Un, dos, tres, carabí carabá. Bat, bi, hiru, eguzki
Es un juego mixto muy extendido. En su desarrollo lo que importa es el no ser sorprendido en movimiento. Se practica de la siguiente manera: Uno de los participantes se coloca de cara a la pared mientras repite la frase: «Un, dos, tres, carabí, carabá». Entretanto el resto de jugadores, situado a una distancia previamente fijada, aprovecha ese momento para avanzar hacia la pared.
El que la paga tras decir la frase gira la cabeza. Si en ese momento alguno de sus compañeros se está moviendo, éste debe regresar al punto de partida y comenzar de nuevo el recorrido. Pierde el juego aquél que llega el último a la pared.
En Gamboa (A), en algunos casos, cuando llegaban todos a la pared, echaban a correr y el que se quedaba debía coger a uno. Este sería el que la pagara en el siguiente juego.
En Aramaio (A), el que llega a la pared mantiene la siguiente conversación con el que la paga:
- — ¿Dónde habéis estau?
- — En casa del zapatero.
- — Y ¿qué os ha dau?
- — Pan.
- — Y para ti...
En este momento los niños echan a correr y si el que dirige el juego logra tocar a alguien, éste la pagará en el juego siguiente.
En Moreda (A), cuando han llegado todos los jugadores a la pared, cada uno agarra un dedo de la mano al que ha dirigido el juego. Este tiene que pronunciar la palabra «chorizo» y el resto, nada más oirla, corre hacia la línea de partida. Si en el trayecto coge a alguien, éste será el que dirija el siguiente juego.
En Elgoibar (G), los que van llegando a la pared dicen también «chorizo». Una vez todos en la pared, le cogen de los dedos al que dirige el juego y dicen:
- — Mamá, mamá,
- quiero un huevo.
- — ¿Para qué?
- — Para comerlo.
- — ¿Y para mí?
- — Un hueso...
Al decir «hueso» echan todos a correr y el que sea atrapado por el que la paga dirigirá el siguiente juego. Si no coge a nadie repite el mismo niño.
En Elosua (G) juegan de una manera similar. Los que llegan a la pared, pegando en ella dicen «chorizo». Le cogen de los dedos al que se queda y dicen palabras que comienzan por «cho», por ejemplo «chocolate», para despistarle. Por fin dicen «chorizo» y en ese momento salen todos corriendo. El que es atrapado será el que se quede en el siguiente juego.
La formulación más conocida que también se utiliza para nombrar el juego es «Un, dos, tres, carabá». En Moreda (A) emplean «Un, dos, tres, carabí, carabá que voy a mirar»; en Monreal (N) «Un, dos, tres, carabí, carabá que miro ya»; en Aramaio (A) « Un, dos, tres, karabin, karaba»; en Galdames (B) «Un, dos, tres, no vale mover»; en Elgoibar (G) «Un, dos, tres, carabín, carabera» y en Elosua (G) «Bat, bi, iru, eguzki» o «Un, dos, tres carabín bombá». Esta última fórmula era también conocida en Artziniega (A) y Portugalete (B).
Este juego se ha recogido además en las siguientes localidades encuestadas: Amézaga de Zuya, Amurrio, Artziniega, Gamboa, Laguardia, Mendiola, Narvaja, Pipaón, Ribera Alta, San Román de San Millán, Valdegovía (A), Abadiano, Amorebieta-Etxano, Bilbao, Durango, Muskiz, Zeanuri (B), Telleriarte, Zerain (G), Izal, Lekunberri y Monreal (N).
En San Martín de Unx (N) una variante de «Un, dos, tres, carabín, carabán» es la que se denomina «Un, dos, tres, chocolate inglés». La madre al volverse tras decir «¡miro ya!» preguntaba «tú, dime (el nombre de) una comida!». El jugador respondía: «¡arroz!», por ejemplo. Si la respuesta le complacía era autorizado a avanzar: «¡da tres pasos de elefante!»; si no le agradaba demasiado: «... de hormiga!»; no contestaba cuando la respuesta le era indiferente y si le resultaba desagradable podía ordenarle que reculara, dando «pasos de cangrejo» hacia atrás. Al jugador que era sorprendido moviéndose la madre le obligaba a detenerse. Transcurría el juego hasta que el primer jugador tocaba a la madre momento en que todos los demás la rodeaban y le cogían los dedos. Esta les preguntaba: «¿Quién se ha comido la manzana?» a lo que respondían «¡no!». La madre acusaba al que consideraba le había tocado diciendo «¡te la has comido tú!». Se desembarazaban de ella echando a correr hacia la raya trazada en el suelo como punto de partida. El que era pillado por la madre antes de llegar la pagaba.