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Bendicion e implantacion de cruces

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Las cruces se colocaban en medio del campo o en las lindes. Pero era necesario señalar que se ponían teniendo en cuenta su orientación: así en el Valle de Arce se ponían cara al suroeste, de donde venían las tormentas, mientras que en el pueblo de Arrieta las encaraban al oeste. En los pueblos del Valle de Lónguida fue costumbre que la cruz se colocase en dirección a la Peña de San Miguel de Izaga. Sobre los brazos y remate de la cruz se depositaban unas gotas de cera provenientes de las velas bendecidas el día de Candelaria o de las que habían iluminado el monumento del Santísimo el Jueves Santo. En Aós y Artajo (Valle de Lónguida) recuerdan que a esta cera se añadían unas gotas del agua bendecida durante la vigilia de Pascua de Resurrección. La ceremonia finalizaba con el rezo de un padrenuestro y de una avemaría mientras se clavaba la cruz en el suelo. La intención de dicha práctica era proteger la cosecha del pedrisco.
En Artajona (N) desde el siglo XVII fue costumbre poner cruces de madera en los caminos y mugas del término municipal. La finalidad de esta práctica era “para que Dios por medio de ellas, libre los campos de las malas tempestades”. A ello se cree que obedece la costumbre de ponerlas en ciertos altos. Las cruces se bendecían el día tres de mayo terminada la misa solemne. Luego cada sacerdote llevaba una para colocarla en un punto determinado, conjurando los campos. La costumbre duró hasta los años 1930<ref>José M.ª. JIMENO JURIO. “Datos para la etnografía de Artajona” in CEEN, II (1970) p. 113.</ref>.
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
En Obanos (N) tenían carácter expiatorio y de bendición de cosechas a mediados del siglo XX los dos viacrucis que se celebraban el 3 de mayo y el 14 de septiembre, festividades de la Santa Cruz. Se rezaba de madrugada, por el pueblo, parando en las casas que tenían una cruz de madera y se llegaba hasta el Calvario al toque de alba. Tras la misa de la mañana, se bendecían los campos desde el pórtico de la iglesia.
En Larraun (N) el día de la Santa Cruz de Mayo o en la festividad más inmediata colocaban cruces en las heredades de modo que un lado de la cruz mirara a la ermita de Santa Bárbara y el otro estuviera orientado al santuario de San Miguel de Aralar<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Bilbao: 1989, p. 165.</ref>.
En Romanzado y Urraul Bajo (N) el día de Ramos se bendecía mimbre y sanguino. Con los tallos de sus ramas bendecidas ese día hacían cruces; el pie de mimbre y los brazos de sanguino. Se colocaban en los campos el día 3 de mayo (Invención de la Santa Cruz). En la unión de los dos palitos se ponían unas gotas de cera. En el momento de colocarlas en el campo se rezaba un padrenuestro (Napal, Iso, Sansoain-N)<ref>José de CRUCHAGA. “Un estudio etnográfico de Romanzado y Urraul Bajo” in CEEN, II (1970) p. 194.</ref>.
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