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== La muerte del dueño. Nagusia hil da ==
De algunas localidades solamente se tiene constancia de la costumbre de comunicar a las abejas la muerte del dueño, sin precisar cuál era la finalidad de tal acto.
En Gorozika (B), cuando en una casa moría alguien, aunque no fuese ni el amo ni el ama, solían decir a un vecino o a un amigo: ''Erleen bearra egizu ''(Cumple el deber de las abejas). Este, yendo a las abejas y quitando la cubierta de una colmena, decía en voz baja: ''Urlia il da ''(Fulano ha muerto). El colmenar solía estar descubierto durante una novena entera y el mismo comisionado iba después a cubrirlo. Algunos ponían junto al mismo algún signo de luto<supref>67AZKUE, ''Euskalerriaren Yakintza, ''I, op. cit., p. 430.</supref>.
En Irun (G), cuando moría uno de la casa, ya fuese niño o persona mayor, el señor de la misma, ''buruzaria, ''iba al colmenar y golpeaba por tres veces una colmena con las puntas de los dedos y repetía también tres veces: ''Maria, Marea, Maria. Iltzaigu nagusia (edo eroziñ) eta ez joan zu emendik ''(María, María, María. Se nos ha muerto el amo [o cualquier otra persona] y no te vayas de aquí) <supref>68Nicolás ALZOLA. «Personen bizitzari buruz ale batzuk, Irunen» in AEF XXI (1965-1966) p. 9.</supref>.
En Haltsu (L) se daban tres golpecitos en la colmena y se decía: ''Etxeko andrea hil duk ''(Ha muerto el ama de casa) <supref>69AZKUE, ''Euskalerriaren Yakintza, ''I, op. cit., p. 430.</supref>. En Getaria (G): ''Nagusia il da baina segi lanean ''(Ha muerto el amo, pero seguid trabajando).
En Gamarte (BN), igualmente, cuando moría el patrón de la casa se anunciaba la noticia a las abejas tras dar unos golpecitos sobre las colmenas.
En Lekunberri (BN) también se consideraba necesario advertir a estos animales de la muerte de alguno de la casa.
En algunas localidades existió la costumbre de que el heredero se encargase de comunicarles a las abejas la muerte del dueño indicándoles que a partir de entonces lo sería él.
En Oñate (G), cuando moría el dueño, su heredero debía ir al colmenar y abriendo una de las tapas de la colmena, comunicar a las abejas el fallecimiento y su situación como heredero del difunto<supref>70</sup>. En Zegama (G) la muerte se anunciaba a las abejas diciéndoles ''Jaune ill dek eta eizue lan ari argi eiteko ''(El señor ha muerto y trabajad para alumbrarle); este anuncio lo ejecutaba el heredero de la casa a la vez que golpeaba con la mano en la colmena. También se empleaba esta otra fórmula: ''Nausie ill dek eta ni nausi ezautu bear nazue, zuek aaleiñe eizue ta nik aaleiñe eingo' izuet ''(El amo ha muerto y reconocedme a mí por amo, vosotras trabajad lo posible y yo os ayudaré lo posible)<sup>71</sup>. En Oiartzun (G) se les comunicaba el fallecimiento del amo así como el nombre del heredero, de lo contrario se creía que morían o desaparecían<sup>72</sup>. En Ezkurra (N) se decía delante de las colmenas que había muerto su amo o la ''etxekoandra y ''que en adelante reconociesen o aceptasen al heredero. Al mismo tiempo colocaban una vela encendida<sup>73</sup>. En Aranaz (N) también se comunicaba la muerte del señor de la casa a las abejas. Peña Santiago recoge el caso de cierta persona que les comunicó la muerte de su amo anunciándoles que a partir de aquel momento él sería el nuevo dueño". En Oragarre (BN) el interesado, a la vez que golpeaba la colmena, les advertía que el amo había muerto y que él era el nuevo<sup>7</sup>'<sup>5</sup>. ''Marcas de duelo. Lutoa jantzi'' Hasta aquí se han recogido varios procedimientos para comunicar una muerte a las abe- 70 José A. LIZARRALDE. «Villa de Oñate» in AEF, VII (1927) p. 93. <sup>71</supref> AEF, III (1923) p. 108. <sup>72</sup> AEF, III (1923) p. 88.
En Ziortza (B), si la familia del difunto poseía abejas, colocaban un paño negro encima de una colmena o sobre un madero del colmenar. Los aldeanos llamaban a este acto ''lutoa jantzi, ''esto es, vestirlas de luto. De no hacerlo así, morían<supref>76AEF, III (1923) p. 23.</supref>.
Recuerda un informante de Bermeo (B) que en su caserío, a principios de siglo, cuando moría alguno de la familia el abuelo colocaba un lazo negro a las colmenas en señal de luto. Según añade, de no hacer esto las abejas morirían como alguna vez les ocurrió. Esta costumbre se mantuvo hasta el fallecimiento del abuelo en los anos treinta.
En Meñaka (B), a la muerte de una persona de la familia, colocaban sobre una de las colmenas un trapo negro en señal de luto. En cierta ocasión, tras la muerte de un anciano, sus familiares no tuvieron cuidado de enlutar la colmena que tenían, notaron que el enjambre se iba extinguiendo y entonces se percataron de su olvido y al punto colocaron sobre ésta un paño negro<supref>77AEF, III (1923) p. 32.</supref>.
En Zunharreta (Z) se cubría cada colmena con un velo negro y se dejaba durante veinticuatro horas, pero de tal manera que las abejas pudiesen salir y entrar.
Cuando en Artica (Ansoain-N) moría uno de la familia se dejaba encima de la caja de las abejas una prenda del difunto<sup>78</supref>APD. Cuad. En Bedia (B)1, simplemente, se abría la tapa posterior de la colmena, de lo contrario morían<sup>79ficha 7.</supref>.
Según una informante de Santa-Grazi (Z) cuando moría alguien se sacudía la colmena. Recordaba haberlo hecho ella misma<ref>APD. Cuad. 7, ficha 687.</ref>.