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Evolucion de la siega y trilla de cereales

5 bytes añadidos, 16:18 16 mar 2018
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Todos estos trabajos se hicieron más llevaderos con la aparición de las trilladoras y después con los tractores, cosechadoras, empacadoras, etc.
''== Vertiente atlántica: ''siega; metak; trilla, gari-jotzea; ventiladora, gari-garbitzea; almacenaje; aventadora; trilladora, beldadora''==
Todas las descripciones que se recogen a continuación pertenecientes a la vertiente atlántica del territorio hacen referencia al trigo. En la zona septentrional este cereal siempre rindió cosechas más bien cortas a consecuencia sobre todo de las características climáticas, por lo que su cultivo fue desapareciendo en las décadas centrales del pasado siglo XX coincidiendo con las mayores posibilidades de comprar pan en el mercado. En este sentido el abandono del trigo supuso un punto crítico, ya que marcó el inicio de la pérdida de la autosuficiencia alimentaria de la casa.
En Abadiño '''(B) '''el trigo estaba listo para segar en julio, por san Cristóbal. Para ello se utilizaba la hoz, ''inteije. ''Era una labor que se hacía conjuntamente con los vecinos, ''auzuekin. ''Tras cor-tar cortar un manojo se ataba con un trozo de paja formando ''eskuta. ''Con quince o veinte ''eskutak ''se formaba un ''mutxur ''o almiar pequeño. Había que colocar los manojos con las cabezas hacia arriba para protegerlos de la humedad del suelo ya que si no podían germinar los granos. Se dejaban así hasta que se secara, unos dos días, y luego se levantaban almiares, ''metak, ''en la misma heredad, cada uno de los cuales almacenaba dos carros de trigo. En cinco o seis almiares se recogía toda la cosecha de trigo y permanecía así durante dos o tres semanas. Cuando estaba listo se trillaba, ''gari-jotea.''
Como la siega se hacía con la hoz era una labor que duraba muchos días. Los que vivían en los caseríos comenzaban desde muy jóvenes, con doce años o menos; no trabajarían mucho pero seguían siendo de gran ayuda. La faena comenzaba muy temprano, con el alba. Cuando se levantaban les daban un trozo de chorizo con pan y un trago de anís para despertarse y espabilar. Había que madrugar porque cuando el sol daba de lleno no era muy agradable trabajar agachados. Se descansaba durante las horas de máximo calor pero para las cuatro de la tarde ya estaban otra vez segando.
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