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Zagales. Hijos de pastores

1 byte añadido, 09:17 10 jul 2018
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Los zagales, ''pastore-ikastaileak'', conocidos también con el nombre de ''rapatanes ''en Urraúl Alto (N) y ''repatanes ''en Otsagabia y Valle de Roncal (N), eran muchachos de entre 9 y 14 años, o incluso menos, que aprendían el oficio durante un periodo que se prolongaba durante tres años, poco más o menos. Venían a ser en definitiva unos pastores ayudantes. Los informantes de Roncal señalan que desde muy niños se introducían en esta labor porque veían hacer lo mismo a sus hermanos y compañeros de escuela, en ocasiones incluso solían «estar deseando ir». Por el contrario, en algunos lugares estos zagales solían ser naturales de Castilla, generalmente de Soria, pues los de casa no querían dedicarse a este oficio. Estos aprendices, cuando después de tres o cuatro años se habían formado en el oficio, regresaban a su tierra, por lo que había que recurrir de nuevo a la búsqueda de ayudantes.
En Lezaun (N), las familias pudientes y medianas, es decir, las que poseían tierras de labor y ganado, contaban con rebaños de borros, cuyo cuidado encomendaban a chavales recién salidos de la escuela, o sea, de unos doce años o poco más. En Roncal y Urzainki (N) se les contrataba en la misma época que a los pastores, de San Miguel a San Miguel, el 29 de septiembre. Su salario se limitaba al sustento. Por San Miguel también ajustaban los pastores a sus hijos en el Valle de Arana (A)<ref>Los datos referentes al Valle de Arana están tomados de Josetxu MARTÍNEZ. ''Pueblos, ritos y montañas''. Bilbao, 1996, pp. 43-47.</ref>. En Zuya (A) contrataban asimismo los servicios de un zagal para que cuidase del rebaño a cambio de manutención. Esta figura desapareció debido, sobre todo, a la incorporación de los perros pastor, que realizan muchas de las tareas que antes se encomendaban a los niños.  Los zagales se encargaban también en algunos lugares de Navarra de trabajos menores como separar las ovejas cuando se mezclaban diferentes rebaños o las hembras de los machos en los ''atajiles''<ref>José Mª IRIBARREN. ''Vocabulario Navarro. ''Pamplona, 1952. Un atajil es cada uno de los ''atajos ''en que se divide un rebaño grande para facilitar el pastoreo en las corralizas de la Ribera. [Salazar].</ref>. Además, tenían que cuidar con especial mimo a las ovejas ''tardanas ''que estaban a punto de parir y se les encomendaban otros cometidos como comprar las provisiones, traer leña y agua, etc.
En las localidades que bordean el macizo del Oiz (B) se ha recogido cómo al zagal, que generalmente era un muchacho de la familia dueña del rebaño, le estaba permitido ordeñar en unas marmitas con la mitad de capacidad (6 litros) que las de los mayores. Esta leche que recogía en una pequeña cantina era el resto, ''ondarrak, ''que quedaba en la ubre de la oveja después de que hubiera sido ordeñada por el pastor, o leche sin importancia, denominada ''bigarren golpea, ''de segundo golpe. En el esquileo, el zagal debía aprender a cortar la lana, comenzando por las zonas de la tripa, ''tripapea'', y el cuello, ''zamapea''. Cuando se disponía a sacrificar un animal por primera vez, lo hacía bajo la atenta mirada del padre o de otra persona avezada en esta labor que le enseñaba cómo debía actuar y le corregía en caso de que ejecutara mal la labor. En la década de los cuarenta, un zagal de una de estas localidades, Mendata, cobraba 5 pesetas al día por su trabajo, además de la manutención compuesta por habas con torta de maíz y abundante leche de oveja.
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