Cambios

Saltar a: navegación, buscar
sin resumen de edición
__NOTOC__
En los territorios en que se han conservado los derechos forales, Tierra de Ayala de Álava, Tierra Llana de Bizkaia y Navarra, en la zona rural, el patrimonio de la casa está vinculado al tronco familiar, lo que equivale a obligar a que la casa y sus pertenecidos continúen en poder de la línea de los parientes de donde ellos proceden, es decir en la familia consanguínea. Existe libertad de testar pero dentro de la línea troncal. Los bienes sujetos a esa restricción reciben el nombre de bienes troncales<ref>Sobre la libertad de testar en el derecho vizcaíno, el concepto de troncalidad, etc. véase: Nicolás VICARIO DE LA PEÑA. ''Derecho consuetudinario de Vizcaya''. Madrid: 1901, pp. 149-173.</ref>.
En Zeanuri (B) se ha recogido que tanto el padre como la madre tienen libertad de testar dejando la herencia al que o los que deseen, e igualmente desheredar a uno o a varios hijos. El término ''trongala'', que en euskera se emplea como sustantivo, expresa tanto el concepto de familia troncal como el de parientes tronqueros. Para designar a éstos se utiliza también el vocablo ''trongalekoak ''derivado del anterior y que indica la vinculación a su casa troncal, ''trongaletxea''. La limitación a la libertad de testar es que los bienes raíces no pueden salir de la familia troncal. Esta realidad se refleja con la expresión: “''Etxeko ondasunek, trongaleko ondasunek dire''”, los bienes de la casa son bienes troncales. Lo aportado al matrimonio por el cónyuge consorte en concepto de arreo, dote o bienes, se convierte en bien troncal cuando el matrimonio tiene descendencia. Al casarse la hija heredera de la casa, ''etxanderea'', el marido aporta la dote y se hace señor de la casa al igual que la mujer. Mientras viva el matrimonio mayor, una mitad queda reservada para ellos. Existe una acendrada conciencia de que el dinero y los objetos personales se pueden dejar a quien se quiera aun fuera de la familia. Creen los informantes que esto es razonable ya que así se puede garantizar que le traten bien a uno en vida.
127 728
ediciones