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En Valdegovía (A) consideran que donde mejor se aprecia la relación entre la estructura de las casas y el clima es en los tejados, que habitualmente son a dos aguas en dirección norte-sur.
En Abezia (A) eran a dos o tres aguas, en este último caso para que la pared del norte no se viera directamente afectada por la lluvia o la nieve, y con una inclinación suficiente para facilitar la caída del agua y de la nieve, pero tampoco excesiva. Los aleros eran pro- nunciados pronunciados para de esta forma evitar que las goteras cayeran sobre la fachada.
En Kortezubi (B) los techos son a dos aguas, buzando a las partes laterales del edificio, nunca hacia la fachada, si no es cuando el tejado es a cuatro vertientes, caso raro. En la parte zaguera existe en muchas casas otra tercera vertiente de pequeñas dimensiones, como una trunca-dura producida en el vértice o extremo del caballete, que llaman ''miru-buztena'', cola de milano, o ''medi-buztena'', y dicen que sirve para oponer menos superficie a los vientos del NW<supref>6BARANDIARAN, “Establecimientos humanos. Pueblo de Kortezubi”, cit., p. 49.</supref>.
En Astigarraga (G) para defenderse del clima húmedo y lluvioso los edificios, además de contar con gruesas paredes de piedra de mampostería, están techados a dos aguas.
En Eugi (N) debían hacer frente a unos inviernos fríos y muy lluviosos lo que ha quedado reflejado en la forma de los tejados que-al igual que las casas subpirenaicas descritas por Caro Baroja optaron por las dos vertientes de pronunciadas inclinaciones pero sin llegar a los extremos de pueblos como Burguete o Luzaide/Valcarlos. En el interior de la casa la adaptación al clima y al suelo venía dada por el empleo de madera de castaño o roble que servía de aislante contra la humedad y el frío y que era de fácil obtención ya que se trataba de los árboles predominantes en la zona. Lo mismo ocurría con la piedra que se extraía en los montes cercanos.
En cuanto a los materiales de los canalones también se ha producido una evolución ya que con la generalización de los plásticos se incorporaron los de policloruro de vinilo, conocidos por sus siglas PVC. Pero como estéticamente no resultan atractivos sobre todo en casas antiguas en las que los aleros sean de madera y las paredes muestren sus piedras, se recurre a otros metálicos; así se pueden ver de cobre o de aluminio lacado en diferentes colores.
Como se verá en un capítulo posterior, en algunas zonas septentrionales del área estu- {| style="border-spacing:0;width:15.63cm;"|-| style="border:none;padding:0cm;" | Fig. 38. ''Etartea, ''portal de la casa. Ajuria (B), 2011.| align=center style="border:none;padding:0cm;" | [[Image:Irudia10.png|top]]|-|}diadaestudiada, allí donde las lluvias son más copiosas, la fachada muestra la entrada desplazada hacia el interior del edificio de tal modo que quede un espacio amplio donde se puedan realizar labores con buenas condiciones de iluminación pero protegidos de la lluvia y también del sol estival.
Es común en los caseríos de Busturialdea (Ajangiz, Bedarona, Gautegiz-Arteaga, Nabarniz-B) que la casa disponga en la fachada de un espacio amplio a cubierto denominado ''etarte ''donde se realizaban determinadas labores protegidos de la lluvia y del calor, como preparar la leña, desgranar el maíz y las alubias, ensartar los pimientos, picar la guadaña o aparejar el burro. Se trata de un recinto cuadrado o rectangular situado bajo el comedor, ''salea'', de la primera planta, al fondo del cual se abre la puerta de acceso a la casa.
Dicen en Apodaca (A) que al estar el pueblo sobre una loma cortada al norte el clima es frío y el viento norte azota mucho las casas; por este motivo están orientadas al mediodía y las paredes son de piedra y gruesas. La cuadra y el pajar están en la parte trasera, así en invierno estas estancias resultan calientes y en verano frescas. Los ''portegados'', a la derecha o a la izquierda del edificio principal dependiendo de la situación de la era, para así protegerla durante la trilla y poder aventar el grano con el viento.
En Obanos (N) las casas presentan una reducida inclinación del tejado y aleros cortos como corresponde a un clima de escasas precipitaciones y un frío no excesivo. Algunas principales muestran aleros más salientes pero no por razones climáticas sino para destacar su rango.
Las dos descripciones que se recogen a continuación de sendas poblaciones navarras suponen un compendio de todo lo recogido hasta ahora.
En Aoiz (N) los inviernos son muy lluviosos, así como gran parte de la primavera. Si bien antiguamente se recuerdan grandes nevadas que duraban varios días, en la actualidad éstas sólo se dan dos o tres veces al año. Las temperaturas son frías en invierno; se trata de un frío húmedo. Los veranos son cálidos, con pocos días de excesivo calor y siempre con viento fresco al anochecer. Tampoco son frecuentes las jornadas ventosas. Tal vez por estos motivos los muros de las casas son muy gruesos. Los aleros, sin embargo, no son muy anchos. Las chimeneas llevan en muchos casos una especie de sombrerete para proteger su interior de la lluvia y el viento. Desde los años 70-80 del siglo XX son frecuentes las contraventanas, al exterior en los edificios nuevos y al interior en los antiguos. En algunas entradas de las casas se ponen zócalos de madera para protegerlas de la humedad y para que las manchas no resulten antiestéticas. Tal vez sea éste el motivo por el que en la fachada típica de Aoiz, cuando está revocada, figure un zócalo de piedra como protección de la humedad. Ésta y el frío han obligado además a los vecinos a buscar siempre suelos de madera que den más calor a la casa.
En San Martín de Unx (N) una de las casas que aún mantiene la estructura original es Casa Gregorio Leoz. Es, como todas las edificaciones del casco viejo de San Martín de Unx, de muros pétreos y firmes, hechos para resistir el paso de los años, las inclemencias climáticas e incluso los ataques de posibles ene- {| style="border-spacing:0;width:15.63cm;"|-| align=center style="border:none;padding:0cm;" | Fig. 40. Nuevos materiales deconstrucción. Ajangiz (B), 2011.| align=center style="border:none;padding:0cm;" | [[Image:Irudia12.png|top]]|-|}migosenemigos. Su puerta principal es de escasa altura, como las ventanas, por el deseo de ofrecer al viento norte los menores huecos posibles, ya que a esta altura del barrio (estamos prácticamente en su acrópolis), ataca con singular fuerza y frío. Por la misma razón su fachada principal se orienta al este y la cara norte sólo cobija a los animales de los establos. La techumbre es elemental, sin alero ni apenas goteraje. El espacio destinado a vivienda es reducido, para abrigarlo lo más posible.
Los anteriores condicionantes se han ido salvando en tiempos recientes gracias a la introducción de nuevos materiales y de sistemas de calefacción.
En cuanto al tejado hoy en día las posibilidades son mayores que la tradicional madera y teja. Se ha introducido el hormigón en esta parte de la casa y estructuras que combinan viguetas de este material con bloques de cemento prefabricados, después rasillas y en los últimos años poliestireno expandido para aligerar el peso. Suele contar con buenos aislamientos que permiten habitar las dependencias situadas bajo él. Y las tejas muestran mayor variedad que antaño, son muy resistentes y a veces van ancladas o clavadas a una base formada por listones de madera. A pesar de todas estas innovaciones se considera que los tejados de madera son estéticamente más bellos por lo que en cierto modo se están recuperando. El principal problema lo supone la carestía de las maderas tradicionales por lo que se recurre a otras de peor calidad que vienen tratadas para que resistan lo más posible.
Las ventanas han pasado a ser de materiales más resistentes a las inclemencias del tiempo que la tradicional madera, primero aluminio y después productos sintéticos como el PVC. Aun así sigue utilizándose por considerarse más noble, pero suele resultar más cara y su mantenimiento costoso ya que aparece barnizada. La utilizada no es local como antaño sino a menudo importada. De hecho los materiales sintéticos suelen imitar el color y elaspecto el aspecto de la madera. Se utilizan cristales dobles para reforzar el aislamiento.
Debido a estas innovaciones en los materiales de aislamiento térmico y de la humedad se ha perdido la preocupación por orientar adecuadamente las casas, así en la actualidad se da preferencia a que queden mirando a la carretera más cercana. Incluso se construyen orientadas hacia el norte y en las zonas costeras enfrentadas al mar. Además de los materiales citados ha sido determinante que los edificios cuenten con buenos sistemas de calefacción. Es más, en las construcciones de pisos muchos prefieren en la actualidad orientaciones hacia el norte porque resulta más sencillo combatir el frío que los calores estivales. También ha crecido el auge de los pisos altos que son más luminosos, gracias a la presencia generalizada de ascensores.