Al tran tran
Este juego fue recogido en Ablitas (N) en la década de los treinta por Pedro Arellano[1]. Se colocaban las niñas en fila, sentadas en el suelo. Las dos mayores se quedaban en pie pues eran las que dirigían el juego. Una de ellas era la madre o encargada de las niñas, la otra una dama. Esta se acercaba a la madre y comenzaba entre ambas el siguiente diálogo que repetían semicantándolo:
- ¡Tran! ¡Tran!
- A por una hija vengo.
- Si no me la da usted
- me la llevo.
- — ¿Y la que se llevó usted ayer?
- — La eché a la cuna
- y se me la llevó la Luna;
- la eché al Sol
- y se me la llevó el caracol.
- — ¿Y la que tiene usted ahí detrás?
- A goler pedos al Hospital.
La dama comenzaba a escoger los niños y decía sola:
- Esta no la quiero;
- porque es muy pelona.
- Esta me la llevo
- por linda y hermosa,
- parece una rosa,
- parece un clavel,
- parece una niña
- nacida de ayer.
Dicho esto, dama y madre se colocaban a cada lado de la fila de niñas y agarrando ambas las puntas de un pañuelo, pasaban y repasaban a lo largo de la fila mientras cantaban lo siguiente:
- Ya me voy, ya me voy
- lloviendo a jarros
- a los palacios del Rey
- a decirle a mi señora
- cuántas hijas tiene usted.
En este momento, la madre proseguía sola:
- Tuviere, las que tuviere
- qué cuidado le da a usted;
- con el pan que yo comiere
- las miguitas les daré,
- del agua que yo bebiere
- las gotitas les daré.
Se llevaba una de las niñas y la dejaba en un sitio cercano, como escondida. El juego se repetía en idéntica forma hasta que no quedase en la fila ninguna niña. Entonces la dama decía:
- — Madre ¿qué hay en el huerto?
- — Un perro muerto.
- — ¿Nos morderá?
- — Allá se verá.
En ese momento salían todas las niñas a perseguir a la dama y a la madre.
- ↑ Pedro ARELLANO. “Folklore infantil” in AEF, XIII (1933) pp. 216-217.