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(El año 1916 yo participé dos veces en un charivari. A raíz de una historia oscura un hombre marchó a América; su mujer que quedó en el pueblo se relacionaba con un hombre que le visitaba de noche. Estalló el escándalo y alguien lanzó la idea de hacer un charivari; los jóvenes no esperaban otra cosa.
El pueblo está en un valle estrecho y la cencerrada se dió en la localidad vecina. El concierto tuvo lugar de noche y en la montaña de enfrente rebotaba todo el jaleo. Eramos cuatro de 19, 15 y 16 años y uno mayor de 25. Se unieron a nosotros los jóvenes del pueblo veci- no vecino en el lindero del bosque. Allí había todo un arsenal de cencerros y esquilas de ovejas y de vacas que fueron atadas entre los árboles con cuerda de tender la ropa. Había también muchas cazuelas viejas que se ataron de la misma manera así como cuernos de madera de los que se utilizan para la caza de cuervos (cazas de maíz). Había además una especie de cajas montadas con cuerdas enceradas, que frotadas con la mano producían vibración; contaban también con altavoces artesanales con los que vociferaban coplas poco amables. Hicieron mucho ruido desde las 10 hasta la medianoche. Se oyó la cencerrada en los barrios del entorno y todo el mundo se divirtió.
Existió también la costumbre de cubrir con hojas y plantas un camino en la noche del sábado al domingo. Este "alfombrado" unía las casas de los sujetos (que eran delatados). Cuando la gente iba a misa veía el "reguero".
Lo usual era que antes de que se produjera cualquier manifestación de éstas, el viudo que iba a casarse pagara de buen grado. Esto me decía mi padre siendo yo joven. Pero hubo un viudo que no quería saber nada y tiroteó a los del charivari que se habían aproximado demasiado a su casa. Los jóvenes replicaron; al domingo siguiente a la salida de misa formaron una tropa montados al revés sobre los burros. Así montados, le acompañaron hasta casa).
== Gipuzkoa == En Gatzaga los jóvenes se ocultaban al anochecer detrás de un matorral o un muro, con la mirada puesta en la ventana de la habitación nupcial. Tan pronto como ésta se cerraba o veían que se apagaba la luz, comenzaba una solemne y sonora cencerrada, ''arranak jotea'', lanzaban cohetes, ''lekaixos'Gipuzkoa ', sonaban las toberas y los cencerros. El concierto duraba hasta la madrugada; al amanecer y abrir de nuevo la ventana, posiblemente, recibían el saludo de un horrible espantajo colocado en la misma<ref>Pedro Mª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, pp. 163-164.</ref>.
En Gatzaga los jóvenes Elgoibar se ocultaban al anochecer detrás ha recogido que además del ruido obtenido del choque de un matorral o un murosartenes, con la mirada puesta en la ventana tapas de la habitación nupcial. Tan pronto como ésta se cerraba o veían que cazuelas y otros instrumentos se apagaba la luz, comenzaba una solemne y sonora cencerradatocaba el cuerno, ''arranak adarra jo''.
En Abadiano cuando se casaba algún viudo, los jóvenes tocaban de víspera los cencerros, ''arranak jo'(G,'u gazteak giñela (1910), alargunek edo zaartxamar ezkondu ezkero tobarak jotzen zitzaien. Tobarak jotzea gaztek biltzen ziran, eta gaubean ezkondu ziranen baserrira joan eta kuartoko leion azpiin kantatzen zuten, burni soiñuakin lagunduzpor todo el pueblo. Ixiltzeko, senarrak leioa iriki ta dirua bota beartzun, naiko bazan gazteek artu ta joaten ziranEl día de la boda se reunían ante la casa de la novia y tocaban los cencerros durante el trayecto de la comitiva hasta la iglesia. Baiñan naikoa ezpazitzaien iruitzen an egoten ziran, ixildu barik, eta urrengo egunean berriz eta alan lau edo bost egun, senarrak azkenean aspertuta naiko dirue giman eta bialdu arte)Para librarse de estas cencerradas se casaban muy temprano o mantenían en silencio el lugar y la hora de la ceremonia. ''
En Bermeo la cencerrada se anticipaba al segundo día de amonestaciones, ''y bigarren deiedien''además tocaban la . En Zeanuri una cencerrada, ''eltzeorra. arran jotea''Es éste , ofrecida a contrayentes viejos en los años veinte se prolongó una semana con fastidio hasta del mismo vecindario. Pero generalmente tenía lugar cuando los novios se trasladaban desde casa a la iglesia. En Nabarniz los jóvenes de la vecindad armaban un puchero grande gran alboroto con tambor en algunos casos y en otros metían ruido golpeando calderas viejas o tapas de barro al que le falta pucheros. En Ajuria Muxika cuando se casaba un solterón, sus amigos acudían la base víspera del día de casamiento a su casa y le cierran la boca con daban una piel, generalmente de gato, tensada por medio de un fleje sesión de castaño o avellanotambor. La ,piel está agujereada En Orozko se recuerda una cencerrada en el centro y por este orificio se pasa casamiento de una cuerda bien untada señora jibosa con manteca su criado. En esta misma localidad dicen que produce un gran además de meter ruido. Antiguamente este instrumento se utilizaba para espantar alimañas y fierascon lo que fuese, les cantaban versos a los novios.
En Abadiano Carranza las cencerradas tenían lugar antaño cuando uno de los contrayentes era viudo. Mozos, chiquillos y hasta hombres de pueblos inmediatos se casaba algún viudoreunían, llevando cencerros, campanillas y petroleras para causar un ruido estrepitoso que simbolizara el desagrado o censura por el matrimonio proyectado. Vicario de la Peña transcribe un recuerdo personal que se remonta a finales del siglo pasado: "En mis juveniles tiempos recuerdo la cencerrada más famosa y duradera que se ha dado por casarse dos viudas, una de Concha y otra de La Revilla; la cencerrada iba desde Concha a Revilla y viceversa hasta que se casaron. La broma duró más de tres meses realizándose los sábados y domingos a la noche, durante varias horas y con el mayor estrépito, sin que fuese bastante a templar las furias de la cencerrada el que les echaran erradas de agua de los jóvenes tocaban balcones de víspera los cencerroscencerrados, ni el que uno de éstos les amenazara con su escopeta"<ref>Nicolás VICARIO DE LA PEÑA. ''arranak jo, El Noble y Leal Valle de Carranza''por todo el pueblo. El día de la Bilbao, 1975, p. 323.</ref>.
En Amézaga de Zuya la cencerrada tenía lugar por la mañana, el mismo día de la boda y antes de ésta. Los mozos del pueblo solían ir a caballo o en yegua hasta la casa del novio; se colocaban delante de la ventana y hacían sonar las campanillas, los cencerros o los botes que llevaban. En Artziniega se prolongaba durante el trayecto que realizaba la comitiva nupcial desde la casa hasta la iglesia.