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La relacion de la casa con el suelo

273 bytes añadidos, 07:48 8 feb 2018
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Un caso particular lo representan las cuevas y no sólo por el hecho de estar excavadas en el suelo sino porque para ello se necesita un sustrato consistente pero a la vez no tan duro que fuese imposible de horadar por métodos manuales, que fueron los utilizados cuando se abrieron en poblaciones del sur de Navarra, como Valtierra. En esta población juzgan que las cuevas estaban más en consonancia con la naturaleza del suelo, del clima y del entorno que las mismas casas, puesto que formaban parte de ellos. Mantienen además una temperatura más homogénea que las casas, caliente en invierno y fresca en verano.
 
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En las edificaciones actuales, sobre todo de pisos, se excava profundizando lo suficiente como para construir una o varias plantas bajo la superficie del suelo. Es una tendencia generalizada.
En Allo (N) las casas se asientan sobre suelos más o menos homogéneos, integrados por materiales de areniscas y margas arcillosas, nunca sobre roca. De ellos aflora con bastante facilidad el agua pues tan sólo hay que profundizar unos metros y ya aparecen manantiales. Esto permite que muchas casas tengan o tuvieran en su día un pozo para el suministro doméstico de agua. Pero como contrapartida se filtraba a veces a las bodegas, construidas subterráneamente, hasta llegar a inundarlas, siendo preciso en estos casos achicarla con motobombas. Además la humedad se extendía a los pisos superiores. Para cortar este mal de raíz, en los últimos años muchas bodegas han sido rellenadas con escombro, por carecer ya de utilidad; aunque algunos caprichosos hayan preferido conservarlas tras someterlas a algún tipo de saneamiento.
 
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En Aoiz (N) existen aguas freáticas a causa de un río que corre por debajo del núcleo urbano y de varios manantiales subterráneos. Esto provoca grandes problemas en el momento de la construcción de una casa. Antiguamente debieron tener las mismas dificultades ya que al excavar en antiguos solares se puede apreciar que aunque las paredes fuesen en parte de adobe, los cimientos eran de sillares de piedra consistentes, posiblemente para evitar que resultasen erosionados o desplazados por el agua. En todas las casas había un pozo en la parte baja, en la bajera o cuadra, abierto en el propio suelo.
En la zona baja de Astigarraga (G) se encuentra la vega del Urumea, un terreno llano y muy fértil de bastante profundidad que se extiende hasta el centro de la población. Esta naturaleza del suelo, llano y extenso, ha posibilitado que las casas puedan levantarse agrupadas y alineadas unas junto a otras y con profundas cimentaciones en un terreno aluvial formado por sedimentos del río. El hecho de que las casas de esta zona estén situadas en la ribera les hace ser un lugar de frecuentes inundaciones, contra las que las mismas no muestran en su construcción defensa alguna, de hecho, algunas están a un nivel más bajo que el suelo de la calle. Las casas localizadas en altura están asentadas en las faldas del monte, son más bajas y anchas que las de la zona baja y aparecen más dispersas que ellas pues la desigual orografía de la montaña condiciona su ubicación.
 
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== Aprovechamiento de los materiales del suelo ==
En Zerain (G) el caserío se adapta a la pendiente natural para conseguir la entrada a dos alturas, planta baja y camarote. En Oñati (G) las casas edificadas en laderas tienen el acceso al camarote de manera adecuada.
 
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En Artajona (N) el desnivel del terreno determina en gran parte la disposición de las dependencias bajeras. Normalmente se aprovecha la zona más baja para construir la bodega con menor esfuerzo de desmonte. A veces el desnivel es tan pronunciado que permite tener la puerta principal en una calle y entrar al primer piso por otra situada en distinta calle. En algunos casos se ha habilitado en la planta baja una cuadra-gallinero.
En Allo (N) aunque el suelo es llano, el desnivel que acusan entre sí algunas calles como la Mayor con la de Sancho el Fuerte, fue aprovechado por los vecinos, que al construir sus casas supieron sacar buen partido a esta circunstancia. Así, las que tienen salida a ambas calles utilizaron la parte más baja (la que da a Sancho el Fuerte) para construir los corrales, bodegas, descubiertos e incluso el trujal. De esta manera la puerta principal con entrada a la vivienda se abre en la fachada de la Calle Mayor y en la planta baja se encuentran los lagos, zaguán, despensa, comedores, cocinas, etc. El acceso de una planta a la otra más inferior se suele hacer mediante escaleras construidas en el patio interior.
 
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En Aoiz (N) la ubicación del núcleo urbano sobre un cerro hace que las casas situadas en la parte donde el cortado sobre el río tiene mayor desnivel hayan debido adaptarse al terreno: en unos casos lo han conseguido construyendo la fachada sur, que es la de la pendiente, con mayor altura que la norte, por consiguiente alguna planta tiene menos habitaciones. En otros casos se trata de ir adaptando la construcción al desnivel, de tal modo que una misma casa tiene fachadas a distintos niveles, unos más salientes que otros. Otro caso es el de una casa que ha salvado el desnivel construyendo una planta baja y sobre ella otra más extensa que es un saledizo sobre la primera y que se sostiene mediante vigas de cemento inclinadas de afuera hacia adentro, estando éstas apoyadas en la primera planta. En otros casos, la vertiente se va salvando por medio de jardines situados en distintos niveles, a modo de terrazas, y en la parte alta y llana se sitúa la casa; o también con muros de contención que limitan el terreno del edificio y van soportando la caída de tierras de la pendiente sobre la que se construye. Existen casos, cerca de este desnivel, en los que la roca aflora en superficie y la fachada de las casas antiguas se apoya en ella sin que se observe la presencia de cimientos.
En Moreda (A) la mayor parte de las casas se erige sobre la colina que configura la villa; por lo tanto, al estar construidas sobre una suave pendiente algunas poseen fachadas desiguales siendo mayores las que miran al mediodía. Estas viviendas han sido levantadas además sobre cantera.
 
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El relieve del municipio de Ribera Alta (A) es totalmente irregular y los pueblos se sitúan en las laderas de los montes o en la parte baja de los mismos. Los ubicados en las laderas presentan grandes cuestas y las casas que los forman están a diferentes alturas. Las de los agricultores tienen tres plantas, en la baja se sitúan las cuadras, horno y trojes. La cocina y las habitaciones se hallan en la primera, y en el camarote o ''sobrao ''el granero. Esta distribución es diferente en las casas situadas en la parte del pueblo que tiene mayor pendiente; allí, el desnivel del terreno lo salvan las cuadras que quedan bajo tierra en uno de sus lados. La cocina también se sitúa en la planta baja, a la misma altura que los trojes y el horno; en la planta superior las habitaciones y los camarotes, igualmente a la misma altura.
En Andraka (B) la casa se adapta a las exigencias del suelo. Es común que se haya tenido que desmontar el terreno donde se levanta, ya que abundan las pendientes, quedando la fachada próxima al corte efectuado. Los constructores, al hacer las cimentaciones, se encontraban a menudo con roca por lo cual se suelen observar dos alturas: una sobre la roca, más elevada, y la otra más baja sobre la tierra.
 
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A pesar de las ventajas antes descritas, las construcciones en ladera también presentan inconvenientes, siendo el más importante el de las humedades.
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