A transportes
En Mendiola (A) los niños pequeños juegan a imitar un camión o un coche en movimiento. Se reparten los papeles de las diferentes partes del vehículo: uno hace de motor, cuatro niños de ruedas, otro de asiento y un último de conductor. Ponen en marcha el camión dando vueltas a una manivela que supuestamente se encuentra en la parte delantera. Pasado un tiempo en que se han desplazado de un lugar a otro simulan situaciones cotidianas en la conducción como arreglar el pinchazo de un neumático o hinchar la cámara de aire. En San Román de San Millán (A) además a los coches les ponen nombres de marcas comerciales conocidas.
En Apodaca (A) al mismo juego le llamaban «Al aro» porque se servían del aro de un cubo o una corroncha para que hiciera de volante del vehículo. En Aramaio (A) completaban este entretenimiento jugando «A mecánicos». Unos niños instalaban una especie de garaje al que otros llevaban a arreglar sus coches.
En San Román de San Millán (A) y en Eslava (N) los niños juegan «A trenes». Uno de ellos hace de locomotora y los otros, agarrados a su espalda uno detrás de otro, de vagones. Los niños se divierten con una de las operaciones que más les gusta cual es la de engancharse y desengancharse.
En Hondarribia (G) practicaban un juego similar llamado «A traineras». Se colocaban los chavales sentados en el suelo, uno detrás de otro, simulando remar a las órdenes de uno que hacía las veces de patrón.