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Las canicas

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Las canicas propiamente dichas sustituyeron con el tiempo a los anteriores elementos vegetales. La exclusión no fue total sino que hubo un periodo de tiempo durante el cual coexistieron. Pero desde hace unas décadas los niños sólo emplean canicas y, por ejemplo, ni siquiera conocen la existencia de las agallas de roble. Incluso les hace gracia que se jugase a juegos similares a los que ellos practican utilizando nueces, alubias, huesos de fruta o bellotas.
Además de canicas, que es la designación que reciben habitualmente, se les dan otros nombres como ''canas ''(Mendiola, Moreda, Narvaja-A, Obanos-N), ''bolas ''(Salvatierra-A, Garde-N), ''bolos ''(San Martín de Unx, Artajona-N), ''co/pones colpones''(AlloNAllo-N), ''pitones ''(Murchante-N) o ''chivas ''(Monreal- N). En Aoiz (N) se llamaron ''chivas ''durante muchos años, hasta 1970 aproximadamente. Entonces, a consecuencia de su mayor comercialización, pasaron a denominarse canicas.
El juego de las canicas es estacional. Generalmente se inicia en primavera y prosigue hasta el otoño, siempre que el clima lo permita. Es decir, se practica con buen tiempo.
Lo más habitual es que participen en él sólo niños, si bien en los últimos años parece ser que también las niñas han comenzado a tomar parte. Por ejemplo, los chicos de Laguardia (A)   <sup>359 </sup>«Txu1o» o «Chulo» voz que recuerda a la palabra vasca ''zulo, ''agujero.     {| style="border-spacing:0;margin:auto;width:10.285cm;"|- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:5.02cm;padding-right:5.226cm;"|| JUEGOS INFANTILES EN VASCONIA |-|}Fig. 139. Lanzamiento de canica. Carranza (B), 1993.  han jugado a las canicas más que sus compañeras a lo largo del siglo, pero ahora lo hacen indistintamente. En Aoiz desde finales de la década de los diez hasta 1970 aproximadamente hay constancia de que fue un entretenimiento exclusivamente masculino. A partir de entonces comenzaron a practicarlo también las niñas y ahora lo juegan ambos, incluso mezclados. Se difundió entre éstas durante los recreos en el patio del colegio. En Arraioz (N) antes sólo jugaban los chicos, ahora también las niñas, aunque menos. En Zerain (G), en cambio, era practicado por ambos sexos si bien mayoritariamente por los chicos. En otras localidades sigue siendo propio de los últimos (Portugalete-B, Mendiola A).
Como ha quedado reflejado en el anterior párrafo, el juego de las canicas viene de antiguo en algunas localidades: En Murchante (N) los informantes dicen recordarlo de siempre; en Laguardia (A) se conoce desde los años veinte aproximadamente siguiendo vigente en la actualidad. En otras poblaciones la incorporación ha sido más tardía.
La forma más sencilla de transportar las canicas era en los bolsillos del pantalón; sin embar- goembargo, algunos niños disponían de pequeños morralitos de tela para tal fin. En Portugalete (B) los confeccionaban las madres de los chavales y la boca de los mismos se podía cerrar por medio de unas cintas que a su vez permitían atar la bolsita al cinturón y así llevarla colgada en la cintura.
El material de fabricación de las canicas ha variado con el tiempo mejorando progresivamente su calidad. Eso no implica que los distintos tipos de canicas se hayan sucedido a la par en todas las localidades ni que la aparición de uno nuevo desplazase inmediatamente a los anteriores. De siempre han coexistido, si bien hoy en día predominan las de cristal con atractivas incrustaciones coloreadas.
En Murchante (N) comentan que su evolución ha ido pareja a la del nivel de vida. En un principio se fabricaban artesanalmente con ''buro ''o arcilla, después se comenzaron a comprar, aunque seguían siendo de arcilla. Más tarde este material se recubrió de una capa coloreada. Posteriormente pasaron a adquirirse las de cristal, también de variados colores, y actualmente los más pequeños dicen que emplean las de metal.
En Arraioz (N) los informantes más ancianos comentan que en sus tiempos no conocieron las canicas. Jugaban con ''cascabeles ''o agallas del roble cuyo valor oscilaba en función del tamaño, de modo que se podía cambiar uno grande por dos pequeños. Luego se empezaron a usar unas canicas de barro cocido que resultaban bastante frágiles. Las de cristal se introdujeron mucho más tarde y son las que se emplean en la actualidad.
En Artajona (N) se utilizaban bolos de acero y de ''piedrafina, '', ambos tipos comprados en las tiendas; de cristal, obtenidos de las botellas de gaseosa o también adquiridos en tiendas; de barro, e incluso ''cocollas, '', que son agallas del roble. Actualmente son de cristal y acero y llaman a los grandes ''tronca '' y ''ñarra ''a los pequeños. Estas canicas tenían distinto valor dependiendo del material y de la voluntad de los jugadores. Los bolos de acero valían por quince de barro y los de ''piedrafina ''por diez. Los de cristal podían ser de colores, de diferentes tamaños y corrientes (de gaseosa); su valor era estipulado sobre la marcha. Los niños también los fabricaban con trozos de ladrillo ''churrustiéndolos ''o desgastándolos contra una piedra hasta darles forma esférica. JUEGOS DE LANZAMIENTO En Hondarribia (G) los mayores recuerdan que había canicas de varias clases: de barro bastas, hechas de barro cocido con una capa superficial de esmalte de color, y de barro finas, igual que las anteriores pero mejor acabadas. Se cambiaban cinco de aquéllas por una de éstas. También de cristal, en principio las que venían en las primeras gaseosas que aparecieron en el mercado y después las que incluían dibujos en su interior, que se compraban en las tiendas. Las de cristal se cambiaban por otras de idéntico material pero no por las de barro.
En Zerain Hondarribia (G) se utilizaban tres tipos los mayores recuerdan que había canicas de canicasvarias clases: de barrobastas, hechas de barro cocido con una capa superficial de piedra esmalte de color, y de barro finas, igual que las anteriores pero mejor acabadas. Se cambiaban cinco de aquéllas por una de éstas. También de cristal. Las , en principio las que venían en las primeras eran ligeramente mayores gaseosas que aparecieron en el mercado y después las que incluían dibujos en su interior, que se compraban en las tiendas. Las de cristal se cambiaban por otras, teniendo unos 15 ó 16 mm de diámetroidéntico material pero no por las de barro. El
En Zerain (G) se utilizaban tres tipos de canicas: de barro, de piedra y de cristal. Las primeras eran ligeramente mayores que las otras, teniendo unos 15 ó 16 mm de diámetro. El orden de preferencia solía ser el inverso al indicado, ya que las de barro se rompían con facilidad y las de cristal estaban adornadas con motivos incrustados de vistosos colores. Constituían moneda de cambio y tenían establecida su paridad: tantas de barro por una de piedra y tantas de éstas por una de cristal.
En Goizueta (N) para jugar a las canicas, «''«Bolatan», Bolatan''», también las utilizaban de tierra, ''lurrezkoak, '', de piedra, ''harrizkoak, '', y de cristal, ''beirazkoak. ''. Según el grosor se llamaban ''txaparrita ''o ''maxkarita. ''.
En Moreda (A) se compran hoy en día de cristal; los chavales también las consiguen de acero procedentes de rodamientos de vehículos. Antes se hacían con arcilla: Se les daba forma esférica con las palmas de las manos y no se cocían, simplemente se dejaban secar al sol. Cuando la arcilla aún estaba fresca se impregnaban con mocos de caracol a fin de unir las grietas.
En Galdames (B) la generación que ahora tiene treinta años utilizaba canicas de barro de las vendidas en los comercios. Algunos también las fabricaban con arcilla pero a diferencia de Moreda, aquí se cocían en el horno una vez conseguida la forma esférica. Se conocieron además unas canicas llamadas de porcelana en colores blanco y azul. Las esferas que venían en los tapones de las botellas de gaseosa fueron frecuentemente utilizadas, pero por las niñas y para jugar a las tabas. Actualmente sé emplean exclusivamente las de cristal.
Los informantes de Sangüesa (N) recuerdan que había canicas de piedra que costaban una peseta, de cristal a 0,50 ptas. la unidad, de ba-  [[Image:Picture 6578.png|top]] Fig. 140. Lanzamiento de canica. Getxo (B), 1993.  quelita baquelita a 25 céntimos y de barro a 10 cts. En algunas ocasiones utilizaban los tapones esféricos de las botellas de gaseosa.
También en Monreal (N), a principios de siglo, recurrieron a estas bolitas de los envases de gaseosa. En Aoiz (N) hicieron lo propio desde finales de la década de los años diez hasta 1930 aproximadamente y por fechas similares en Elosua (G).
En cuanto a la forma de lanzar las canicas se conocen varias técnicas.
En Moreda (A), por ejemplo, practican dos: La más popular y utilizada y que posee además una amplia distribución geográfica consiste en sostener la ''cana ''con el dedo índice manteniéndolo arqueado, mientras que los tres siguientes dedos se hallan totalmente doblados, y dispararla con el impulso transmitido por el pulgar. Para la segunda posición es necesario unir ambas manos por las palmas. Como si se tratase de una catapulta la canica se lanza ayudándose de los dedos pulgares e índices de las dos manos. De esta forma se dispara con mayor fuerza.
 
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|| JUEGOS INFANTILES EN VASCONIA
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En Galdames (B) llaman «pitar la canica» a golpearla con el dedo pulgar tras haber hecho presión contra el índice, o con el índice utilizando como muelle el pulgar.
José Luis Rodríguez cita para Murguía (A) la siguiente forma de lanzar la canica: Se apoya el dedo meñique de una mano en el lugar donde estuviese la cana y el índice de la misma mano en la palma de la otra; se pone la cana en ésta sobre la uña del dedo cordial, que está bajo la yema del pulgar y entonces se aprieta el dedo corazón para arrojarla en la dirección desea-  554 dadeseada<ref>José Luis RODRÍGUEZ. “Juegos infantiles” in ''Euskalerriaren Alde'', XIV (1924) p. 268.</ref>.
Entre las descripciones de los juegos se detalla alguna forma más de efectuar el lanzamiento.
También son abundantes los juegos en los que se deben sacar las canicas de una figura geométrica trazada en el suelo, pero en esta ocasión suele tratarse de un triángulo en vez de un círculo. Además, al igual que los que necesitan el hoyo, éstos son más completos en su ejecución que los descritos en el apartado precedente ya que no consisten simplemente en tirar la canica desde una raya tratando de sacar del triángulo el mayor número posible de ellas, sino en ir golpeándola en veces y siguiendo estrategias para vencer a los contrarios. Además de con triángulos también se juega con cuadrados, con rectángulos e incluso con círculos. Las dos modalidades constatadas con círculos son precisamente las más sencillas, aparentemente simples transposiciones de las descritas con semillas en las que sólo se han sustituido los elementos de juego.
Tampoco aparecen juegos en los que las canicas se ponen en fila y son desplazadas lanzándoles otras; sí, en cambio, una nueva modalidad consistente en tratar de golpear sin más la canica de un contrario, alternando lanzamientos con él. Entre los juegos con nueces ya se recogió una versión denominada «''Erre-erreka''» que recuerda a esta última modalidad.  == Juegos de lanzamiento de canicas a un hoyo == Una modalidad practicada en Zerain (G) consistía en depositar en un hoyo, denominado ''goá'', una canica cada uno. Después, por turno, los niños arrojaban sobre éstas otra, intentando sacar del hoyo las más posibles. Este juego se practicaba con canicas de piedra ya que las de barro se partían y las de cristal corrían el riesgo de romperse o dañarse.
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<sup>ssa </sup>José Luis RODRÍGUEZEn Durango (B) uno de estos juegos recibe el nombre de «Al botxo» o «Al guach». Antiguamente se practicaba con nueces, posteriormente con güitos de albérchigo y más tarde con canicas. Juegos infantiles» in Se hacía un agujero en la tierra al pie de una pared y a una cierta distancia se trazaba una raya desde la que se efectuaban los lanzamientos. Se establecía de antemano quién salía primero, segundo, etc. Al que le tocaba salir el primero cogía las canicas de todos los jugadores y comenzaba a lanzar al ''Euskalerriaren Aldebotxo''. Todas las piezas que introducía en el agujero pasaban a ser de su propiedad y las que quedaban fuera las recogía el segundo, y así continuaba el juego hasta que no quedase ninguna. En los últimos años en lugar de «meter al botxo» se decía «meter al guach». Al hecho de introducir todas en el ''botxo'' se le llamaba ''txonta''XIV (1924) p. 268.
con él. Entre los juegos con nueces ya En Muskiz (B) se recogió hace un ''bocho'' y desde una raya situada a unos cinco metros, cada niño tira una versión denominada canica hacia el agujero procurando introducirla o al menos aproximarla cuanto le sea posible, ya que este primer lanzamiento sirve para establecer el orden de juego. Después, el primer niño trata de meter las que pueda a base de ''«Erre-erreka» pititacos''. Mientras vaya introduciéndolas tiene derecho a seguir intentándolo con otras, hasta que recuerda falla, entonces pasa a esta última modalidadprobar suerte el siguiente en el turno. Cada jugador guarda para él las que consigue que caigan en el ''bocho''. Se trata de un juego de chicos practicado en el verano.
En Galdames (B) otra variante de este juego consistía en hacer un ''gotxo'' o agujero en el suelo y que cada jugador tirara canicas tratando de introducirlas en el mismo. Los informantes de más edad recuerdan que para jugar «Al botxo» hacían tiradas de clasificación por el sistema de los ''ucos'Juegos ', es decir, trazaban una raya en el suelo y arrojaban hacia ella un trozo de lanzamiento teja, una ''perra'', etc. de tal modo que el que más se acercara era el primero en tirar las canicas a un hoyo al agujero. Las que entraban eran para quien las había metido y las restantes se trataban de introducir ''pitándolas''con el dedo.
Una modalidad practicada en Zerain (G) consistía en depositar en un hoyo, denominado ''goá, ''una canica cada uno. Después, por turno, los niños arrojaban sobre éstas otra, intentando sacar del hoyo las más posibles. Este juego se practicaba con canicas de piedra ya que las de barro se partían y las de cristal corrían el riesgo de romperse o dañarse.
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En Durango (B) uno de estos juegos recibe el nombre de «Al botxo» o «Al guach». Antiguamente se practicaba con nueces, posteriormente con güitos de albérchigo y más tarde con canicas. Se hacía un agujero en la tierra al pie de una pared y a una cierta distancia se trazaba una raya desde la que se efectuaban los lanzamientos. Se establecía de antemano quién salía primero, segundo, etc. Al que le tocaba salir el primero cogía las canicas de todos los jugadores y comenzaba a lanzar al ''botxo. ''Todas las piezas que introducía en el agujero pasaban a ser de su propiedad y las que quedaban fuera las recogía el segundo, y así continuaba el juego hasta que no quedase ninguna. En los últimos años en lugar de «meter al botxo» se decía «meter al guach». Al hecho de introducir todas en el ''botxo ''se le llamaba ''txonta. ''
En Muskiz (B) se hace un ''bocho ''y desde una raya situada a unos cinco metros, cada niño tira una canica hacia el agujero procurando introducirla o al menos aproximarla cuanto le sea posible, ya que este primer lanzamiento sirve para establecer el orden de juego. Después, el primer niño trata de meter las que pueda a base de ''pititacos. ''Mientras vaya introduciéndolas tiene derecho a seguir intentándolo con otras, hasta que falla, entonces pasa a probar suerte el siguiente en el turno. Cada jugador guarda para él las que consigue que caigan en el ''bocho. ''Se trata de un juego de chicos practicado en el verano.
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|| JUEGOS DE LANZAMIENTO
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En Galdames (B) otra variante de este juego consistía en hacer un ''gotxo ''o agujero en el suelo y que cada jugador tirara canicas tratando de introducirlas en el mismo. Los informantes de más edad recuerdan que para jugar «Al botxo» hacían tiradas de clasificación por el sistema de los ''ucos, ''es decir, trazaban una raya en el suelo y arrojaban hacia ella un trozo de teja, una ''perra, ''etc. de tal modo que el que más se acercara era el primero en tirar las canicas al agujero. Las que entraban eran para quien las había metido y las restantes se trataban de introducir ''pitándolas ''con el dedo.
Para dificultar la ejecución de este juego en algunas versiones se permite desplazar las canicas de los contrincantes para alejarlas del hoyo. En Zerain (G) hacían un hoyo o ''goá ''de unos diez o quince centímetros de diámetro y de cinco u ocho de profundidad y a varios metros de él una raya desde la que cada jugador lanzaba su canica. Era válido atinar a la de un contrario a fin de alejarla pues el que primero introdujese la suya ganaba la partida y se llevaba las canicas de los demás.
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