Cinco lobitos
Al ritmo de esta cancioncilla muy extendida el adulto hace rotar las muñecas de sus manos delante del niño para que se percate de los dedos; luego procurará que el mismo niño gire sus manitas mirando sus deditos.
- Cinco lobitos
- tiene la loba,
- cinco lobitos
- detrás de la cola.
Este texto se ha recogido en Salvatierra (A); Amorebieta-Etxano, Durango, Galdames, Portugalete y Zeanuri (B). En otras localidades encuestadas la fórmula es similar. Las variantes más comunes se refieren al último verso que a veces dice «detrás de la escoba» o «detrás de la toba». En algunos lugares se menciona el color de los lobitos indicándose que son «negros» o «blancos y negros». Fórmulas que contienen estas variantes se han recogido en Amézaga de Zuya, Artziniega, Gamboa, Laguardia, Narvaja, Pipaón, Ribera Alta, Salinas de Añana, Vitoria (A), Abadiano, Carranza, Durango, Galdames, Portugalete (B), Beasain, Hondarribia (G), Aoiz, Allo, Arraioz, Izal, Monreal, Murchante, Sangüesa y Viana (N).
En ocasiones la fórmula es más larga, como ocurre en Mendiola, Salcedo, Salinas de Añana, Valdegovía (A), Carranza (B), Garde, Lekunberri y Obanos (N). Con pequeñas alteraciones en estas localidades se recita:
- Cinco lobitos
- tiene la loba,
- blancos y negros
- detrás de la cola.
- Cinco parió,
- cinco crió,
- y a todos los cinco,
- la teta les dio.
Una letrilla similar en que se recurre a «pollitos» en lugar de a «lobitos» ha sido recogida en Pipaón (A), Arraioz y Viana (N):
- Cinco pollitos
- tiene mi tía
- uno le canta,
- otro le pía,
- y otro le llama
- tía María.
En San Román de San Millán (A), Durango (B) y Allo (N) en los dos últimos versos recitan: «y otro le canta / la sinfonía».
Al terminar el juego se acaricia con las yemas de los dedos el pecho del bebé, por medio de suaves golpecitos (Aoiz-N) o se termina haciendo cosquillas al niño en el pecho (Obanos-N).