Cambios

Saltar a: navegación, buscar

La fabricacion del ataud

85 bytes añadidos, 09:43 6 sep 2019
sin resumen de edición
Un personaje que ha desempeñado un papel fundamental en relación con el tema que nos ocupa es el carpintero al que en el País Vasco continental se le denomina ''maiastria ''o ''menusierra; ''en Sara (L) se le conoce como ''kaxa-egilea. ''
Salvo en casos excepcionales en que la propia familia construía el ataúd (Aria-N y MendiolaAMendiola-A) o en aquellas localidades en que, por su proximidad a núcleos importantes, lo adquirían fuera (Amézaga de Zuya, Apodaca, San Román de San Millán-A), han sido los carpinteros locales quienes, hasta bien entrado el siglo XX, recibían el encargo de fabricarlos, aprovechando en ocasiones tablones proporcionados por la propia familia (Izal-N) .
Los informantes de la localidad bajonavarra de Ezterentzubi<ref>Michel DUVERT. “La muerte en Iparralde” in ''Antropología de la muerte: Símbolos y ritos''. Vitoria-Gasteiz, 1986, pp. 117-118.</ref> recuerdan esta costumbre. En las casas había siempre provisión de planchas de madera con esta finalidad. Se necesitaban siete. Antes de la guerra de 1914-18, confeccionada la caja, se revestía completamente de un tejido negro fijado con clavos de latón de cabeza ancha y sobre él se cosía una cruz blanca, también tejida. Se ponía galón blanco en todas las aristas. Dentro cal o a veces serrín porque, según decían, el muerto segrega humores, ''hila libratzen da. ''Para la familia, reunida en la casa, era muy duro escuchar los golpes de martillo del carpintero clavando la tapa que resonaban en toda la casa.
Cuando se producía un fallecimiento, la familia del difunto por mediación del vecino más próximo, ''urrekoena, ''encargaba la caja al carpintero del pueblo del que era cliente. En el pueblo hubo cuatro carpinterías y hasta los años sesenta los ataúdes fueron fabricados por los carpinteros locales.
[[File:FIGURA7.png68 Fabricando el feretro. Izpura (BN) 1988.jpg|center|RTENOTITLE_FIGURA450px|Fabricando el féretro. Izpura (BN), 1988. Fuente: Peio Goïty, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Era siempre un trabajo urgente que requería atención inmediata y por ello había que posponer los que se tenían entre manos, ''beste bear guztiek itxi egin bear. ''Se tardaba en hacerlo un día, trabajando de nueve a diez horas. El informante<ref>Información proporcionada por José M.ª Urrutxurtu que ejerció como carpintero en Zeanuri hasta 1975.</ref> recuerda que su tío, también carpintero del que aprendió el oficio, antes de 1940 solía tener almacenados en el altillo del taller, ''goitegien, ''algunos ataúdes fabricados en tiempo de menos trabajo.
El ataúd para niño se fabricaba de la misma manera, sólo que era más pequeño y blanco, ''txikie zala, zurie zala,'' y contaba también con galones y flecos.
 
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
Los féretros, tanto de adultos como de niños, llevaban además cuatro listones, ''paluek'', forrados de tela del mismo color del ataúd, que habían de servir para que los portadores los colocaran sobre los hombros durante la conducción del cadáver. Cada listón medía unos 80 cms. de longitud y más de la mitad iba sujeto a la base de la caja mediante clavos, ''erdie baiño geiago atautepera''. Por la parte de la cabecera sobresalían algo más, unos 35 cms. y por la trasera, más estrecha, unos 30. Para dar resistencia a estos largueros o andas se empleaba madera de haya, pagoa.
En Murelaga<ref>William A. DOUGLASS. ''Muerte en Murélaga''. Barcelona, 1973, pp. 45-46.</ref> (B) también el ataúd fabricado por el carpintero era entregado por él en la casa mortuoria. Igual costumbre se ha constatado en Telleriarte-Legazpia (G) donde además ayudaba a poner el cuerpo del difunto en el féretro. Parece ser que ambas labores del carpintero, la de entregar la caja y la de alojar en ella al cadáver, estuvieron bastante extendidas en todos los territorios.
En Orozko (B) se ha recogido también que los ataúdes eran fabricados por el carpintero del pueblo. Los últimos dejaron de hacerse en la década de los cincuenta. Las cajas disponían de cuatro mangos de una longitud de un metro aproximadamente. Sobresalían del féretro por sus extremos unos 50 cm., en el sentido longitudinal, como una prolongación del mismo. El otro medio metro se clavaba a la base del féretro. Eran de gran ayuda en el transporte del cadáver y servían para llevarlo sobre el hombro. ''Kajeak edo atautiak, andak edo aztak edo andak eukiezan ''(los ataúdes tenían patas de posar o largueros) .
En Lekunberri (N) el ataúd era fabricado por el carpintero, ''zurgina. ''Para la conducción se le solían clavar unos palos, ''ziriak, ''con el fin de transportarlo mejor ya que solía ser muy estrecho. Posteriormente se utilizaron las angarillas, ''andak, ''que consistía en una tabla rectangular de la medida del ataúd aproximadamente y de cuyos cuatro vértices sobresalían los agarraderos.
127 728
ediciones