Versiones de Beasain, Zerain, Elgoibar, Allo, Garde, Bilbao y Portugalete
En otras localidades este juego consistía sencillamente en ver quién lanzaba más lejos la pieza corta.
En Beasain (G) los muchachos se fabricaban su propia picota y para practicar el juego, cada uno tomaba un palo de medio metro. Con el transcurso de los años algunos sustituyeron este último instrumento por la paleta de jugar a pelota.
El juego consistía en colocar la picota en una superficie lisa, darle un golpe seco en uno de los extremos puntiagudos para que se elevara girando y atizarle nuevamente en el aire con el palo o la paleta para alejarla. Ganaba el que alcanzaba mayor distancia.
Este juego había que practicarlo en espacios abiertos y despejados para no lastimar a nadie. A pesar de las precauciones a veces había heridos entre los participantes ya que al tratar de «picar» la picota, salía girando vertiginosamente en cualquier dirección menos la vertical.
En Zerain (G) esta misma modalidad recibía el nombre de «Matxin-salto».
En Elgoibar (G) la pieza más larga medía un metro de longitud y la corta diez centímetros y como es común, tenía extremos cónicos. Uno de los niños golpeaba la más corta y cuando se elevaba en el aire la volvía a golpear. El ganador era quien la lanzaba más lejos. Cuando perdían el palo de extremos afilados cabía la posibilidad de sustituirlo por otros dos, uno se colocaba en el suelo a modo de soporte y el que se iba a lanzar se apoyaba perpendicularmente sobre éste de modo que uno de sus extremos quedase alzado.
En Allo (N) se considera un juego más propio de niños, si bien también lo practicaron chicas, aunque en raras ocasiones. Se colocaba la pieza corta o pitis sobre el suelo y uno de los jugadores, al que le correspondía por turno, le pegaba con su palo en uno de los extremos. Al salir disparada al aire, la golpeaba nuevamente lanzándola lo más lejos posible. Ganaba aquél que conseguía alcanzar mayor distancia.
En Garde (N) el jugador golpea el toco con el palo largo o barabán y lo lanza a gran distancia. Al igual que en las anteriores localidades, gana el que más lejos lo envía.
Lo mismo sucedía en Bilbao (B), donde se ponía el palillo en el suelo y se le golpeaba en una de sus puntas. Al elevarse se le volvía a atizar con el mismo palo. Ganaba el que lo enviaba a mayor distancia.
En Portugalete (B) es un juego de chicos aunque en algunas ocasiones también lo practican niñas. Además de un palillo y de una pala de madera de las de jugar a pelota, o a veces un palo, necesitan un pequeño pedestal sobre el que posar aquél. Puede servir para este fin un ladrillo o una piedra. El número de jugadores es variable y el campo de juego no tiene unas dimensiones perfectamente delimitadas.
El primer jugador coloca el palillo sobre el pedestal de manera que sobresalga la mitad. Acto seguido golpea su extremo con el canto de la pala o con el palo de forma que salte por los aires y así poder atizarle de nuevo para lanzarlo lo más lejos posible. Gana el jugador que más lejos lo arroje.