A golpearse las palmas
Uno de los participantes pone sus manos con las palmas hacia arriba y el otro las coloca sobre las de su compañero, con las palmas hacia abajo. El que tiene las manos debajo debe conseguir golpear las del de encima. Si consigue darle gana.
Si el que tiene las manos encima las moviera por haber presentido que se las iban a golpear en ese momento y no ocurriera tal, ganaría el que las tiene debajo. En Amézaga de Zuya (A) y Portugalete (B), localidades en las que se ha recogido el juego, lo practican entre dos personas.
En Portugalete, se conoce también una variante consistente en que los dos jugadores apoyen sus manos boca abajo sobre una mesa, en posición una frente a otra, tocándose ligeramente los dedos. El que actúa en la posición ofensiva debe golpear con sus manos las del contrario. Conseguido el objetivo pasa a la defensiva.