El patio de mi casa

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Juego en el que una de las niñas se queda en el centro. Al tiempo que cantan, realizan movimientos relacionados con lo que dice la letra.

Korruka. Lizarza (G), 1918. Fuente: Archivo Aguirre.

Las estrofas más comunes y con menos variaciones son las dos primeras. Se van cantando a medida que gira el corro. Han sido recogidas en Amézaga de Zuya, Apellániz, Mendiola, Moreda, Narvaja, Pipaón, Ribera Alta (A), Abadiano, Durango, Getxo, Portugalete, Zamudio, Zea nuri (B), Allo, Aria, Garde y Monreal (N):

El patio de mi casa
es particular,
cuando llueve se moja
como los demás.
Agáchate,
y vuélvete a agachar,
que las agachaditas
no saben bailar.
H, i, j, k,
1, ll, m,a (l,m,ñ,a),
que si tú no me quieres,
otro niño me querrá.
A estirar, a estirar
que la coja va a pasar.
Chocolate, molinillo,
corre, corre, que te pillo.
Correrás, correrás,
pero no me alcanzarás.
EL PATIO DE MI CASA (Zamudio-B)

Se agachan y vuelven a agacharse según reza la canción. Al decir «A estirar, a estirar» se estiran todo lo posible pero sin soltarse las manos. En Monreal se agachan al decir «que te pillo» y cuando terminan diciendo «pero no me pillarás» dan vueltas más de prisa.

En Salvatierra (A), al decir «a estirar» se colocan con los brazos extendidos y las manos cogidas y una de las niñas pasa por entre ellas hasta el final de la hilera reuniéndose y formando corro cuando dicen «chocolate». En Gamboa (A) al decir «a estirar» así lo hacían, provocando empujones, tirones y caídas; o también extendían los brazos y todo el corro iba pasando en fila por debajo de los brazos de una pareja de niñas que simulaba el arco de un puente.

En la mayoría de las localidades al finalizar la canción antes transcrita se sueltan las manos y se canta dando palmadas o poniendo las manos en jarras, mientras que la que está en el medio va dando vueltas a la pata coja.

En Eugi (N) cantan en ese momento:

Desde pequeñita,
me quedé, me quedé,
algo resentida
de este pie, de este pie.
Y como el andar,
es cosa que me irrita,
disimular que soy una cojita.
Aunque lo soy,
lo disimulo bien,
fingiendo que doy
con la punta del pie.

En esta localidad navarra la del centro le da con la punta del pie a la niña del corro que tiene delante, intercambiándose los papeles.

En Portugalete (B) la canción tiene algunas variantes:

Desde pequeñita me quedé,
algo resentida de este pie,
y aunque no soy
no soy una cojita
disimular,
disimular lo disimulo bien.
Sal, que te doy un puntapié
con la punta de este pie.

Versiones similares se han recogido en San Román de San Millán (A) y Durango (B).