Lanzar piedras a lo lejos. Harrika

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

Lanzar piedras a lo lejos ha sido un entretenimiento tan sencillo como practicado a lo largo de los tiempos. Este ejercicio no tiene más finalidad que alejar la piedra a mayor distancia que los compañeros. En Elgoibar (G) se denominaba «Nork urrutiago jaurti».

En Allo (N) bastaba que uno de la cuadrilla diera la voz de «¡A ver quién alarga más!», para que todos se aprovisionasen de piedras y se preparasen para la competición. Existían varias modalidades de lanzamiento: con la mano derecha simplemente, si se era diestro; con la mano derecha por debajo del brazo izquierdo y con la mano derecha por debajo de la pierna izquierda, en este último caso se decía: «Por debajo pata».

En Arraioz (N) a tirar pedradas se llamaba «Arrike», a lanzarlas por debajo de la axila bisazpiz y bajo la pierna, hankazpiz. En Zeanuri (B) el lanzamiento de piedras a lo lejos recibía el nombre de «Arrike» y presentaba las modalidades de ankape y besape. En Goizueta (N) también había dos formas: por encima del brazo, beso gainetikan, y por debajo, besapetikan. En Aria (N) «Arrika» se denominaba a la forma general y bezapera a la modalidad de arrojarlas por debajo de la axila.

En Altzai (Ip) «Arri urtukika» era la denominación genérica; besagainka por encima del hombro, besapez por debajo del brazo y zankapetik por debajo de la pierna.

En Lezaun (N) llamaban «A hacer furrún» a un juego mixto que consistía en tirar piedras tratando de conseguir que al cortar el aire hiciesen un ruido que denominaban furrún. Otro juego que conocían como «Al peñazo» se practicaba mientras se pacentaba y consistía en arrojar piedras a lo lejos o tratando de dar el mayor número de veces a un objeto, por lo general un árbol, efectuando los lanzamientos «a bajo pata» o «a bajo brazo».

En Aramaio (A) se jugaba a una modalidad llamada «Pote-zarka» que consistía en tirar lo más lejos posible un pote de los de pimientos lleno de piedras. Se jugaba en un descampado y para calcular hasta dónde había llegado se medía con los pies o con las marcas utilizadas en el juego de «La tiña». Se practicaba sobre todo entre niños en edad escolar, aunque cualquier edad era buena para jugarlo. Participaba un número indeterminado de jugadores. Se perdió hacia 1950.