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Compra de abonos. Ongarriak

7 bytes eliminados, 13:42 18 jun 2020
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De un tiempo a esta parte, como consecuencia de la gran reducción del ganado doméstico y la casi desaparición de cuadras y corrales, se recurre a los abonos minerales, pesticidas, herbicidas, etc. que se adquieren en el mercado. Hay una conciencia bastante extendida por parte de los labradores de que aunque se han visto abocados a utilizarlos, contaminan gravemente la tierra.
En Navarra se ha consignado que los fertilizantes químicos fueron difundidos desde el Servicio Agrícola de la Diputación Foral, cooperativas agrarias y casas comerciales que los vendían, coincidiendo con la expansión de la nueva maquinaria. Esta sustitución fue en sentido inverso al crecimiento del parque de tractores que originó la disminución del ganado de labor, en particular del caballar, considerado abono ''caliente ''(como el de la oveja y cabra) y de calidad superior a la de los estiércoles ''fríos ''como los de vaca y cerdo<ref>Los tractores comenzaron a difundirse en el agro navarro a partir de 1955, pasando de 1445 en 1955 a 6665 en 1970 y 10 123 en 1996. Véase Alfredo FLORISTÁN. ''Geografía de Navarra''. Pamplona: 1995, pp. 119-122.</ref>.
En Viana (N) señalan que los abonos minerales comenzaron a utilizarse a partir de los años 1940, pues hasta entonces solamente empleaban los orgánicos, los fiemos, los llamados en general ''basura''. Los más utilizados fueron los sulfatos, nitratos de Chile y potasas, llamados en general ''minerales'', que se traían de la estación del tren de Lodosa, de Logroño y de Bilbao. Los vendían personas particulares que disponían de un almacén. A partir de los años 1970 se echa a las fincas mucho abono mineral, pues al no darle descanso a la tierra por cultivarse todos los años se empobrecen extraordinariamente, llegándose a utilizar 20 kilos por robada (la robada equivale a 8 áreas y 98 centiáreas). Asimismo, la labor de escarda con ''azadonillo ''para quitar las malas hierbas, ababoles, aleznas, cardos, etc. de los sembrados de cereal ha desaparecido por el uso de herbicidas. Con estos productos fitosanitarios se limpian de hierbas especialmente las viñas. Señalan los informantes que “ahora la tierra está envenenada, pues ya no se ven por el campo ni saltamontes”.
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