XVIII. JUEGOS ORGANIZADOS EN FIESTAS POPULARES
Tradicionalmente en las fiestas populares de Artziniega (A) los juegos infantiles han carecido de relevancia, en otras palabras, las fiestas no se organizaban pensando en los niños. Actualmente un día del programa festivo se dedica a ellos y por esa razón recibe la denominación de «Día del Niño».
Otro tanto ha ocurrido en Allo, Artajona, Monreal y Obanos (N), poblaciones en que hasta hace pocos años la participación infantil en los festejos populares era más bien escasa. Las fiestas frecuentemente se limitaban a celebraciones religiosas y los escasos actos que se organizaban estaban pensados en entretener y divertir a los jóvenes y a la población adulta, quedando excluidos de ellos las personas mayores y los niños. Hoy en día el colectivo infantil toma parte activa en las fiestas y en su honor se programan numerosos juegos, hasta el punto de que siempre hay un día dedicado a los más pequeños que se cono- ce como «Día del Niño».
En el transcurso de esta jornada tienen lugar distintos concursos y competiciones con premios como estímulo. Hay también meriendas colectivas y chocolatadas, etc. En fin, todo un conjunto de actividades pensadas para su solaz y entretenimiento.
Estas consideraciones hechas respecto a las localidades alavesas y navarras en que se ha constatado esta resaltación actual de los niños en las fiestas de los pueblos son extensivas con carácter general a toda la geografía del país, donde hoy no se conciben las fiestas patronales sin que los niños posean sus propios entretenimientos, incluso un día dedicado a ellos.
En Carranza (B), aproximadamente hasta principios de la década de los setenta en que se inició la concentración escolar en la capital del Valle, existían varias escuelas de barriada. Estas se encontraban lo suficientemente alejadas entre sí como para que los niños que a ellas asistían no contactasen nunca. Para paliar este problema, desde tiempo atrás se llevaba a cabo cada año un encuentro en el que competían y jugaban durante todo un día los niños de las distintas escuelas. Estos encuentros se conocían con el nombre de Certámenes y a ellos acudían los chiquillos provistos de su comida, primero caminando y en los últimos años en autobuses. Tras la concentración escolar ha perdurado esta costumbre y hoy en día se reúnen en la plaza aneja a la ermita erigida en honor de la patrona del Valle, para disfrutar de un día de diversión.
Los juegos recogidos en este capítulo son los que habitualmente se llevan a cabo durante la celebración de ciertas fiestas populares. Están pensados para los niños, sin embargo no surgen espontáneamente de ellos, como ocurre con los demás, sino que son organizados por adultos con el fin de entretenerles y divertirles.
Se trata de actividades muy uniformes en cuanto a sus reglas a pesar de hallarse extendidas por casi toda la geografía consultada. Son de naturaleza competitiva y los participantes suelen tomar parte individualmente y a lo sumo por parejas. A su conclusión los ganadores reciben normalmente un premio.
Por sus características recuerdan por tanto a un concurso, ya que incluyen la competición entre participantes y la obtención de premios. Además, a diferencia de otros juegos, se desarrollan ante la mirada atenta de los adultos que actúan de público.