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Puerta principal. Ateak albateak

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La casa navarra tiene por lo general una única puerta con dos hojas. Casi todas tienen el dintel y las jambas formadas por sillares. La forma del primero varía entre el arco de medio punto y la recta, pasando por el arco apuntado y el rebajado. Se encuentran con frecuencia dinteles en forma de arco de medio punto en los valles de Salazar y Roncal, Ollo, Goñi, Huici y Lekunberri. Con arco rebajado hay bastantes puertas en Burguete, Aezkoa, Salazar y Roncal. El arco apuntado es muy raro y se hallan ejemplares esparcidos que generalmente corresponden a casas antiguas. Pero lo corriente es el dintel recto. Cuando la vivienda tiene más pretensiones suele aparecer el arco de medio punto. El hecho se explica sencillamente por la ley del menor esfuerzo: La puerta más económica y más fácil de construir es la que lleva el dintel plano, como se puede comprobar en las casas pobres.
En el valle de Unciti abundan las puertas cuyos dinteles rectos están sostenidos por dos salmeres salientes, uno a cada lado. Pero también en otros puntos de Navarra se encuentra idéntica disposición. Estos salmeres parecen tener su explicación en la necesidad de cubrir un mayor hueco con el sillar que sirve de dintel. Tampoco faltan las puertas cuyo dintel está constituido por un madero que por lo común, para que tenga más resistencia, se halla ligeramente arqueado (valle de Unciti, Garaioa y Lezaun). Algunas puertas, particularmente en la parte montañosa, llevan adosado un pórtico que está formado por el suelo del balcón colocado encima de la puerta y por dos columnas que lo soportan<ref name="ftn1">Leoncio URABAYEN, . ''La casa navarra''. Madrid, op. cit.1929, pp. 118, 120.</ref>.
En este territorio ha sido frecuente un tipo de puerta dividida en dos hojas de modo que una de ellas aparece a su vez partida horizontalmente lo que permite abrir la parte superior de esta última quedando cerradas las tres cuartas partes restantes.
En Artajona, en la zona más antigua del pueblo, existen bastantes casas con las fachadas de piedra de sillería y grandes portadas. Normalmente las más señoriales son de arco apuntado, construidas hasta la primera mitad del siglo XVI. Posteriormente, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, las grandes portadas se cubrieron con un gran dintel de piedra. Las medidas no son uniformes, generalmente oscilan entre los 2 y los 2,50 m de anchura por 2,20 a 3,50 m de altura. En algunos casos de derribo de casas, para no estropear el gran dintel de piedra al desmontarlo, se cubría el suelo con haces de sarmientos, haciendo caer la gran pieza de piedra sobre ellos. Las casas más humildes suelen tener puertas adinteladas de menores proporciones.
 {| style="border-spacing:0;margin:auto;width:7.43cm;"|- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0.7cm;padding-right:0cm;"|| puerta, es corriente verla reforzada con una suela de alpargata. El extremo inferior lleva|-|}En esta localidad navarra se conocen varios tipos de armazón de puertas de madera. El más frecuente en las de grandes dimensiones suele constar de dos hojas, una de ellas partida horizontalmente en dos mitades. La forma de la parte superior depende del arqueado o adintelado de la portada, aunque la armadura no varía esencialmente en uno u otro caso. En este tipo, el bastidor consiste en cuatro piezas verticales, dos batientes y dos quiciales, unidas por peinazos horizontales. A éstos se fijan las anchas tablas exteriores por medio de filas de grandes clavos de hierro más o menos artísticos. La pieza quicial sobre la que gira la puerta, ''quicialera'', termina en su extremo superior en un rebaje cilíndrico, ''borronera'', que encaja en el agujero del quicio. Para evitar el roce, o porque la ''borronera ''se desgasta, inclinándose la puerta, es corriente verla reforzada con una suela de alpargata. El extremo inferior lleva una chapa de hierro con un pitón axial, ''tejuelo'', que encaja en una pequeña pieza de hierro puesta en la piedra de la solera. Para colocar la puerta se metía primero la ''borronera ''en el quicio superior, encajándose el ''tejuelo ''en su sitio con ayuda de una palanca.
Otro tipo menos frecuente que el anterior es el de una gran hoja que gira sobre una única ''quicialera ''lateral, teniendo en el centro una puerta practicable, partida horizontalmente en dos. En vanos más pequeños se da otro modelo de puerta que gira sobre una única ''quicialera'', pero en cuya mitad superior se abre un montante parcial, permitiendo la entrada de la luz. Las puertas tradicionales presentan siempre una parte superior que puede abrirse, manteniendo cerrado habitualmente el resto. Cuando hay alguien en casa, el montante permanece abierto.
En Aoiz las puertas de las casas antiguas tienen diferentes formas según su cronología. La mayoría de ellas son de época tardomedieval y del siglo XVI. Existen puertas de arco de medio punto, la mayoría de ellas formadas por sillares de piedra. Se puede observar alguno de ladrillo, aunque posiblemente el inicial fue de piedra. Estas puertas se colocaban en la parte central de la fachada, aunque existe algún caso en que estaba descentrada. En número bastante similar a las anteriores se encuentran puertas de arco apuntado. Su situación en la fachada es como las de medio punto y están formadas por sillares de gran calidad y dimensiones. Las puertas adinteladas son menos numerosas.
[[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:9.239cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Fig. 180. Puertas arqueadas de la casa Lomborro. Obanos (N), 1970. |- |}]]Las gateras se siguen conservando en muchas puertas antiguas aunque en otras se han cerrado con una madera interior o una lata. En un caso de puerta adintelada se conservan en la zona de acceso unos sillares que han sido rebajados en los laterales con forma de medio círculo cuya finalidad era facilitar el acceso de los carros. Ahora es frecuente poner en la parte inferior de la puerta una superficie de hierro o una chapa para proteger la madera de la humedad.
Las puertas están formadas por una sola hoja de madera que tiene la misma forma que el arco y en la que se inscribe la puerta cuadrada, que es la que se abre. Existen también las que tienen dos hojas una de las cuales se divide en dos partes, de tal manera que la superior, el ventanillo, se puede abrir sin hacerlo la inferior. Para mantenerlo abierto se sujeta con una cadena a la pared interior. En tiempos recientes las puertas nuevas que se ponen en las casas antiguas sólo tienen dos hojas.
En Obanos las puertas pueden ser casi cuadradas, rectangulares o arqueadas. Algunas casas, además de la entrada principal, tienen grandes puertas correderas en garajes o en dependencias para carros o maquinaria. La principal puede ser de una hoja o de dos; en ambos casos una de ellas suele estar dividida en dos a modo de ventanillo. Algunas puertas antiguas conservan un ventanuco pequeño que permite ver sin abrir demasiado. Suelen ser de roble, adornadas con clavos. Son bastantes las casas con una única puerta para personas y animales, pero predominan las que tienen más de una. A veces la de la cuadra no está en la fachada principal. Es también frecuente que estén dotadas de gatera.
En Améscoa las casas tienen puertas grandes y un buen número de ellas arqueadas. Otras tienen la puerta adintelada con jambajes y ''cabezal ''o dintel recto de piedra labrada. Las hojas de las puertas son todas de roble y están formadas por gruesas tablas, fuertemente clavadas en macizos largueros con clavos de hierro de cabeza ancha, redonda o en forma de rombos, formando un conjunto sólido y elegante. Las hojas son dobles y ambas giran en lados opuestos sobre dos espigas, una de madera en la parte superior que penetra holgadamente en un agujero del cabezal. La otra es el quicio de hierro que incrustado en el extremo inferior se apoya y gira sobre una losa del suelo. La hoja de la izquierda es de una sola pieza y se asegura con la tranca. La de la derecha lleva un postigo que hace de ventanillo para dar luz a la entrada. Para cerrar se fija la parte inferior de la otra hoja con una ''andavilla''<ref name="ftn2">Según Iribarren ''andavilla ''es la pieza pequeña o taco de madera que, sujeta por medio de un tornillo a una hoja de puerta o ventana, sirve para cerrar, haciéndola girar sobre su eje. Cfr. José María IRIBARREN. ''Vocabulario navarro''. Pamplona: 1984.</ref> </sup>de madera y el postigo se sujeta en la hoja contraria con la lengüeta de una cerraja de hierro.
En Mélida las puertas principales de entrada a la casa eran de madera y de doble hoja, de aproximadamente 1,5 m de anchura y entre 1,80 y 2 m de altura. Una de ellas era completa de arriba abajo y la otra se partía por la mitad. Esta última tenía un ventanillo para comprobar quién era el visitante que llegaba a la vivienda. En ocasiones, las menos, algunas puertas solían llevar una ventanica pequeña con rejilla que cumplía la misma función que el ventanillo. Las puertas no se encontraban a ras de la calle, sino que se elevaban unos centímetros sobre ésta. Muchas tenían gateras.
En esta misma población navarra las puertas del corral, llamadas ''portaladas'', eran de madera y también de dos hojas. Al exterior llevaban unos adornos metálicos de hierro, dispuestos en hileras. Las dimensiones aproximadas de la portalada eran 3,5 m de altura y 3 ó 4 m de anchura. Tenía en los dos extremos inferiores unos topes de piedra inclinados cuya finalidad era evitar que el carro rozase con la puerta. El umbral de la misma solía estar ligeramente elevado, si bien contaba con dos rebajes que posibilitasen la entrada de los carros. En una de las hojas, generalmente la de la izquierda, había una puerta pequeña para que pudieran entrar las personas, con cerradura de llave. Se podían sujetar a las paredes mediante una cadena que evitaba su cierre brusco por la acción del viento.
En Sangüesa las casas de cierta importancia han conservado una puerta de dos componentes y una única hoja: la grande que se abría en el pasado para la entrada del carro y el ganado y dentro de ésta otra más pequeña, la llamada de postigo, para el paso de las personas y provista de cerradura. La mayor fun-  ciona funciona mediante un único quicio, una horquilla que se introduce en el tejo, mientras que la pequeña tiene bisagras. Otras puertas se componen de una sola hoja, de dos y a veces hasta de tres, al poderse abrir una de ellas por la mitad. Era normal que todas tuvieran gatera.
En Eugi las casas normalmente contaban con una única puerta de entrada por la que accedían el ganado y los moradores. Eran de medio punto y se hallaban enmarcadas con piedras de diferente color que sobresalían un poco. Posteriormente se abrió otra puerta exterior que comunicaba con las escaleras por las que se subía a la planta dedicada a vivienda sin necesidad de pasar por la cuadra. Las puertas de entrada eran muy anchas, de madera y con dos hojas. Una de las mismas contaba con un ventanillo que ocupaba toda la parte superior y se abría para ventilar la cuadra.
En Monreal todas las casas contaban con una puerta principal por la que entraban animales y personas. Las más antiguas eran de arco de medio punto enmarcado por dovelas de piedra de diferente color, tal como corresponde a la arquitectura civil de la zona. Otras eran adinteladas y también enmarcadas con piedras de diferente color. Estas puertas estaban formadas por una hoja de madera y un ventanillo en la parte superior izquierda que podía abrirse para ventilar. Todas ellas se hallaban decoradas con clavos romboidales dispuestos paralela o perpendicularmente a lolargo de toda la hoja. A partir de los años cincuenta las puertas pasaron a contar con dos hojas ya que ajustaban mejor.
En Urraúl Alto las puertas son en su mayoría de dos hojas, en casos con talla. Los dintelesson en su mayoría de arco de medio punto o apuntados, aunque no falta tampoco el dintel recto de madera o de piedra. Por lo general este dintel se apoya en dos salientes de las piedras más altas de las jambas. Menos frecuente es el dintel de arco rebajado.
[[Image:Picture 68711.png|top]] Fig. 181. Puerta enmarcada con dovelas. Monreal (N), 1997.son en su mayoría de arco de medio punto o apuntados, aunque no falta tampoco el dintel recto de madera o de piedra. Por lo general este dintel se apoya en dos salientes de las piedras más altas de las jambas. Menos frecuente es el dintel de arco rebajado. En Lesaka a finales de la segunda década del siglo XX la puerta era de diferentes formas dependiendo de la antigüedad de la casa. Las más antiguas tenían arco ojival aunque en ocasiones habían sido tapiados abriendo posteriormente puertas más pequeñas. Pero las más corrientes eran las cuadradas con dos hojas, una de las cuales tenía un portillo; se solía abrir sólo una de las hojas. Las bisagras, ''xangak'', solían estar por la parte exterior. Algunas casas tenían portal exterior o soportal, que se llamaba ''gorapea''<ref name="ftn3">Julio CARO BAROJA. “Algunas notas sobre la casa en la villa de Lesaka. La arquitectura de la casa lesakarra” in AEF, IX (1929) pp. 85-86.</ref>.
En Barañain las casas normalmente sólo tienen una puerta principal. Consta de dos hojas de tal forma que se pueda abrir sólo la parte superior para iluminar y ventilar la bajera. Existe otro tipo parecido a éste que es de una única hoja con otra puerta más pequeña en la parte alta que se puede abrir con los mismos fines. Casi todas las puertas tienen jambas y dinteles formados por sillares. El dintel es recto en todas ellas excepto contados casos que tienen forma de arco de medio punto.
 
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|| En Izurdiaga las puertas de la fachada son cuadrangulares excepto en algunas en las que la parte superior es arqueada y el arco muestra
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En Isaba, Urzainki y Uztárroz (Valle de Roncal) el portal de la casa, ''ezkaratze'', ''bede ''o ''beri'', mostraba una amplia puerta muy ancha, ''borta'', que además de las personas permitía el paso de los machos a la cuadra, otra denominada ''soto ''para los machos y el ganado vacuno, y una tercera, ''gorte'', para el resto de animales. El recerco solía ser de piedra, ''bortarri'', de medio punto y la puerta de madera dura y resistente, como el roble, estando partida en dos horizontalmente.
[[Image:Picture 68712.png|top]] Fig. 182En Izurdiaga las puertas de la fachada son cuadrangulares excepto en algunas en las que la parte superior es arqueada y el arco muestra sus dovelas pintadas. Puerta partida Las puertas de entrada están divididas horizontalmente en dos y gatera. Viana (N), 1999el armazón de las mismas es de madera de roble.
sus dovelas pintadas. Las puertas de entrada están divididas horizontalmente en dos y el armazón de las mismas es de madera de roble. En San Martín de Unx las amplias y decoradas entradas de las casas más castizas del casco viejo son de variadas hojas, por lo general de roble. Las hay de una sola cuya altura no excede de 1,70 m y son de forma cuadrangular; se sujetan con unas bisagras de hierro forjado y un pasador interno. De dos hojas; más altas y anchas, de unos 2 m de altura por 1,80 de anchura, de forma rectangular. Algunas tienen hojas redondeadas en su parte superior ya que se adaptan al arco de medio punto de la entrada o tienen forma de marco apuntado por su adaptación a la entrada ojivada. Otras tienen escalón o grada de acceso. Las hay de dos hojas rectangulares, que son las de uso habitual, pero que encajan en otra fija que puede abrirse; siendo el conjunto de la puerta rectangular, con grada de acceso y con medidas de 2 x 1,50 m o del mismo tipo pero curva, en forma de arco de medio punto y de mayores proporciones: 2,20 x 1,80 m. En cuanto a las puertas de servicio, en corrales y almacenes, predomina la forma rectangular de medidas diversas según el destino que tengan, de una hoja o de dos, de madera más corriente como el pino y claveteadas. Los perfiles de los vanos donde encajan se refuerzan con un sillarejo más regular y el dintel es de una pieza consistente en un tronco de árbol medio desbastado. También hay puertas de hierro, o correderas, en garajes de material agrícola.
En Viana se conservan grandes puertas de acceso con dinteles monolíticos o con dovelas que forman arcos de medio punto. Estas puertas enormes de una sola hoja, giran sobre una única quicialera, pero tienen otra más pequeña, en el centro, que es la que normalmente se usa. Muestran labores de marquetería y artísticos herrajes, en especial clavos de diversas formas: cruciformes, romboidales, y artísticos aldabones sobre chapa recortada.
En Ortzaize (BN) en las casas de ''Ahize mendi'', las puertas de las cocinas solían ser de 2,50 m de alto y 1,80 ó 2,00 m de ancho. La parte superior de las puertas, ''uztarria'', era de madera. Estaban compuestas de tres partes: la puerta grande, la de abajo y la de encima, que giraba por el quicio, ''gontz era opoetan biratuz''.
 
[[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:7.43cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || entraba nada, y por el contrario si estaba abierta, pasaba el frío, no es de extrañar la tendencia a reducir los huecos tanto en tamaño como en número. Cuando el uso de los crista- |- |}]]Fig. 183. Puerta de acceso y vanos de una casa de Baigorri (BN).
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