IX. JUEGOS DE LANZAMIENTO

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En este capítulo se incluyen todos aquellos juegos en los que es parte esencial el lanzamiento de un objeto. Estos juegos se presentan ordenados en función de la naturaleza del objeto que se arroja o del material a partir del cual está elaborado. Así, en primer lugar se incluyen varios entretenimientos relacionados con el lanzamiento de piedras; también el conocido «Tapulero», en el que se emplea arcilla para modelar el cuenco con el que se juega; y un extendido y variado juego que muestra numerosas designaciones, algunas de las cuales son «Al calderón», «Al pilocho» o « Txirikilan», en el que los participantes arrojan un palito de puntas afiladas con la ayuda de otro más largo.

El siguiente grupo está constituido por juegos en los que se arroja un pequeño objeto: agallas de roble, semillas, canicas, monedas, tapas de cajas de cerillas, cromos o chapas. Estos juegos también se agrupan en función del material empleado; sin embargo, independientemente del tipo de objeto las distintas modalidades son comunes a todos ellos. Entre los juegos realizados con agallas, semillas y canicas no existe más diferencia que la de los elementos con los que se juega, ya que los mismos han ido variando a lo largo del siglo sin que los juegos que se practican con ellos se hayan modificado sustancialmente. Incluso las propias canicas han experimentado una evolución en lo referente a los materiales hasta llegar a las modernas de cristal.

A continuación se recogen los juegos practicados con chapas de botellas, que difieren claramente de los anteriores. Después los relacionados con el lanzamiento de balones y por último uno muy conocido en tiempos pasados consistente en lanzar por los aires un bote de conservas vacío aprovechando las propiedades inflamables del gas desprendido por el carburo humedecido.

En este capítulo se notará la falta de dos grupos de juegos: los de bolos y los practicados en el frontón. La razón es que las reglas que los rigen suelen ser similares a las de las modalidades practicadas por los adultos y por consiguiente se tratarán en el volumen dedicado a los juegos de estos últimos. Los juegos de bolos practicados por los niños muestran a menudo ciertas peculiaridades como es el jugar con bolas y bolos de menor tamaño y calidad y a veces improvisados. Entre los juegos de frontón el más extendido es el conocido comúnmente como «A primis» o «Primika». Básicamente consiste en que el niño que consigue llegar al final en solitario por no haber cometido ningún fallo al devolver la pelota, tras haber resultado eliminados todos sus contrincantes, obtiene un primi o vida que le permite cometer un error en la siguiente partida sin que por ello tenga que abandonar el juego.

Por su interés hacemos mención al juego denominado «Botülüzea»[1] constatado en Altzai (Ip) que al parecer muestra gran antigüedad y se trata de un precedente de otros juegos de frontón. Someramente descrita la práctica del juego, tal como se ha recogido, es la siguiente: El terreno de juego podía ser tanto la plaza del pueblo como una pradera llana, soro ordokian. Competían de ordinario dos contra dos, biga eta biga, hasta un máximo de cinco por equipo. En cada campo había una piedra plana para botar la pelota en el momento del saque. A veces se envolvía con un trapo, ohialez. El desarrollo del juego era similar al del tenis, pero golpeando la pelota con la mano. El que realizaba el saque contaba con dos oportunidades para ello, es decir, que si fallaba en su primer intento no era mala, lehena gaixtoari. Se jugaba a 25 ó 30 puntos. Se empleaban expresiones clásicas en los juegos de frontón como: «Jo!» (dale), «hire» (tuya), «eni» (mía) y «paso». El equipo que ganaba hacía partida, los adversarios tenían la oportunidad de arrabanja (revancha) y en caso de empate se jugaba la partida decisiva, lilia.

Tampoco se incluyen aquellos juegos en los que se emplean pelotas o balones, pero que al constituir actividades deportivas, su desarrollo está reglado por normas aceptadas universalmente; aunque algunos de ellos, como el fútbol, han sido ampliamente practicados por los niños desde su implantación.

Al foot-ball a principios de siglo. 1912. Fuente: Novedades, San Sebastián, 1912.


 
  1. Para una descripción más amplia de este juego puede consultarse, entre otras publicaciones, la de E. BLAZY. La Pelote Basque. Bayonne, 1921, pp. 186-190.