente se rastrea. Esta labor se hace en seco, nunca en mojado, pero si la tierra está excesivamente dura hay que aguardar a que llueva y cuando venga a tempero realizar la operación. Luego es bueno que llueva y que con las primeras heladas del invierno la tierra se desmenuce. Es tiempo de que la tierra se oree y oxigene.
Al arar con el brabán se volvía por el mismo sitio. Tenía un pistón que servía para ''despistonar ''y dar la vuelta la hoja. También llevaba un punto para dar la profundidad que se quisiera a la labra.
Actualmente se labran las tierras con tractores y brabanes. El brabán de tractor es un apero que labra la tierra volteándola. Los hay de hasta de cinco rejas. Se emplea en aquellas épocas del año  {| style="border-spacing:0;width:15.621cm;"|-| align=center style="border:none;padding:0cm;" | [[Image:Irudia4.png|top]]| align=center style="border:none;padding:0cm;" | Fig. 58. Labor de rastra conmula. Laguardia (A), c. 1950.|-|}en que la tierra reúne condiciones para ser labrada, generalmente después de tiempos de lluvia en que la tierra está a tempero. Esto suele hacerse antes de la siembra de los campos, en los meses de septiembre y octubre. Tras la labra con brabán las tierras se rastrean y luego se ''rulan ''con el fin de desterronar los ''tormones ''que hayan quedado.
Asimismo, también se emplea un nuevo apero de labranza que es conocido con el nombre de ''chisel''. Es parecido al cultivador o destripador, pero de mayores dimensiones. Se emplea para preparar las tierras que no necesitan labrarse de cara a su preparación para la siembra.
Para toda siembra, lo primero es preparar la tierra con antelación y buen tempero. Se labra la tierra y se abona con el abono indicado para la siembra que se quiera realizar, se echa la simiente y se tapa, rastreando la superficie con la rastra.
En Ribera Alta (A) una vez pasado el verano, al comienzo del otoño, había que esperar a que lloviera para que la tierra adquiriera el gradode grado de humedad suficiente que le permitiera al agricultor introducir el arado. Hay que recordar que estamos hablando de tierras arcillosas que se endurecen mucho con la falta de agua.
Antaño, cuando se utilizaba el estiércol para abonar, hacia septiembre había que distribuirlo por las fincas para que se pudriera y hacia octubre, por el Pilar, si había humedad suficiente, se araba o se volteaba la tierra, quedando la basura enterrada. No obstante, desde 1935-45 no se ha utilizado estiércol sino abonos químicos.
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