JUEGOS DE SALTO/fr

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El objeto empleado para jugar es normalmente una piedra plana de dimensiones reducidas o un pedazo de teja pulido, además de trozos de azulejos, baldosas o mármol. También se aprovechaban con esta finalidad las piedras pulidas del lecho del río.

Este elemento recibe en algunas localidades nombre propio: por ejemplo, en Carranza, Galdames y Muskiz (B) se denomina pita, en San Román de San Millán (A) maratilla, en Salvatierra (A) mariquita, en Sangüesa (N) tejo, en Bermeo (B) arrijjé y en Durango (B) txintxu.

Se juega sobre una figura dividida en cuadros, trazada en el suelo. Casi siempre se prefiere para su ejecución un suelo duro. Si se juega sobre losas de piedra no es necesario trazar el campo ya que lo delimitan los bordes de las mismas. Cuando resulta imprescindible dibujarlo se utiliza para ello un trozo de teja o ladrillo, un pedazo de caliza o una tiza. Si se juega sobre tierra, se marca con la ayuda de un palo.

Las diferentes formas que adopta el dibujo sobre el que se juega se representan más adelante, acompañando la descripción de cada variante local.

El juego de la rayuela puede ser considerado como propio de niñas. Esto no excluye que ocasionalmente hayan tomado parte en él chiquillos, como ha podido ocurrir en barriadas pequeñas en las que el número total de críos era reducido o simplemente porque les gustaba.

En algunas localidades ha sido juego mixto: así ocurría en Elosua (G) donde lo practicaban durante el periodo escolar chicos y chicas sobre las losas del pórtico de la Iglesia; también en Artajona y Lezaun (N) tomaban parte indistintamente niños y niñas en la variante conocida como «A la semana».

En San Martín de Unx (N) la presencia de varias losas de piedra junto a la Basílica del Pópulo favoreció la práctica de un par de juegos denominados «La piedrilla» y «Plin-plan» o «Semana». Entre los hoy mayores de setenta años, el juego de la piedrilla era mixto, pero practicado mayoritariamente por niños de cinco a once años aproximadamente. A las niñas que lo jugaban se les llamaba marimuetes, marimachos. El de «Al plin-plan» o «Semana» era tanto de chicos como de chicas.

Las distintas modalidades que componen este juego se pueden reunir en dos grandes grupos ya que son básicamente dos las formas de ejecutarlo. Ambas se inician lanzando la piedra con la mano a la primera casilla. A partir de aquí se juega de dos formas distintas. Una consiste en recorrer en orden todos los cuadros que componen el dibujo saltando a la pata coja y descansando en las casillas destinadas a tal fin. Durante el recorrido de vuelta se recoge la piedra con la mano y se sale. Después se vuelve a jugar lanzándola esta vez al segundo recuadro, cuando se termina se prueba suerte con el tercero y así sucesivamente. Suele ser habitual que no se pueda pisar la casilla donde se halla depositada la piedra, siendo necesario saltar sobre ella.

La otra forma de jugar consiste en desplazar la piedra con el pie tras ser lanzada al primer recuadro, saltando también a la pata coja, llevándola de casilla en casilla y descansando sólo donde esté permitido. Una vez completado el recorrido se continúa con los demás recuadros, tal como se ha descrito antes, pero siempre moviendo la piedra.

Durante la ejecución del juego se debe evitar la comisión de ciertos errores que parecen ser comunes a la mayoría de las modalidades y poblaciones donde se practica. No se puede pisar ninguna raya del esquema mientras se salta y tampoco apoyar ambos pies en los recuadros destinados a permanecer a la pata coja. Cuando se arroja la piedra con la mano a una casilla no debe caer fuera de ella, bien en el exterior del esquema o en otro cuadro, o quedar sobre las líneas que la delimitan. Mientras se desplaza la piedra con el pie, en las modalidades en que se juega así, no se deben cometer tampoco los anteriores fallos señalados para cuando se realiza el lanzamiento al inicio de cada turno.

El jugador que comete cualquiera de estos errores pierde y debe dejar que prosigan participando los demás. Cuando han tomado parte todos y le vuelve a tocar el turno no tiene que empezar de nuevo sino que lo hace desde la posición en que erró.

En Hondarribia (G) mientras se ejecutaba el «Txingo-txingo» se debía repetir:

Arria pasakona
Arria pasakona
Arria pasakona
………….…….........
Arria pasakona
Kanpora!

Cuando en Carranza (B) jugaban «A la pita» y una de las participantes tardaba mucho en fallar, las demás le cantaban para que se pusiese nerviosa:

Debajo de una piedra
hay una culebra
que dice que dice
que «Luisita» pierda.

Coplillas similares se entonaban en algunas localidades con la misma intención mientras se saltaba a la cuerda.

Seguidamente se describen diferentes modalidades cuya práctica ha sido constatada durante la realización de la encuesta. Se encuentran ordenadas según el criterio establecido con antelación.



JUEGOS DE SALTO VARIOS

Dentro de los juegos de salto los hay que no corresponden a las modalidades anteriormente tratadas. Habida cuenta su gran diversidad que hace dificil su clasificación, se han agrupado en este apartado a modo de cajón de sastre y se describen seguidamente.