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Los primeros pasos. Katu-katuka

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sin resumen de edición
:''bakarrik dago;''
:''bera dago,''
:''bakar-bakarrik dago''<ref>Manuel de LEKUONA, . "Cantares populares"in AEF, cit., X (1930) p. 58.</ref>.
:(Se tiene (en pie), / se tiene solito; / se tiene, / se tiene él solito-solito<ref>Véase ''Juegos infantiles en Vasconia, '', p. 71.</ref>).
Otra versión;
:''aitita legez,''
:''txiri-txiri,''
:''oine-oine''<ref>LABAYRU IKASTEGIA. ''Katuen Testamentua. Umeen kantu eta jolasak. ''. Bilbao, 1993, p. 61.</ref>.
Es opinión generalizada que si los niños cuando empiezan a soltarse a andar se dan algún golpe, cogen miedo y se retrasa el proceso.
En Moreda (A) y Nabarniz (B) colocaban cuatro sillas, a modo de jaula, que le servían al niño para apoyarse y guardar el equilibrio y a la vez permitían tenerlo en un espacio cerrado de modo qué su madre pudiese realizar las labores de la casa.
En Gatzaga (G) veían con malos ojos esta costumbre de dejar a la criatura "encerrada" y así decían que en los pueblos fronterizos de la vecina Alava eran descuidados respecto a la atención a los niños, pues los dejaban metidos en un arcón que hacía las veces de rudimentario corralillo, ''"anega erdixan sartuta", ''quemándose al sol en la huerta ''"solo ertzian euzkitxan erretzen", y ''expuestos a las mordeduras de los cerdos<ref>Pedro M<sup>a</sup>ARANEGUI, . ''Gatzaga..., : una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''op. cit.San Sebastián, 1986, p. 65.</ref>.
A partir de los años sesenta, para controlar los movimientos de los críos que comenzaban a andar se comercializaron los llamados ''parques ''o ''corrales, ''recintos de un metro cuadrado aproximadamente, cerrados con una red o barrotes de madera torneados.
En la década de los años cuarenta y cincuenta, recuerdan en Obanos (N) que, se fue introduciendo el ''taca-taca ''de madera. En ocasiones era fabricado en la misma casa por el padre u otro miembro de la familia, en otras se encargaba al carpintero del pueblo; también se prestaba entre familias. Consistía en dos círculos o cuadrados de madera, uno superior a la altura de la cintura del niño y otro inferior de mayor diámetro casi a ras de suelo y con cuatro ruedas que permitían el desplazamiento; ''aro biribil batzuk, egurrezkok, beea zabalau ta goie istuau bentzidu iñ eztittezan, eta narrez eroten erezan aurokaz ''(Urduliz-B). El chiquillo hacía pie en el suelo y se movía de un lado para otro. Algunos llevaban además un asiento de tela a modo de ''braguero ''(Lezama, Orozko-B; Obanos-N) que permitía al niño sentarse cuando se sentía cansado. En ocasiones la parte superior consistía en una pieza circular enmarcada en un bastidor o tablero cuadrado (Amézaga de Zuya-A; Orozko-B). En esta última localidad (Orozko) se constatan estas medidas: el elemento más bajo se situaba a unos 15 cm. del suelo y el superior a unos 60 cm. y este último era más pequeño, de unos 60 x 60 cm.
En Apodaca (A) recuerdan taca-tacas fabricados con palos de avellano y forrados de tela y otros de mimbre o ''zuma ''que compraban a los gitanos a cambio de patatas o pan. En Mendigorria (N) recuerdan un andador a modo de cesto de mimbre de forma cónica con ruedecitas<ref>Rosa Esther FERNANDEZ, . "Estudio etnográfico de Mendigorria(Navarra)" in ''Contribución al Atlas Etnográfico de Vasconia.Investigaciones en Alava y Navarra''.."San Sebastián, cit.1990, p. 372.</ref>.
El uso del taca-taca se ha constatado en Amézaga de Zuya, Apellániz, Apodaca, Berganzo, Bernedo, Gamboa, Mendiola, Moreda, Pipaón, San Román de San Millán, Treviño (A); Abadiano, Carranza, Durango, Lezama, Muskiz, Orozko, Urduliz, Zeberio (B); Arrasate, Beasain, Berastegi, Bidegoian, Elgoibar, Ezkio, Telleriarte, Zerain (G); Aoiz, Artajona, Bera, Garde, Goizueta, Izal, Mendigorria, Monreal, Obanos, Sangüesa, San Martín de Unx (N) y Uharte-Hiri (BN).
Antaño cuando el niño tenía dificultades para andar, ''y ''a veces incluso antes de que rompiese a hacerlo, se acostumbraba asistir a lugares sagrados e invocar la mediación de determinadas vírgenes y santos.
Según las gentes de los alrededores de Otazu (A), San Kiliz era el abogado de los niños tardíos en andar. Se acudía a él y colocando al niño frente a la imagen del santo se le invitaba a que fuese por sí mismo a recoger los dulces o juguetes que habían puesto a los pies de la imagen. Este santo estuvo inicialmente en la ermita que se levantaba en la cumbre del cerro de su nombre cerca de Otazu y posteriormente pasó a la ermita de San Antonio de este pueblo<ref>Gurutzi ARREGI. ''La función de la ermita en las vecindades de Bizkaia. ''. (Tesis doctoral inédita) p. 481. (Ref. oral de D. José Miguel de Barandiarán. Caserío Sara. Ataun. Enero 1976).</ref>.
En Apodaca (A) acudían a la ermita de San Miguel de Artaza donde pasaban al niño tres veces dando la vuelta al altar y rezando la oración que está impresa en un cuadro de la ermita. En Bernedo (A) los llevaban a la ermita de Santa Isabel de Jauregi.
En Dima (B) ha sido costumbre pedir la mediación de la Virgen que se venera en la ermita de Santa María Magdalena de Lamindano, popularmente ''Madalena, ''para la curación de los niños tardos en aprender a andar o con otras deficiencias. Era costumbre entregar como limosna el equivalente en trigo al peso del pequeño<ref>Ibidem, Gurutzi ARREGI. ''La función de la ermita en las vecindades de Bizkaia''. (Tesis doctoral inédita) p. 483. (Informante: Tomasa Iturrate. Caserío Etxebarri. Dima. Julio 1985).</ref>.
En Albiztur (G) las madres que observaban en sus hijos esta dificultad se presentaban con ellos en la ermita de Santa Ana y les obligaban a dar varios pasos ante la imagen, esperando que pronto echaran a andar por sí mismos<ref>Ibidem, Gurutzi ARREGI. ''La función de la ermita en las vecindades de Bizkaia''. (Tesis doctoral inédita) pp. 480-481.</ref>. También acudían a esta ermita desde Bidegoian (G) y en esta localidad manifiestan que hoy en día se sigue ofrendando flores.
En Antzuola (G) fue costumbre llevar a las criaturas que habían cumplido un año y no sabían aún andar, a la cruz de piedra de la duodécima estación del Vía Crucis próxima a la ermita de Nuestra Señora de la Antigua. Allí se les hacía caminar tres veces a su alrededor, besando en cada vuelta el gallo situado en la parte baja de la cruz. A continuación entraba la madre con la criatura en la ermita a rezar y ofrecer una vela. Esta cruz fue derribada a raíz del ensanchamiento de la carretera<ref>D. de IRIGOYEN. "Ermitas e Iglesias de Guipuzcoa" in AEF, XIV (1934) p. 49.</ref>.
En Elosua (G) algunas familias en los años veinte, llevaban a los niños con este problema, a Nuestra Señora de Arrate y le daban una vuelta por debajo de la Virgen.
En la ermita de San Esteban en Oñati (G) les hacían caminar sobre unas huellas de pies marcadas en las baldosas situadas ante el altar. Estas huellas desaparecieron a raíz de las reparaciones efectuadas en dicha ermita<ref>IbidemD. de IRIGOYEN. "Ermitas e Iglesias de Guipuzcoa" in AEF, XIV (1934) p. 49.</ref>. Al parecer también acudían a ella desde Gatzaga<ref>Pedro M<sup>a</sup>ARANEGUI, . ''Gatzaga..., : una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''op. cit.San Sebastián, 1986, p. 51.</ref> y Telleriarte (G). En esta última localidad recurrían además a la Cruz de Galdos de Zumarraga.
En Zerain (G) se iba en peregrinación con los niños a la ermita de Santa Bárbara de Segura.
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Izurdiaga (N) se acudía a la ermita de San Buenaventura en Unanua, se rezaba y se daba tres vueltas a su alrededor con el niño en brazos. En Uharte-Arakil (N) se iba a la de San Bartolomé e igualmente se daba tres vueltas al templo con el niño<ref>SATRUSTEGI, José Mª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak, ''op. cit.Oñati, 1975, p. 197.</ref>.
Los vecinos de Sakana (N) tenían mucha fe en Andra Mari de Etxarri y acudían a ella entre otros motivos con los niños retrasados en andar; su fiesta se celebraba el 15 de agosto<ref>IbidemJosé Mª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak''. Oñati, 1975, p. 197.</ref>.
En Iholdi y Donoztiri (BN) se visitaba y se hacían promesas a Santa Eulalia de Isturitz y en Heleta (BN) se acudía a la ermita de ''Bizintxo ''(San Vicente)<ref>José Miguel de BARANDIARAN. "Notas sueltas para un estudio de la vida popular en Heleta" in AEF, XXXIV (1987) p. 67.</ref>. En Donoztiri algunos niños que tardaban en aprender a andar eran llevados también a ''Sandonoztei xiloa, ''"el hoyo del Señor San Esteban", que es una fuente situada no lejos de la iglesia de esta localidad. Obligaban al niño a introducir sus pies en el agua mientras la persona que lo sostenía rezaba una oración al Santo.
En Liginaga (Z) a la de ''Maidalena ''(Santa Magdalena de Atharratze) o a ''Jundanejuane, ''ermita situada en Gamere-Zihiga, donde se entregaban velas como ofrenda y el sacerdote leía unas oraciones apropiadas para el caso ''("Ebanjeliua irakurri" ''dice el informante)<ref>Idem, José Miguel de BARANDIARAN. "Materiales para un el estudio del pueblo vasco: En Liginaga(Laguinge)", citin ''Ikuska''., № 10-13 (1948) p. 81.</ref>. En Uharte-Hiri (BN) se acudía a la ermita de Saint-Engrace ubicada en esa misma localidad<ref>Idem, José Miguel de BARANDIARAN. "Matériaux pour une étude du peuple basque: A Uhart-Mixe" in ''Ikuska. ''N° 6-7 (1947) p. 168.</ref>.
En Luzaide (N) las dificultades para comenzar a andar se resolvían dentro de la iglesia. El mismo día de la fiesta patronal se echaba una limosna con la intención de pedir que el niño comenzase a andar, ''gure tantak (izebak) eman zion norbaiti dirua, meza denboran bandejara botatzeko, eta aiek etxera itzuli orduko aurra oinez joana zuten''<ref>José Mª SATRUSTEGUI, . ''Euskaldunen seksu bideak, ''op. cit.Oñati, 1975, p. 198.</ref> (nuestra tía le dio el dinero a otra persona para que lo echara a la bandeja durante la misa, cuando volvieron a casa el niño había empezado a andar). En Apellániz (A) a los niños tardos en aprender a andar se les colocaba en el suelo cerca de uno de los varios altares que en tiempos pasados se preparaban para las ceremonias del Corpus y pasando sobre ellos el sacerdote que llevaba el Santísimo, en pocos días se les corregía el defecto<ref>Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU. "Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés" in ''Ohúura, Ohitura'', 0 (1981) p. 163.</ref>.
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