Saltos de altura. Andre-saltoka

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Zerain (G) se jugaba a «Makilla salto», que no es sino una modalidad de salto de altura. Se colocaba una vara a poca altura del suelo para ir subiéndola poco a poco a medida que la superaban todos los participantes. El salto se realizaba con los pies juntos y ganaba el que mayor altura alcanzase. Participaban niños y niñas y carecía de estacionalidad. Hoy en día se ha dejado de practicar.

En Viana (N) realizaban el «Salto de altura» del siguiente modo: Los que pagaban sujetaban una cuerda a una determinada altura del suelo y los demás participantes trataban de superarla. Si lo conseguían todos, se elevaba un poco y se continuaba. De igual modo se jugaba en Durango (B). La niña que tocaba la cuerda quedaba eliminada.

Una modalidad de salto de altura practicada por chicas de Artajona (N) a principios de siglo, era la que recibía el nombre de «A pipíes». Elegida una compañera, debía sentarse en el suelo y mantener una pierna extendida con el pie en posición vertical. Las restantes iban saltando por encima, sin tocar el pie. Cuando habían pasado todas, ponía el otro sobre la punta del anterior y repetían los saltos. Para la tercera ronda elevaba la altura colocando además la mano derecha extendida y vertical y para la vuelta final las dos manos. Perdía la que al brincar rozaba el obstáculo.

En Elosua (G) se divertían de igual modo, sólo que eran dos los chicos o chicas que se sentaban en el suelo, uno enfrente del otro, tocándose por las plantas de los pies. La altura a saltar se incrementaba paulatinamente como en la versión anterior. Cuentan los informantes que a veces, para hacer perder al saltador, movían la mano en el instante en que pasaba por encima. Este entretenimiento recibía el nombre de «Saltoka».

Aingeru Irigaray cita una versión similar a la de Elosua y algo más elaborada conocida como «Andre salto» o «Andrea saltoka»[1]. Según la misma dos niños o niñas se sientan en el suelo frente a frente apoyándose por las plantas de sus pies. Los restantes participantes saltan por encima de los pies de los que paran, sin tocarlos. Si son rozados, como cada uno tiene elegida su pareja, el perdedor con su compañero sustituyen a los sentados, quedando éstos libres. Una vez han superado todos el obstáculo comienza la segunda fase consistente en pasar nuevamente por encima de los pies de los que se quedan, sobre los que cada uno de ellos pone el puño cerrado, ukamilla. Si nadie tropieza vuelven a pasar por tercera vez, en esta ocasión deben superar los dos puños colocados sobre cada pie. En la cuarta ponen el palmo, zega, extendido cada uno sobre su pie y en la quinta se colocan los dos palmos. La sexta fase es la misma que la anterior, sólo que cada pie monta sobre el otro de cada jugador.

En algunas partes añaden una más. Los que se quedan separan las piernas pero sin dejar de tocarse los pies por las plantas, describiendo una figura romboidal. Los jugadores deben saltar el obstáculo en los puntos donde se levanta cada pie más las dos manos extendidas. El juego se complica si en cada una de las fases los participantes dan los saltos con un solo pie, txingilka.

Este mismo juego fue descrito por Manuel Imbuluzqueta bajo las denominaciones de «Andrea saltua» (Ulzama-N) y «Andrea saltuka» (Baztan-N)[2]. Pertenece propiamente a las niñas y se lleva a cabo por parejas. Las que se quedan se disponen en el suelo como se ha comentado antes y si durante el transcurso del juego pierde alguna de las saltadoras, el resultado afecta a su compañera.

El juego abarca varias fases: a) los pies colocados verticalmente; b) el puño sobre los pies; c) ambos puños superpuestos sobre cada uno de los pies; d) los dos puños sobre un solo pie; e) la mano extendida de tal modo que el dedo meñique termine en la punta de uno de los pies colocado sobre el otro; f) finalmente ambas manos superpuestas en la forma indicada, procurando que queden bien extendidos los dedos de la mano para alcanzar mayor altura.

Superadas estas pruebas se accede a la última fase, bastante difícil de ejecutar correctamente. Las niñas sentadas se disponen con las piernas separadas como se describió en el juego anterior y las demás saltan repetidas veces a txingi, a la pata coja, sobre estos obstáculos.

En Hondarribia (G) tanto chicos como chicas jugaban «Saltoka», haciendo un gran montón de arena en la playa y tratando de superarlo sin romperlo saltando desde una determinada distancia.


 
  1. A. APAT-ECHEBARNE. Noticias y viejos textos de la “Lingua Navarrorum”. San Sebastián, 1971, pp. 181-183.
  2. Manuel IMBULUZQUETA. “Juegos de niños. Los de Baztán-Ulzama” in Euskalerriaren Alde, XVII (1927) pp. 372-374.