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Caida de los primeros dientes

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En Obanos (N) manifiestan que los dientes debían quemarse por respeto ya que son una parte de la persona "son seres vivos y las partes del cuerpo de seres vivos hay que quemar, no echar a la basura".
En el País Vasco continental era costumbre tirarlo a la chimenea y así se recoge en Aiherra (BN) diciendo: ''"Ori jauna, emazu ordaina"'' (Llevad señor, deme otro a cambio). En Iholdi (BN) chimenea arriba implorando: ''"Ori zaharra; ekarrizu bernia Jinkoa" ''(Llevad el viejo; deme el nuevo, Dios).
En Donoztiri (BN): ''"Ori, Jinkoa, zaharra; ekartzu hortz bernia ''(Tomad, Dios, el viejo; deme diente nuevo).
En algunas poblaciones como Amézaga de Zuya (A) se tiraba el diente al gallinero a la vez que se decía:
:''Gallina, gallinero,'' :''toma este diente viejo'' :''para que me des otro nuevo.''
o:
:''María la del gallinero, '':''toma un diente viejo'' :''y dame uno nuevo.''
En Carranza (B), en cambio, se decía que el diente debía ser arrojado allí donde no pudiese ser comido por animales ya que era "cristiano" o "sagrado". Según una informante el lugar más idóneo para ello era el tejado. Otra comenta que a los niños se les decía que tuviesen cuidado de no tirar el diente en cualquier lugar, no lo fueran a comer las gallinas; cree que si se lo comían no le salía otro en su lugar.
En Lezaun (N) cuando a un niño se le caía un diente tenía buen cuidado de que no lo comiera una gallina ya que se le decía:
:''Cuando se te cae un diente, '':''si lo come una gallina,'' :''te sale un pico en la frente.''
También en Obanos (N) se convencía a los niños de que si les comían los dientes las gallinas les saldrían los nuevos en forma de pico.
En Allo (N) se sugería a los niños que enterrasen los dientes caídos porque si se los comían los perros les saldrían dientes de perro. Esta creencia se constata también en Viana (N) por lo que igualmente los enterraban.
En Apodaca (A), donde los tiraban al tejado o los enterraban, dependiendo de cada casa, entonaban cancioncillas que denotan la preo cupación preocupación por evitar que fuesen ingeridos por animales: ''El gato se comió el diente,'' ''diente de gato tendrás.''
:''El gato se comió el diente,'':''diente de gato tendrás.'':''El gato un diente se comió,'' :''un diente chiquitín te salió.'' :''Diente de ratón porque lo enterraron '':''en un agujero de ratón.''
o:
:''Dientes de gato, narices de gato. '':''Gato tú que el gato te lo comió. '':''Ruin, ruin diente pequeñín.''
En Hondarribia (G) lanzaban el diente viejo lo más lejos posible después de repetir varias veces: ''"Tori txarra, ekarri bernia".''
En Carranza (B) algunos niños también arrojaban el diente lejos a la vez que recitaban:
:''Diente dientillo, '':''vete al campillo, '':''para que me salga '':''otro más bonitillo.''
Una de las personas consultadas afirma que después de recitar lo anterior se tiraba al huerto o a un prado para que así saliese otro. Otra informante recuerda que su abuela decía que debía ser enterrado en un lugar donde no se trabajase la tierra y donde no se mojase. En su casa el sitio elegido era una esquina bajo el alero del tejado.
La misma fórmula cambiando "bonitillo" por "majillo" se recoge también en Carranza. En Muskiz (B) esta otra:
:''Diente dientecillo,'' :''vete al campillo,'' :''y dile al pastor,'':''que me dé otro mejor''<ref>El LEF recoge la misma fórmula en Carranza cambiando "pastor" por "Señor".</ref>.
''En Allo, Garde y Monreal (N) dicen que antiguamente no se le daba importancia al hecho de que se cayese un diente. En Garde si se preguntaba al niño sobre su falta de dientes respondía que los tenía guardados en una cajita; más tarde vino la costumbre de responder "me dé otro mejorlos han comido los ratoncitos"<supref>53En el tomo ''Juegos infantiles en Vasconia, ''en el capítulo "Tratos, normas y fórmulas infantiles", pp. 189-190, se citan varias cancioncillas diferentes a las aquí recogidas.</supref>.''
En Allo, Garde y Monreal (N) dicen que antiguamente no se le daba importancia al hecho de que se cayese un diente. En Garde si se preguntaba al niño sobre su falta de dientes respondía que los tenía guardados en una caji- 68 El LEF recoge la misma fórmula en Carranza cambiando "pastor" por "Señor".ta; más tarde vino la costumbre de responder "me los han comido los ratoncitos"<sup>64</sup>. ''== Recompensa por el diente caído''==
A partir de la década de los sesenta se generalizó la práctica de que el niño dejase el diente caído debajo de la almohada por la noche, en la creencia de que mientras estaba dormido, el ratoncito Pérez se lo llevaba y a cambio dejaba un pequeño regalo. Así lo hacían todos los niños y por las mañanas se encontraban con una golosina o algún pequeño juguete, un cuento, una moneda etc. La importancia de este regalo ha ido incrementándose con el transcurso de los años pues de haber consistido en una onza de chocolate, alguna galleta, un caramelo o una moneda ha pasado a ser en algunos casos algún juguete más valioso o un regalo monetario de mayor cuantía.
En Allo (N) si el niño les decía a sus mayores que se le había caído un diente éstos le respondían que lo guardase bajo la almohada para que la Virgen le pusiese un caramelo.
En el País Vasco continental, según recoge Thalamas Labandibar, también era costumbre poner el diente envuelto en un papel debajo de la almohada en la creencia de que de noche pasaría la Virgen y depositaría unas monedas para el niño<supref>65THALAMAS LABANDIBAR, "Contribución al estudio etnográfico del País Vasco Continental", cit, p. 41.</supref>.
En Gamboa (A) se hacía creer a los críos que el diente depositado bajo la almohada aparecía al día siguiente convertido en oro y a cambio recibía un regalo. Como nunca ocurría así los niños se llevaban una gran desilusión y a menudo rompían a llorar.
 
64 En el tomo ''Juegos infantiles en Vasconia, ''en el capítulo "Tratos, normas y fórmulas infantiles", pp. 189-190, se citan varias cancioncillas diferentes a las aquí recogidas.
 
65 THALAMAS LABANDIBAR, "Contribución al estudio etnográfico del País Vasco Continental", cit, p. 41.
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