Otras modalidades del juego
Existen diversas variantes, ya que además de jugar a las cuatro posiciones que podríamos llamar básicas, se podía jugar a coger las tabas de dos en dos, a hacer parejas, cogiendo dos tabas con posición distinta de sus caras, o siguiendo otras reglas o disposiciones que había que cumplimentar según la modalidad de la que se tratara.
En Durango (B) para jugar a la modalidad que llamaríamos común o básica se echan las tabas sobre la superficie lisa directamente de las manos y se hacen primeras, segundas, terceras, etc. Si se va a primeras hay que coger todas las tabas que estén en esta posición mientras se lanza la canica al aire. Si no se recoge la canica o la taba en cuestión «se hace malas». A partir de este juego se practicaban otras muchas variantes que hemos recogido en esta localidad vizcaina y que se describen a continuación.
A pitxones o A pitones: La compañera de juego tira dos tabas al suelo y la que esté jugando debe colocarlas en posición primeras, una, y segundas, la otra; cogerlas con la mano derecha y pasarlas a la izquierda, todo ello mientras echa la canica al aire y vuelve a recogerla. A continuación se tiran otras dos y se vuelve a realizar la misma operación, hasta completar los tres pares. Esta variante es también conocida en Portugalete (B) con el nombre de «A pitones» y se jugaba asimismo en Abadiano (B) donde la denominaban «Pitxorietara».
Con una mano: Solo se puede coger la canica con una mano. Se repiten los juegos: primeras, etc.
Al puente: Con el dedo pulgar e índice de la mano izquierda se hace un puente. Al tirar la canica hacia arriba se coge la taba que corresponde. Si es a pitxones las dos; y antes de recoger la canica se pasa la taba o tabas por debajo del puente.
A la cestita: La mano izquierda hace de cestita. Al tirar la canica se coge la taba que corresponde y se pone en la cestita.
Al beso: Según se van cogiendo las tabas, se les va dando un beso. También se jugaba en Portugalete (B) y en Allo (N).
A no tocar: Hay que coger la taba que corresponde sin tocar ninguna otra. Los pares de los pitxones hay que cogerlos también por separado. Para que resulte más fácil se suelen echar las tabas procurando que queden distanciadas unas de otras. En Portugalete juegan también a esta variante y la denominan «A coger sin tocar ninguna».
A dar y coger: El juego consiste en coger una taba de primeras, segundas, terceras, etc., depende de «a lo que se vaya» y dejar otra preparada, en primeras, segundas, etc. para ser recogida en el siguiente lanzamiento de canica. Es decir, consiste en coger una y dar (dejar preparada otra). Todo ello en el espacio de tiempo que concede un único lanzamiento. Es similar al plantar de las localidades navarras. En Portugalete le llamaban «A coger y volver».
Llevaditas: Cuando se va a terceras y sale una o varias en posición de terceras, la primera niña que las ve las coge diciendo «llevaditas». Estas llevaditas sirven para que cuando se pierde en este juego de terceras o cuartas, según a lo que se vaya, queden como reserva para poder continuar jugando aunque se haya hecho una vez mala. Si no se necesitan se ponen al final. La que coge estas tabas de reserva las puede colocar en la posición que quiera, incluida la que está jugando en ese momento.
Txutxus: Cuando todas las tabas salen en la misma posición, la primera que las ve las coge diciendo «txutxus» y las coloca en la posición que quiera, pero no todas en la misma posición, ya que volvería a incurrir en txutxus.
Existían unas reglas aplicables en todas las modalidades de juego descritas para Durango (B). Las tabas no se pueden dejar en la mesa; según se van cogiendo hay que ir colocándolas en la mano izquierda. Si no hay tabas del juego a que se va, por ejemplo primeras, se da la vuelta a una o varias y luego se cogen en un nuevo lanzamiento de canica. En cualquier juego, excepto en el de «A no tocar» se pueden coger una o varias tabas a la vez, y dar la vuelta a una y otra para dejarlas preparadas.
En Lezama (B) se han recogido las dos modalidades siguientes:
Sin mover: Se debían coger las tabas de golpe o cambiarlas de posición, sin moverlas del lugar. También se ha recogido en Portugalete (B) y en Allo (N).
Al cestito: Consistía en poner de una tirada de pelota todas las tabas a la vez en primera o segunda.
Las tres modalidades siguientes han sido practicadas en Monreal (N). En la primera se colocaban cuatro tabas de cara haciendo un cuadrado. Y se cantaba la siguiente canción:
- Gallinita currucada
- pones huevos en la rada. (1)
- Pone uno,
- pone dos,
- pone tres,
- y pone cuatro. (2)
- (1) Se señalaba con el dedo en el centro. (2) Se iba cogiendo cada una de las tabas.
La segunda modalidad consistía en colocar tres tabas tiesas y la cuarta encima. Con un dedo se señalaba una cruz sobre las tabas cantando una canción. Al terminar ésta se cogían todas de una vez y se decía:
- Zapatero remendón
- punto largo y buen tirón.
En la tercera variante se colocaban cuatro tabas juntas. Con los dedos pulgar y corazón se hacía un puente sobre ellas sin tocarlas. A la vez se cantaba una canción y al terminar ésta se recogían todas con una mano, mientras se recitaba:
- La partida
- bien cumplida
- dando gracias
- a Dios.
En Laguardia (A) otra forma de jugar además de la común de las cuatro posiciones era la de pares o nones, intentando poner todas las tabas de caras pares o de caras nones, teniendo en cuenta que pares eran zil/culo y nones, zote/carne.
En Salcedo (A), se juega con seis tabas y la pitona. A continuación de recoger las tabas en las cuatro posiciones, se jugaba a aguas de francés, pones de francés, taulos de francés y carnes de francés que es repetir lo anterior con la otra mano.
En Salinas de Añana (A) una variante consistía en jugar con cuatro o cinco tabas, siendo una de ellas colorada. Tiraban la bola al aire y las tabas al suelo, teniendo que coger la colorada y la bola al tiempo que la taba correspondiente.
En Eugi (N) la jugadora mientras tiraba las tabas debía decir, en este orden: «A plante de carne, a plante de hueso, a plante de quita, a plante de pon». Si se decía «a plante de carne», había que colocar todas las tabas dejando la posición carne en la parte superior de la taba. Esto se debía repetir con las cuatro caras distintas de la taba (carne, hueso, quita y pon). Por último la quinta posición era colocar dos parejas en las siguientes posiciones: carne-hueso. La jugadora que lograse colocar todas las tabas en las cinco diferentes posiciones ganaba. Si no lo lograba pasaba la suerte a otra jugadora. En el caso de que al lanzar al aire las tabas quedasen en una misma posición se decía la palabra «arrapatuzen» (se atrapó), siendo esta jugadora la ganadora de la partida.
En Beasain (G) jugaban a voltear las tabas sobre sus diferentes caras, y según la posición que se tratara decían sakes, pon, txutis o carnes. Cuando la jugadora hubiera terminado de hacer estas cuatro operaciones con cada una de sus seis tabas, y sin cometer error alguno, iniciaba nuevamente iguales operaciones pero girando simultáneamente dos tabas a la vez. Pocas eran las que terminaban la segunda vuelta sin errores, debiendo dejar el turno de juego a la siguiente y esperando a que le llegara de nuevo el suyo.
En Alboniga (Bermeo-B) una vez acabada la cuarta posición, kuartie, venía la parte del juego que decían parie, o sea lanzar y recoger cada una de las veces dos tabas en posición de primerie y segundie, respectivamente, debiendo al mismo tiempo intentar preparar las otras tabas en esas posiciones de forma que las pueda recoger en la siguiente tirada. Tras levantar en tres tiradas los tres pares de tabas la niña ganaba un juego.
En Aoiz (N) se ha recogido esta variante: Se coloca una taba entre los dedos índice y corazón, se aprieta bien y sin soltarla se intentan recoger las tabas primero de una en una, después de dos en dos, luego de tres en tres... etc. Si se cae la taba de los dedos o alguna de las que se ha recogido, se pierde.