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En Goizueta (N) a los ochos días del nacimiento de un niño se juntaban las familias de ambos cónyuges y celebraban una comida más especial que la de diario denominada ''atsolorra.''
En Sumbilla (N) había costumbre de dar una merienda, ''atsoen berendua, ''el domingo siguiente al bautizo. Consistía en un par de principios, postre y chocolate. Al final se sacaba al niño bien vestido y pasaba de mano en mano y cada uno decía: ''"Jaungoikoak bere zerbiziorako izan dezala"''<ref>APD. Cuad. 3, ficha 275.</ref> (Que sea para servicio de Dios). También en Zugarramurdi (N) era costumbre celebrar un banquete cuando la madre ya se había repuesto<ref>José Miguel de BARANDIARAN, . "Bosquejo etnográfico de Sara(VI)"in AEF, cit., XXIII (1969-1970) p.104.</ref>.
Como ya se ha indicado anteriormente esta celebración estaba ligada a la visita que familiares, vecinas y amigas cursaban a la recién parida. En un buen número de localidades ambas tenían lugar el mismo día.
En Zarauz (G) a los veinte o más días después del nacimiento de una criatura la familia de ésta invitaba a los parientes y vecinos a una gran comida que llamaban ''martopilla ''y que generalmente se celebraba un día festivo. Cada familia convidada llevaba un presente que consistía en una o dos gallinas, chocolate, bolados, bizcochos, etc.<ref>Juan de IRURETAGOYENA. "Costumbres de Zarauz" in AEF, I (1921) p. 114.</ref>.
En Gatzaga (G) a los ocho o quince días del bautismo celebraban el día del ''batiu-eguna, martopil ''o ''andra ikuste eguna, ''de manera especial cuando el recién nacido era el futuro mayorazgo de la casa. Se reunían todos los familiares próximos, el ''auzo-errekua, ''la partera y otros vecinos que mantenían relaciones de amistad especial con la familia. Los invitados eran mayores, apenas acudían jóvenes, y nadie dejaba de llevar su regalo: gallinas, vino dulce, azúcar, galletas, chocolate. La madre por su parte obsequiaba a los invitados con una comida propia de grandes ocasiones que incluía garbanzos con berza, carne cocida con tomate, arroz con leche o cuajada y sopas de vino en invierno<ref>Pedro M<sup>a</sup>ARANEGUI, . ''Gatzaga..., : una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''op. cit.San Sebastián, 1986, p. 60.</ref>.
En Telleriarte (G) cuando la madre se restablecía tenía lugar un ágape, ''martopille, ''al que acudían los familiares del matrimonio, los primeros vecinos y los amigos del barrio. Esta comida solía estar compuesta por caldo de gallina, cocido de garbanzos con chorizo, berza con morcilla y carne cocida con tomate, de postre arroz con leche, natillas o cuajada según la época, vino, café, copa y puro para los fumadores. Algunas mujeres echaban al café un poco de coñac, ''ttantana. ''Los que asistían a esta comida llevaban regalos: una gallina, alguna botella de licor, melocotón en conserva, chocolate, galletas y bolados.
En Zeanuri (B) una vez que la puérpera se hubiera repuesto, ''ondo parate gero, ''y después de haber hecho la entrada en la iglesia, ''elexan sartu ta gero, ''tenía lugar en casa una merienda que reunía a las hermanas, cuñadas y vecinas de la que había dado a luz. Se invitaba a las que habían intervenido en el parto, entre ellas a la partera y a aquéllas que habían acudido con obsequios a hacer la ''bisitia ''a la parturienta. A este ágape se convidaba además a la madrina del niño pero no al padrino. El ágape recibía el nombre de ''ermakariek ''o ''erremakariek ''y consistía en alguna tortilla, con azúcar por los años veinte, y chocolate con bizcochos.
En Uharte-Hiri (BN) hacia los veinte días del nacimiento del niño las vecinas llevaban presentes a la madre. Si se trataba del primogénito, los testigos de boda de los padres eran los primeros en considerarse obligados a llevar regalos. En este caso quienes habían sido los testigos por parte del marido solían estar representados por sus respectivas mujeres, madres o hermanas. Los regalos consistían en una gallina o un kilo de azúcar, medio kilo de chocolate, un kilo de ciruelas u otra cosa semejante. Esta visita que hacían las vecinas (y parientes) se llamaba ''haur-ikustea, ''la visita al niño, y el nombre del regalo era ''ikusgarria. ''Era costumbre que algunos días después se invitase a un banquete a las personas que habían llevado los regalos<ref>José Miguel de BARANDIARAN. "Matériaux pour une étude du peuple Basque: A Uhart-Mixe" in ''Ikuska. ''. N° 8-9 (1948) p. 3.</ref>.
En Hazparne (L) a la madre se le ofrecía después del parto un regalo consistente en café, chocolate, etc., ''ikusgarria. ''Ella correspondía ofreciendo una merienda, ''kolazionia.''
En Carranza (B) vecinas y familiares, siempre mujeres, visitaban a la madre durante el puerperio y le llevaban algún regalo: una botella de mosto, una lata de melocotón, etc. Las vecinas más allegadas le regalaban galletas, chocolate de hacer y vino rancio. Los familiares además de lo citado incluían una gallina de casa para que le hiciesen caldo. Este regalo era conocido por algunos como ''vianda de la parida. ''Esta visita creaba cierta obligación entre vecinas por lo que la puérpera visitaría a su vez a las mujeres que iban a verla cuando ésta se hallasen en su misma situación; como se solía decir ''"era un pan prestad"''.
En algunas poblaciones sólo se ha recogido la costumbre de hacer la visita a la puérpera. En Lagrán (A) a las recién paridas las amistades les llevaban a modo de obsequio chocolate, manzanas, bizcochos, y si el visitante era de familia rica, una gallina para tomar buen caldo<ref>Salustiano VIANA. "Estudio etnográfico de Lagrán" in ''Ohitura, '', I (1982) p. 57.</ref>.
En Améscoa (N) llevaban la ''visita ''a la madre las parientes más allegadas y consistía en unos bizcochos, unas manzanas, una libra de chocolate y tal vez una gallina<ref>Luciano LAPUENTE, . "Estudio etnográfico de Améscoa"in CEEN, cit., VIII (1971) p. 142.</ref>.
En Liginaga (Z) los padrinos, las parientes más próximas, ''askazi hullanek, y ''los vecinos, acostumbraban llevar algunos regalos, ''ikuskarriak, ''que generalmente consistían en azúcar, chocolate, una gallina, una docena de huevos, etc.<ref>José Miguel de BARANDIARAN, . "Materiales para un el estudio del pueblo vasco: En Liginaga(Laguinge)", citin ''Ikuska''., № 10-13 (1948) p. 81.</ref>.
En Arberatze-Zilhekoa, Donibane-Garazi, Donoztiri, Ibarla e Iholdi<ref>Idem, José Miguel de BARANDIARAN. "Para un estudio de Iholdy"in ''Cuadernos de Sección de Antropología Etnografía'', cit., V (1987) p. 100.</ref> (BN) era costumbre que las vecinas y.parientes de la parturienta le hiciesen regalos, ''ikusgarriak, ''tales como gallinas, azúcar, chocolate y café. Regalos similares se ofrecían en Izpura (BN).
Azkue recogió esta costumbre a principios de siglo: Los días de fiesta que hubiese en la quincena siguiente a un natalicio, iban amigas de la nueva madre a visitarla y le llevaban algún regalito como chocolate, azucarillos o alguna gallina. Estos regalos tenían nombres especiales: ''ermakaria ''(Arratia, Orozko-B), ''ikuskeia ''(Barkoxe-Z), ''ikus-sari ''(Haltsu-L), ''karapaioa ''(Arrasate-G), ''martopila ''(Arrona-G). También la visita tenía su nombre: ''atsolor ''o acarreo de viejas (Itziar-G), ''atsolorreta ''o fiesta de viejas, (Markina-B; Amezketa-G), ''atsobesta ''(Bera-N), ''bateoa ''(Mendexa, Murelaga-B), ''andraikustea ''o visita de señoras (Dima-B) y ''andreikustea ''(Donibane-Garazi-BN)<ref>Resurrección Mª de AZKUE, . ''Euskalerriaren Yakintza, ''. Tomo I. Madrid, op. cit.1935, p. 342.</ref>.
Según este mismo autor las mujeres que iban a visitar a la nueva madre no debían vestir de negro, pues madre e hijo se pondrían en peligro de muerte (Donibane-Garazi-BN)<ref>IbidemResurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 342.</ref>.
El Fuero de Bizkaia prohibió esta costumbre ''y ''de ello se hizo eco el historiador vizcaino Iturriza quien a finales del siglo XVIII escribía: "Las paridas guardan cama unos ocho dias (...). Combalecidas que sean concurren las parientas y amigas a visitarlas en un dia destinado con regalos de capones, gallinas, huebos, Chocolate y otras cosas, no obstante de estar proivido por la ley septima del titulo 35 del fuero de este Señorio"<ref>Juan Ramón de ITURRIZA. ''Historia general de Vizcaya y Epítome de las Encartaciones. ''. Bilbao, 1938, pp. 65-66.</ref>.
La citada Ley del Fuero dice: "Otrosi dixeron, que en Vizcaya acostumbra las mujeres yr á visitar á otras mugeres (guando estan paridas) acompañadas, con presentes, llevando las mozas cargadas de presentes, y de esto tal resulta daño en la tierra. Y por lo evitar ordenaron, mandaron y establecieron por ley, que de aqui adelante ninguna muger, ni moza sea osada de ir, ni vaya publica, ni secretamente a visitar ninguna otra muger, que esté parida, con presentes publicos llevando mozas cargadas con cestas, ni en otra manera, sopena de seiscientos maravedis a cada muger, o moza, por cada vez, repartida la dicha pena, segun y en la manera que en las leyes antes de esta se contiene"<ref>'' El Fuero. Privilegios Franquezas y Libertades de los caballeros hijos dalgo del Señorio de Vizcaya. ''. Bilbao, Pedro de Huydobro Impresor, 1643, p. 106.</ref>.
Una de las Ordenanzas de la Villa de Bilbao vigentes en 1567 tiene por título: "Mugeres no hayan a bisitar las paridas mas de seis" (Fol. 59, 68, 107, 128, 171). Otro de los títulos dice: "Colaciones de confituras ni cosas de acucar no se den en bodas bateos (bautismos) ni en partos de mugeres ni en otras cosas" (Fol. 153)<ref>Estanislao J. de LABAYRU. ''Historia General del Señorío de Bizcaya. ''. Tomo IV. Bilbao, 1968, pp. 471 y 479.</ref>.
En la actualidad estas invitaciones, ''ermakariak ''o ''martopilak, ''ya no tienen lugar; han sido sustituidas por un banquete en casa o más frecuentemente fuera de ella en el que se celebra unitariamente el nacimiento y el bautizo, sin observar las costumbres tradicionales que hemos descrito.
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