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Todas las descripciones que se recogen a continuación pertenecientes a la vertiente atlántica del territorio hacen referencia al trigo. En la zona septentrional este cereal siempre rindió cosechas más bien cortas a consecuencia sobre todo de las características climáticas, por lo que su cultivo fue desapareciendo en las décadas centrales del pasado siglo XX coincidiendo con las mayores posibilidades de comprar pan en el mercado. En este sentido el abandono del trigo supuso un punto crítico, ya que marcó el inicio de la pérdida de la autosuficiencia alimentaria de la casa.
En Abadiño '''(B) '''el trigo estaba listo para segar en julio, por san Cristóbal. Para ello se utilizaba la hoz, ''inteije. ''Era una labor que se hacía conjuntamente con los vecinos, ''auzuekin. ''Tras cortar un manojo se ataba con un trozo de paja formando ''eskuta. ''Con quince o veinte ''eskutak ''se formaba un ''mutxur ''o almiar pequeño. Había que colocar los manojos con las cabezas hacia arriba para protegerlos de la humedad del suelo ya que si no podían germinar los granos. Se dejaban así hasta que se secara, unos dos días, y luego se levantaban almiares, ''metak, ''en la misma heredad, cada uno de los cuales almacenaba dos carros de trigo. En cinco o seis almiares se recogía toda la cosecha de trigo y permanecía así durante dos o tres semanas. Cuando estaba listo se trillaba, ''gari-jotea.''
Como la siega se hacía con la hoz era una labor que duraba muchos días. Los que vivían en los caseríos comenzaban desde muy jóvenes, con doce años o menos; no trabajarían mucho pero seguían siendo de gran ayuda. La faena comenzaba muy temprano, con el alba. Cuando se levantaban les daban un trozo de chorizo con pan y un trago de anís para despertarse y espabilar. Había que madrugar porque cuando el sol daba de lleno no era muy agradable trabajar agachados. Se descansaba durante las horas de máximo calor pero para las cuatro de la tarde ya estaban otra vez segando.
El grano se almacenaba en arcas. En el fondo se ponían hojas de nogal y se vertía vinagre y encima se echaba el trigo. Como se conocía la capacidad de los recipientes usados se sabía la cantidad que se había cosechado. Luego, según se necesitara para el consumo, se llevaba al molino y se traía la harina, ''urune, ''y el salvado, za''hije, ''por separado. Los dos últimos años en que se cosechó trigo había máquinas más modernas en las que se introducía la ''eskuta ''y salía por un lado el grano y por otro la paja que mediante un conducto de tubos subía directamente al pajar. A estas máquinas se las denominaba trilladora ''nagusiak ''y también se alquilaban. A mediados de agosto habían finalizado las labores que conllevaba el trigo. Hacia 1960 se dejó de sembrar este cereal.
En Elorrio '''(B) '''hasta 1936 el trigo se cortaba con guadaña; posteriormente casi todos recurrieron a la máquina segadora que, por lo general, era comprada por las casas importantes o por los caseríos de la barriada.
El trigo se colocaba en gavillas pequeñas y cuando estaba bien seco se hacían almiares, ''metak, ''de más de treinta gavillas cada uno. Antaño se trillaba golpeándolo sobre piedras y se aventaba delante del caserío recurriendo a máquinas. Posteriormente todas las operaciones se llevaban a cabo con la máquina que al mismo tiempo trillaba, limpiaba el trigo y colocaba la paja en el pajar o ''sabaije''<ref>ARRILLAGA, "Contribución al estudio etnográfico de Elorrio (Vizcaya)" cit., pp. 92-93.</ref>.
En Amorebieta-Etxano '''(B) '''el trigo se cortaba con la hoz para hacer los manojos. Con veinte de esos manojos se hacían las gavillas, ''txorlak, ''y se dejaban unos días al sol. Se cortaban e iban poniendo de diez en diez. Luego con cuidado para que no perdieran muchos granos se amontonaban en un almiar o varios si es que se cosechaba mucho trigo, en el lugar donde iba a hacerse la trilla, ''gari-jotia. ''La víspera de la misma se extendían los haces al sol y el día que comenzaba se procuraba que estuvieran al sol una hora o dos para que los granos se soltaran más fácilmente.
La trilla se hizo a mano en muchos caseríos hasta los años 1930. Participaban personas de todos los caseríos del barrio y de cada casa acudían uno o dos. El beneficiario de esta ayuda mandaba un número de colaboradores igual al que había recibido cuando la trilla era en los otros caseríos del barrio. El propietario organizaba el trabajo. Una persona subida a una escalera entregaba los haces a otra, que los iba extendiendo al sol. Otra tercera traía los haces de trigo. Dos o varios hombres eran los encargados de golpear cada uno de esos haces contra una o dos planchas de piedra apoyadas en la pared, para desgranarlo. Las mujeres se ocupaban de recoger el grano en una criba o cedazo y lanzarlo al viento para que se llevara las cáscaras y quedara el grano limpio, que se iba metiendo en sacos. Toda esta operación se realizaba en el portal de un caserío; se echaba un toldo en el suelo y sobre él iban cayendo los granos de trigo. La parte exterior se cubría con otro toldo o toldos o también con mantas viejas, para que no saltaran fuera. Generalmente la trilla se hacía en días de sol y calor por lo que los participantes tenían que llevarla a cabo entre polvo y sudor.
A mediados del siglo XX se utilizaron unas máquinas que facilitaban el proceso de aventado por medio de unas paletas manejadas manualmente mediante manivelas con las que se conseguía generar una corriente de aire. Esta arrastraba los restos más ligeros y el grano pasaba sobre un tamiz que vibraba al accionarlo ma nualmente. Cuando el grano quedaba limpio de polvo y paja se depositaba en la ''kutxa ''del caserío. Luego ese grano se llevaba a los diferentes molinos de la localidad para obtener harina.
En Gatzaga antes de dar comienzo a las tareas de la siega y trilla, los salineros salían a ayudar en dichas faenas a familiares o conocidos de Eskoriatza, Aretxabaleta (G) o Elorrio '''(B), '''ya que al parecer en estos lugares las cosechas maduraban más tempranamente. Luego estos colaboraban con quienes les habían ayudado previamente. Se iba segando desde las tierras más bajas en altitud a las más altas, según iban madurando progresivamente las mieses. Algunos pasaban luego a la vecina Álava para continuar con la labor.
En Berastegi (G) a la cosecha de cereales le llaman ''uzta; ''a la acción de cortar el trigo o cereal, ''garla moztu; ''a la herramienta con la que se corta, que es la hoz, ''itaia; ''a la gavilla, ''azaoa; ''los haces son ''sortak ''y el almiar, ''mandioa.''