Al teléfono
Este juego presenta una variedad de denominaciones ligeramente superior al anterior. «El/ Al teléfono» en Lezama (B), Elgoibar (G) y Eslava (N); «Al teléfono averau» en Bermeo (B); «El teléfono» o «El telegrama» en Arrasate (G); «El telegrama» en Obanos (N); «Al mensajero» en Hondarribia (G) y «Los disparates» en Amézaga de Zuya (A). Como el anterior, suele ser mixto.
En líneas generales el juego consiste en ponerse los participantes en corro o en fila, de modo que uno pueda dar un mensaje en voz baja al compañero de la derecha, quien lo transmite al de su lado y así sucesivamente hasta llegar al último o volver a quien inició el juego. El mensaje consiste habitualmente en una palabra o frase corta y se suele transmitir de tal modo que se dificulte su comprensión al receptor. Confrontar la versión inicial con la que llega al final suele provocar risa ya que habitualmente no se parecen en nada.
En Hondarribia (G), terminada toda la vuelta, cada uno dice qué es lo que creyó oir al anterior y así se averigua entre todos dónde se ha alterado la palabra y de quién es la culpa.
En Eslava (N) se considera un entretenimiento de incorporación reciente y tiene un cierto matiz competitivo. Los jugadores se ponen en fila haciendo uno de madre. Este piensa una frase algo complicada que transmite al primero, éste al segundo y así sucesivamente. A continuación, y partiendo del último, cada niño debe repetir la frase en voz alta para comprobar si la versión de cada uno es fiel a la original. Si uno de ellos la repite incorrectamente, pasa a ocupar el último puesto de la fila.
En Arrasate (G) se juega de forma similar. Un niño hace de juez y el que se encuentra en primer lugar transmite el mensaje que ha pensado a éste y lo hace al que tiene a continuación a su lado. Este segundo participante lo comunica al siguiente y así hasta el final. Llegado a este punto se hace saber el mensaje pero en sentido inverso a como se transmitió: El que se encuentra el último dice lo que ha creído oir, después el penúltimo y así hasta llegar al primero. El que malinterpreta el mensaje pasa a ocupar el último puesto.
En Elgoibar (G) cada participante transmite al siguiente el nombre de una cosa. Si este nombre es al final el mismo que ha dicho el primero, este niño quedará eliminado, de no ser así, abandonará quien haya alterado el mensaje, lo cual se consigue saber preguntando uno por uno. Gana el último que queda.