Lanzamiento de monedas
En estos juegos, como ocurre con otros de lanzamiento, especialmente con los de canicas, el ganador o los ganadores se llevan parte o la totalidad de los objetos con los que se juega, en este caso monedas. El apostar dinero confiere más atractivo a estos entretenimientos y a la vez es causa de que se hayan llegado a perseguir y prohibir. Esta ha sido también la razón de que además se hayan practicado habitualmente entre jóvenes y adultos.
A juzgar por el tipo de monedas que aparecen en las descripciones de este juego, tuvo su apogeo coincidiendo con el uso de las monedas de cobre de cinco y diez céntimos. Es de presumir que se practicó anteriormente con otras más antiguas, pero la memoria de los informantes no alcanza tan lejos.
Estas monedas recibieron distintas designaciones, siendo las habituales perra gorda y perra chica en castellano y txakur aundi y txakur txiki en euskera, dependiendo de si eran de 10 y 5 cts. respectivamente. En un buen número de localidades navarras se conocieron como ochenas y cuatrenas ya que las de 10 cts. equivalían a 8 maravedís y las de 5 cts. a cuatro. En Arraioz (N) los más pequeños jugaban con las de 2 cts. llamadas bi mahíkoa.
Los juegos de lanzamiento de monedas se pueden agrupar en dos categorías. Una incluye entretenimientos en los que interviene exclusivamente el azar; consisten sencillamente en arrojar monedas al aire y en función de la posición en que caigan, ganarlas o perderlas. La otra categoría abarca juegos en los que se requiere una cierta dosis de habilidad por parte de los participantes. También se recogen entretenimientos en los que se combina destreza y fortuna.
Estos juegos ya no se ajustan claramente a la clasificación establecida para los capítulos anteriores, si bien algunos de ellos aún guardan ciertas similitudes, como los que consisten en arrojar monedas hacia una figura geométrica trazada en el suelo o a la base de una pared. También se ha recogido una versión en que se lanzan a un hoyo.