Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Aviso a los animales del establo

2 bytes añadidos, 09:00 23 nov 2018
m
Texto reemplazado: «Mª» por «M.ª»
En Liginaga (Z) también se les comunicaba a los animales domésticos la muerte del dueño de la casa; para ello se les obligaba a levantarse, caso de que se hallasen tumbados. Si no se procedía así se decía que podían morir<ref>José Miguel de BARANDIARAN. "Materiales para el estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)" in ''Ikuska''. № 10-13 (1948) p. 34.</ref>.
Cuando en Donibane-Garazi (BN) fallecía el dueño o dueña de un caserío, algún miembro de la familia daba la noticia a los animales de la cuadra diciendo esto: ''Kabale maiteak: etxeko nagusia (naiz etxeko andrea) il zauzue ''(Amados animales: se os ha muerto el amo -o el ama-). Al ganado se le daba el tratamiento de ''zu''<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 222.</ref>. En Beasain (G), algunos informantes recuerdan que sus padres notificaban cada muerte a los animales de casa.
En Ostibarre (BN), cuando el heredero visitaba por primera vez el establo después de producida la muerte, acariciándoles el lomo a las vacas les decía: ''Orai ni nausi ''(Ahora soy yo el dueño).
En Baigorri (BN) se anunciaba la muerte a las vacas y se les quitaba los cencerros. En Haltsu (L) y Barkoxe (Z) también se les comunicaba a estos mismos animales. Si estaban tumbados se les obligaba a ponerse en pie<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 222.</ref>. Igualmente en Valcarlos (N) hubo constancia del anuncio de la muerte del amo al ganado vacuno<ref>José María SATRUSTEGI. «El Grupo Doméstico de Valcarlos» in CEEN, I (1969) p. 184.</ref>. En Bidarte (L) se avisaba a los animales de la cuadra, especialmente a las vacas, además de a las abejas.
En Zunharreta (Z) se hacía el anuncio a las vacas y era el señor de la casa quien se encargaba de ello. Se decía que sólo se procedía así ante la muerte de un hombre, pero el testigo comenta que su padre cumplió con esta tradición a la muerte de su abuela.
127 728
ediciones