Cambios

A san Tirso, cuya imagen se venera en una ermita rupestre de Bernedo (A), se le consideraba intercesor para alcanzar lluvia cuando el campo se encontraba muy seco, o por el contrario, para pedir bonanza si llovía demasiado<ref>Idem. “Ermitas rupestres en la montaña alavesa” in AEF, XXXI (1982-83) p. 228.</ref>.

En Berriz (B) a finales del siglo XVIII, se declaró festivo el día de santa Eufemia, por considerarla abogada contra las tempestades. Así consta en el Libro de Decretos del ayuntamiento de esta anteiglesia:

“...se trató del grave daño, experimentado últimamente, en las nueces, castaña, manzana y otras cosas, por razón de los aires impetuosos, y ''como Santa Eufemia es Abogada protectora de semejante tempestad'', resolvieron de común acuerdo observar, ''por voto'', como día de precepto riguroso, para oír misa y dejar de trabajar la festividad de Santa Eufemia, perpetuamente; y se suplica a los Señores Curas se sirvan publicar lo referido, al tiempo del ofertorio de la Misa Conventual del próximo domingo”<ref>Vicente URQUIZA. ''Anteiglesia de Bérriz. Datos para su historia. ''Bilbao: 1983, s/p.</ref>.

En Moreda (A) las santas patronas de la localidad, Nunila y Alodia, protegen a la villa de nublados y malos temporales. Como se dice en diversos documentos “preservan los campos de piedra, niebla, langosta, gardama y de otros animales nocivos, de rayos, centellas, logrando felices temporales, aguas fértiles a sus tiempos y abundancia de todo género de frutos”.