Cambios

Saltar a: navegación, buscar

El cortejo funebre en Vasconia continental

5 bytes eliminados, 12:24 10 ene 2019
sin resumen de edición
En cuanto a los hombres, el primer vecino abría el cortejo con la cruz. Podía ir acompañado o no de uno o dos vecinos portando un cirio. Otros vecinos, ''lehenauzoak, ''llevaban el féretro, ''hilketariak''. Los hombres del duelo, ''dolodunak, ''iban uno detrás de otro en el cortejo. Los parientes lejanos (a partir de primos), amigos, gente de la localidad... no marchaban en fila india como los anteriores, iban sin gran orden, hombres y mujeres mezclados. Esta parte final del cortejo se engrosaba por la gente que se agregaba en el camino o en el pórtico de la iglesia<ref>Michel DUVERT. “Données Ethnographiques sur le vécu traditionel de la Mort en Pays Basque-nord” in ''Munibe'', XLII (1990) p. 481. Vide también Philippe VEYRIN. ''Les Basques de Labourd, de Soule et de Basse Navarre. Leur histoire et leurs tradilions''. [Paris], 1975, p. 269.</ref>.
En Arberatze-Zilhekoa (BN) el cortejo tenía la siguiente disposición: '''1. '''El primer vecino con la cruz parroquial. 2. El cura, flanqueado por dos monaguillos. 3. El chantre alternando los cánticos con el cura. 4. El féretro llevado por los cuatro primeros vecinos. 5. La caja flanqueada por tres, cuatro o seis niños a cada lado, según la costumbre de cada familia. Una decena de niños o niñas, de acuerdo con el sexo de la persona fallecida, como mínimo, llevando cirios a ambos lados del féretro. 6. Detrás del ataúd el resto de la comitiva en dos filas. En primer lugar el duelo. Si el fallecido era varón, en cabeza el duelo masculino, si era mujer, el femenino. Los familiares se colocaban jerárquicamente. Así, por ejemplo, si era el marido el fallecido, marchaba en cabeza del duelo en el lado derecho detrás de la caja, la mujer de la casa, ''etxeko anderea, ''o en su • caso la madre, la viuda, la hija o la nuera. Junto a ella «en el eje de la caja», la primera vecina llevando en un cesto los cirios, ''ezkoak, ''encendidos. En el grupo del duelo femenino, además de la primera vecina iban también las mujeres de la casa. 7. Tras el duelo femenino en este caso, el duelo masculino dispuesto también en orden jerárquico. Si se tratara del fallecimiento de una mujer, el duelo de los hombres delante y a continuación el de las mujeres. 8. Los niños de la escuela<ref>La presencia de los niños en las exequias fúnebres era numerosa. Se cerraba la escuela y caminaban acompañados del maestro o de la maestra.</ref>. 9. Cerrando el cortejo, los parientes lejanos, los amigos y la gente del pueblo que se sumaba a la comitiva, a menudo a lo largo del recorrido. En este último grupo iban mezclados hombres y mujeres.
En Armendaritze (BN), cuando el cortejo fúnebre, ''ahokia, ''se disponía a emprender la salida de la casa se rezaban determinadas oraciones. La comitiva adoptaba la siguiente disposición: 1. La cruz. 2. El sacerdote flanqueado por dos vecinos, portando sendos cirios. 3. La caja. 4. Los hombres del duelo. 5. Las mujeres del duelo con la primera vecina en cabeza. 6. Los demás asistentes. El duelo masculino iba siempre por delante del femenino. Todos, tanto hombres como mujeres, llevaban el rosario en las manos.
En Izpura (BN) el cortejo fúnebre se organizaba de la siguiente manera: 1. Encabezando la comitiva, la cruz de madera negra llevada por el primer vecino. 2. La cruz metálica de la iglesia portada por el sacristán. 3. Los vecinos con flores propias de difuntos. 4. Los hombres del pueblo con cirios<ref>Cada casa según las disponibilidades familiares proporcionaba siete, once o trece cirios y las grandes casas rurales hasta quince. La familia ponía el candelero y compraba los cirios en la tienda, que después de las exequias dejaba en la iglesia para que se utilizaran en las misas.</ref>. Cada cual llevaba uno o dos cirios, según fuera mayor o menor el número de portadores. A partir de los años treinta, los alumnos de la escuela municipal relevaron a los hombres en el cometido de llevar las luces<ref>Los niños eran escogidos entre los de los cursos escolares segundo y primero. Hacia 1945 se les pagaba 20 sous por realizar este trabajo. En torno a 1968, uno o dos francos a voluntad de la familia del difunto. Esta práctica se mantuvo hasta 1970 aproximadamente en que desapareció. Ahora no hay portadores de cirios.</ref>. 5. Los monaguillos. 6. El sacerdote o los sacerdotes, pues eran tres los participantes en los entierros importantes, que llegaban a durar en total hasta diez horas. 7. El paño mortuorio, perteneciente a la iglesia, que representaba el rostro de Cristo muerto llevado por cuatro hombres. En el recorrido del cementerio a la tumba, el paño iba también delante. Si la persona fallecida pertenecía a la Tercera Orden Franciscana, ''Tiersodeko Kofradia, ''el color del paño era marrón. Ambos paños dejaron de utilizarse más o menos a un tiempo, hacia 1950. 8. El féretro y los anderos. 9. El duelo masculino y el femenino. La primera vecina, con el cirio, ''ezkoa. ''10. Los asistentes.
 
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Lekunberri (BN), cuando el cortejo se disponía a salir de la casa, el carpintero distribuía los cirios que se llevaban a la iglesia así como las flores, las cruces y las coronas entre los participantes. No solamente la familia sino todos los primeros vecinos eran ''doludunak, ''estaban de duelo. Estos eran especialmente invitados a los actos. Los hombres en el cortejo siempre iban delante de las mujeres. La comitiva marchaba en doble fila y su composición era: I. En cabeza la cruz portada por el primer vecino, en medio de dos monaguillos. 2. El cura con dos o cuatro monaguillos. 3. Si el muerto era terciario franciscano, el paño mortuorio negro ribeteado de una banda blanca. 4. El féretro llevado por los vecinos. 5. Los hombres de la familia, en doble fila. 6. Las mujeres de la familia, también en doble fila. En primer lugar la mujer mayor de la casa teniendo a su izquierda a la primera vecina que llevaba en sus manos encendido el cirio, ''ezkua, ''de la casa del difunto. Tras ellas las mujeres de la familia sin orden de prelación y todas las primeras vecinas. 7. Los hombres del duelo y los primeros vecinos. Este grupo daba fin a los del duelo, ''doludunak. ''8. A continuación desfilaban los de la localidad y los amigos, hombres y mujeres separadamente. Los niños iban con los hombres y las niñas con las mujeres en el grupo correspondiente. Participaban en el cortejo después de haber hecho la primera comunión.
En Barkoxe (Z), para los fallecidos en el núcleo, el cortejo se formaba en la casa mortuoria poniéndose en camino hacia la iglesia al toque de campana y con el cántico del salmo ''Miserere. ''Los fallecidos en caseríos alejados de la montaña eran traídos en carro hasta la entrada del pueblo. La gente, con el cura en cabeza, venía a caballo. Allí disponían de unas casas de acogida, ''maisons-relais, ''para calzarse ''y ''vestirse y en estos puntos se organizaba el cortejo propiamente dicho a la iglesia<ref>En todo el territorio de Zuberoa estuvo extendida la costumbre de que las casas alejadas del núcleo urbano trasladaran a sus difuntos en una carreta de bueyes, revestidos de mantas y cerrajas o frontil, ''behi estalia eta begietakoa'', hasta un punto desde el que se divisaba la localidad. Entonces los anderos cargaban la caja sobre sus hombros y la llevaban hasta la iglesia.</ref>. La comitiva atravesaba la localidad a pie y la gente del núcleo se iba agregando poco a poco, engrosando así el cortejo, denominado ''ehortzeta-prozesionia''. Estaba compuesto por: 1. La cruz y los dos cirios abriendo la comitiva. 2. El cura con el sobrepelliz y la estola negros. 3. La caja. 4. Los hombres. 5. Las mujeres.
En Ezpeize-Ündüreiñe (Z) el cortejo discurría en dos filas y tenía la siguiente composición: 1. Encabezando la comitiva la cruz portada por el primer vecino. Excepcionalmente podía llevarla un hombre mayor ❑ un amigo designado por la familia. 2. El cura y los monaguillos. 3. El féretro. 4. El paño mortuorio llevado por las cuatro primeras vecinas. 5. El duelo familiar. Los hombres delante si el fallecido es varón, o las mujeres en primer lugar en caso contrario. 6. El resto de la familia, los vecinos y los amigos.
En Liginaga (Z)<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Materiales para un estudio del pueblo vasco: en Liginaga (Laguinge)” in ''Ikuska'', III (1949) pp. 34-35.</ref>, el orden en que iban a la iglesia los que formaban parte del cortejo fúnebre era el siguiente: 1. El sacristán con la cruz alzada. 2. El cura con dos monaguillos. 3. El cantor, ''xantria. ''4. El féretro rodeado de cuatró niños o niñas, según el cadáver fuera de hombre o de mujer, llevando sendas velas encendidas. 5. Una vecina, denominada ''ezkocanderia, ''con la cesta de los rollos de cera encendidos. 6. Los hombres. 7. La vecina más próxima a la casa del difunto. 8. Las demás mujeres.
En Urdiñarbe (Z) el cortejo fúnebre, ''ehortzeta, ''tenía la siguiente disposición: 1. La cruz parroquial. 2. El cura y dos monaguillos. 3. El féretro. 4. Los familiares varones. 5. Las mujeres de la familia. El orden establecido en los precedentes números cuatro y cinco era para el caso de que el fallecido fuera varón; si era mujer, se invertía el orden. 6. El resto de la comitiva, hombres ''y ''mujeres mezclados. Cuando el cortejo pasaba delante de las casas, sus moradores salían y se arrodillaban.
  En Ezpeize-Undüreiñe Zunharreta (Z) el cortejo discurría fúnebre marchaba en dos filas y tenía la siguiente composición. El orden establecido era: 1. Encabezando La cruz, abriendo la comitiva la cruz , portada por el primer vecino. Excepcionalmente podía llevarla un hombre mayor ❑ un amigo designado por la familia. 2. El cura y los monaguillos. 3. El féretro. 4. El paño mortuorio llevado por las cuatro primeras vecinas. 5. El duelo familiar. Los hombres delante si el fallecido es varón''bedeau, o las mujeres en primer lugar en caso contrario. 6. El resto de la familiaelizamithila, los vecinos y los amigos.  En Liginaga (Z) ''pertiguero<ref name="ftn24">José Miguel de BAR4ND1ARAN. «Materiales para un estudio del pueblo vasco: en Liginaga (Laguinge)» in ''lkuska, ''III (1949) pp. 34-35.  b4 hombre Hombre que asiste a los sacerdotes que ofician en el altar,  coro, púlpito, etc. llevando una pértiga o vara larga guarnecida de plata. </ref>, el orden en que iban a la iglesia los que formaban parte del cortejo fúnebre era el siguiente: 1. El sacristán con la cruz alzada. 2. El cura con dos monaguillos. 3. El cantor, ''xantria. ''4. El féretro rodeado de cuatró niños o niñas, según el cadáver fuera de hombre o de mujer, llevando sendas velas encendidas. 5. Una vecina, denominada ''ezkocanderia, ''con la cesta de los rollos de cera encendidos. 6. Los hombres. 7. La vecina más próxima a la casa del difunto. 8. Las demás mujeres.  En Urdiñarbe (Z) el cortej ❑ fúnebre, ''ehortzeta, ''tenía la siguiente disposición: 1. La cruz parroquial. 2. El cura y dos monaguillos. 3. El féretro. 4. Los familiares varones. 5. Las mujeres de la familia. El orden establecido en los precedentes números cuatro y cinco era para el caso de que el fallecido fuera varón; si era mujer, se invertía el orden. 6. El resto de la comitiva, hombres ''y ''mujeres mezclados. Cuando el cortejo pasaba delante de las casas, sus moradores salían y se arrodillaban.  En Zunharreta (Z) el cortejo fúnebre marchaba en dos filas. El orden establecido era: '''1. '''La cruz, abriendo la comitiva, portada por el ''bedeau, elizamithila, ''pertiguero<sup>64</sup>, al que más tarde le sustituyó el monaguillo. 2. El cura, acompañado del monaguillo. 3. El féretro llevado por los vecinos. 4. Los familiares, hombres y mujeres separados. Si el fallecido era varón, pri- mero primero el duelo masculino, en caso contrario, delante el femenino. Si la persona fallecida era una mujer, el marido iba detrás de los hijos cerrando el duelo de los hombres; si era un varón el fallecido, era la viuda la que caminaba detrás de las hijas. 5. Los parientes y los vecinos, también en dos grupos diferenciados por sexo. 6. Hombres y mujeres. Con las personas que integraban este grupo y el anterior ocurría igual que con las del duelo, iban las mujeres o los hombres delante en concordancia con el sexo del fallecido.
127 728
ediciones